M¨¢s de 100 kilos de dinamita volaron varias plantas de la Embajada de Estados Unidos en la capital libanesa
Al menos 40 personas han muerto en un atentado que ha destruido parcialmente la Embajada de Estados Unidos en L¨ªbano. Alrededor de un centenar de kilos de dinamita colocados en un autom¨®vil con falsas placas diplom¨¢ticas, situado en el jard¨ªn de la embajada, hicieron explosi¨®n pasada la una de la tarde. Algunos de los siete pisos del inmueble se desplomaron, y se calcula que otras 90 personas han sido heridas de diversa consideraci¨®n.
El atentado fue reivindicado telef¨®nicamente por una organizaci¨®n semidesconocida, denominada Guerra Santa Isl¨¢mica. Un comunicante an¨®nimo dijo a una agencia de noticias, 10 minutos despu¨¦s de la explosi¨®n, que su grupo reclamaba la autor¨ªa de este hecho sangriento, bautizado como operaci¨®n del alba.Los enviados especiales del presidente Reagan en Oriente Pr¨®ximo, Philip Habib y Morris Drapper, que se encuentran en Beirut, no se hallaban en la embajada en el momento de la explosi¨®n. El embajador norteamericano, Robert Dillon, que se encontraba en el edificio, escap¨® ileso. El formidable estallido dej¨® sentir sobre todo sus efectos en el lado oeste de la legaci¨®n, donde est¨¢ situado el consulado. La embajada comenz¨® inmediatamente a arder.
El presidente de L¨ªbano, Amin Gemayel, visit¨® los restos de la embajada un par de horas despu¨¦s de que se produjera el atentado. La polic¨ªa de Beirut, seg¨²n informaciones radiof¨®nicas de la emisora falangista La Voz de L¨ªbano, ha detenido a "personas sospechosas" que se encontraban en veh¨ªculos estacionados no lejos de la embajada.
La filiaci¨®n de los muertos no se ha dado todav¨ªa a conocer. Parece que entre ellos hay al menos seis infantes de marina estadounidenses, encargados de la custodia interior de la embajada, y varios ciudadanos libaneses que se hallaban en el interior de la legaci¨®n diplom¨¢tica realizando gestiones.
Consternaci¨®n en EE UU
El hospital norteamericano de Beirut centraliza la asistencia a las v¨ªctimas. En sus accesos se instalaron r¨ªgidos controles y nadie puede pasar a las salas de urgencias. Los periodistas y quienes se atropellan ante el edificio para saber si entre los muertos o heridos figuran parientes o amigos son rechazados por igual.Contin¨²a entretanto el desescombro del edificio, y se supone que se hallar¨¢n m¨¢s cad¨¢veres El reconocimiento de las v¨ªctimas es particularmente dif¨ªcil debido a las quemaduras que sufren y a los destrozos causados en los cuerpos por la explosi¨®n.
El Departamento de Estado, en Washington, no pod¨ªa precisar a media tarde de ayer la muerte de los seis marineros. La Casa Blanca, que conden¨® "este acto terrorista tr¨¢gico y despreciable", informaba a las cinco de la tarde que numerosos empleados de su Embajada en Beirut permanec¨ªan sepultados bajo los cascotes.
El consejo de crisis de Estados Unidos sigue al minuto desde la Casa Blanca la situaci¨®n provocada por el atentado de Beirut El presidente Reagan permanece informado por su consejero para temas de seguridad nacional, William Clark. El portavoz presidencial, Larry Speakes, dijo que el atentado es tanto m¨¢s tr¨¢gico por cuanto se ha producido "en un lugar en el que EE UU ha trabajado en¨¦rgicamente para conseguir y preservar la paz".
Soldados libaneses y de la fuerza multinacional, norteamericanos y franceses, rodean el edificio, mientras helic¨®pteros de la Armada estadounidense colaboran en los trabajos de salvamento. Todo el barrio donde est¨¢ situada la embajada permanece cerrado al tr¨¢fico.
Los Gobiernos del Reino Unido y de Francia han condenado el atentado. La agencia sovi¨¦tica Tass dio ayer inmediata noticia del mismo, pero sin ning¨²n comentario.
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