Lorenzo Hern¨¢ndez: "El paro es el problema m¨¢s urgente al que tendr¨¢ que enfrentarse el Gobierno regional"

Lorenzo Hern¨¢ndez est¨¢ convencido de la capital importancia de que Espa?a cuente con instituciones locales y auton¨®micas fuertes y con recursos. Teniente de alcalde de Torrej¨®n de Ardoz, delegado de Obras P¨²blicas y Transportes durante los ¨²ltimos cuatro a?os en la Diputaci¨®n de Madrid -cargo que simultanea con la vicepresidencia-, presidente del Consejo de Administraci¨®n del coso taurino de Las Ventas y presidente de la Fundaci¨®n de Aguas Potables, pasa por ser uno de los mejores conocedores de la realidad de la provincia y sus problemas. El PCE le ha presentado como candidato a la presidencia del Gobierno de la comunidad aut¨®noma.

Pregunta. ?C¨®mo definir¨ªa la situaci¨®n actual de la regi¨®n madrile?a?Respuesta. El problema m¨¢s importante es el paro, porque castiga a todos los sectores de la producci¨®n y repercute en muchos otros. En Madrid se contabilizan hoy 261.000 desempleados, y en una encuesta reciente, el paro, incluyendo el de los j¨®venes y mujeres, figura como el problema m¨¢s urgente para un 57% de los consultados. Despu¨¦s vendr¨ªa el paquete de d¨¦ficit en los equipamientos colectivos, tanto culturales como deportivos, asistenciales, educativos, infraestructura de depuraci¨®n de aguas residuales; y el tema de la vivienda, en el que nadie ha sabido buscar f¨®rmulas originales que flexibilizaran el mercado: en toda la provincia existen m¨¢s de 100.000 viviendas de promoci¨®n privada sin vender no por falta de demanda, sino porque son inasequibles a los potenciales compradores.

A esta serie de cuestiones concretas habr¨ªa que a?adir el abandono de la agricultura y la ganader¨ªa, otro tema que no es entendible desde el momento en que ¨¦sta es una provincia peque?a con un mercado de consumidores enorme, de m¨¢s de cinco millones de personas, que pueden absorber f¨¢cilmente toda la producci¨®n. Y es particularmente grave el hecho de que dentro de la regi¨®n subsisten unos desequil ibrios sociales inadmisibles. Los madrile?os no gozan hoy de igualdad de oportunidades.

En este sentido, hay que se?alar como un factor muy negativo la falta de coordinaci¨®n y diferencia de intereses entre las administraciones central y local, origen del fracaso, por ejemplo, de una propuesta de actuaci¨®n conjunta para planificar y ejecutar un plan de carreteras en la zona sur.

P. ?Qu¨¦ har¨ªa el PCE en el hipot¨¦tico caso de que llegara a obtener la mayor¨ªa en estas elecciones?

R. Nuestro programa, y esta es una de las diferencias que nos separan de los socialistas, se basa en una serie de actuaciones muy concretas, y unas l¨ªneas de actuaci¨®n generales, que hemos podido elaborar precisamente partiendo del conocimiento de la realidad de Madrid, del sentir de los ciudadanos y de la experiencia recogida en estos cuatro a?os de gesti¨®n municipal. Hago hincapi¨¦ en que los buenos resultados en los ayuntamientos son patrimonio de la izquierda, no s¨®lo de los socialistas, como pretenden hacer creer.

La primera preocupaci¨®n del futuro Gobierno regional debe ser recabar el mayor volumen de transferencias, acompa?adas de sus respectivas dotaciones econ¨®micas, basadas en la promulgaci¨®n urgente de una ley de regulaci¨®n de cesi¨®n de tributos a las comunidades aut¨®nomas.

En las actuaciones concretas, la primordial es la creaci¨®n de un plan regional de urgencia contra el paro y la crisis, empujado por la inversi¨®n p¨²blica y que cumplir¨ªa varios objetivos simult¨¢neos: primero, reducir el nivel de desempleo en la regi¨®n. El PCE ha hecho sus c¨¢lculos y sostiene que una inversi¨®n fuerte, de unos 200.000 millones en cuatro a?os, permitir¨ªa la creaci¨®n de unos 52.300 puestos de trabajo, de los que unos 33.000 tendr¨ªan car¨¢cter definitivo. Los trabajos se encaminar¨ªan fundamentalmente a paliar los d¨¦ficit de equipamientos, lo que supondr¨ªa la satisfacci¨®n de necesidades importantes de infraestructura. Estoy pensando en un proyecto de la magnitud de un plan de saneamiento integral de la regi¨®n, que abarcar¨ªa el tratamiento y potabilizaci¨®n de las aguas, colectores de recogida de aguas residuales y construcci¨®n de depuradoras. Las inversiones p¨²blicas se destinar¨ªan tambien a la rehabilitaci¨®n de los cascos antiguos de los pueblos y la recuperaci¨®n de las viviendas del medio rural, la creaci¨®n de una infraestructura que hoy no existe, el fomento de la producci¨®n agr¨ªcola y ganadera y, sobre todo, de su comercializaci¨®n dirigida al mercado de la capital.

El problema de la vivienda hay que enfocarlo desde dos aspectos complementarios: uno, la construcci¨®n de edificios de promoci¨®n p¨²blica, y otro, mediante la constituci¨®n de una sociedad provincial de alquileres, que se encargar¨ªa de sacar al mercado, en condiciones asequibles, viviendas hoy vac¨ªas.

Y en un plano m¨¢s general, el Gobierno regional tendr¨¢ que ocuparse muy seriamente del control de las urbanizaciones ilegales, que son precisamente las que han destrozado las mejores vegas y terrenos agr¨ªcolas por las expectativas de especulaci¨®n originadas.

Y no podemos pasar por alto el desmantelamiento de la base de Torrej¨®n y su reconversi¨®n en el segundo aeropuerto civil de Madrid. La pol¨ªtica de mantener la base no puede razonarse: primero, por lo que supone de peligro potencial para la poblaci¨®n en caso de conflicto b¨¦lico, y segundo, porque ahorrar¨ªa miles de millones de inversi¨®n -en el aeropuerto de Barajas se van a invertir 9.000 millones de la construcci¨®n de dos nuevas pistas que s¨®lo aumentar¨¢n su capacidad en un 10%- necesarios para otros fines.

P. ?Cu¨¢les son las expectativas de votos del PCE?

R. Pensamos que mejores que las de las elecciones legislativas, porque en esta ocasi¨®n los votantes tendr¨¢n en cuenta el balance de nuestra gesti¨®n en ayuntamientos y diputaciones. Por otra parte, y al margen de un inter¨¦s partidista directo, consideramos que la pluralidad pol¨ªtica e ideol¨®gica de los madrile?os no puede limitarse al marco de un bipartidismo imperfecto. Estoy convencido que AP va a fracasar, y esperamos que nuestro n¨²mero de votos nos autorice a estar en el Gobierno. Hay que desechar la idea del voto ¨²til, que, derrotada la derecha en las legislativas, ya no es necesaria.