En relaci¨®n con el secuestro de un ni?o

EL PAIS public¨® el domingo 13 de febrero de 1983 un art¨ªculo titulado Los vecinos de La Muela impiden que se lleven a Suiza al hijo de un emigrante. Conviene aportar algunas precisiones y rectificaciones sobre el asunto.Sebasti¨¢n G¨®mez, originario de La Muela (provincia de C¨¢diz), se march¨® a trabajar a La Chaux-de-Fonds (Suiza). All¨ª conoci¨® a Dani¨¨le Emery, con quien se cas¨® y tuvo un hijo, nacido el 26 de febrero de 1976. La ma?ana del domingo 24 de abril de 1977, Sebasti¨¢n G¨®mez abandon¨® clandestinamente el domicilio conyugal, llev¨¢ndose consigo al ni?o.

Cogi¨® el tren para Ginebra y luego el avi¨®n para Espa?a, adonde llega esa misma noche. Por supuesto, todos estos movimientos los hab¨ªa planeado de antemano.

La esposa presenta entonces una demanda ante el tribunal civil de La Chaux-de-Fonds. Sebasti¨¢n G¨®mez dispone de todas las posibilidades para desarrollar su defensa, pero se limita a enviar una carta al tribunal diciendo, esencialmente, que el divorcio es la ¨²nica soluci¨®n posible y que la acepta, pero que se niega a entregar el ni?o a la madre.

El 16 de noviembre de 1977, el tribunal de La Chaux-de-Fonds pronuncia la separaci¨®n de cuerpos, concede a la madre la patria potestad y la custodia de Stephane-Pedro, fija las pensiones legales para la madre y el ni?o y condena a las costas al marido. Sebasti¨¢n G¨®mez no apela contra la sentencia. Por lo dem¨¢s, nunca ha pagado un c¨¦ntimo de las pensiones ni de las costas.

Dani¨¨le G¨®mez presenta entonces una demanda de separaci¨®n de cuerpos ante el tribunal eclesi¨¢stico de Friburgo (Suiza). Este tribunal procede a una encuesta especialmente exhaustiva, y el 17 de agosto de 1978 pronuncia tambi¨¦n la separaci¨®n de cuerpos y atribuye el ni?o a su madre. De nuevo, G¨®mez no apela la sentencia.

La ejecuci¨®n de la sentencia en Espa?a fue ordenada por el juez civil n¨²mero 6 de Madrid, quien envi¨® un exhorto al juez civil de Arcos de la Frontera. Pero este magistrado no pudo cumplir su misi¨®n ante la violenta oposici¨®n de los habitantes de La Muela, que amenazaban con agredirle a ¨¦l y a sus acompa?antes. La familia G¨®mez pretende que Dani¨¨le no se ocupaba debidamente de su hijo. Esto es completamente falso, pues las sentencias judiciales proclaman, por el contrario, que las acusaciones presentadas por Sebasti¨¢n G¨®mez contra su esposa han demostrado ser inexactas. As¨ª est¨¢n las cosas. De este modo han sido burladas las decisiones de las autoridades civiles y eclesi¨¢sticas suizas y espa?olas, y sobre todo queda el sufrimiento de una madre que se ve privada de su hijo contra toda justicia. /

Abogado.