12,5 millones de personas carecen de empleo en los pa¨ªses de la Comunidad Econ¨®mica Europea
Con 12,5 millones de parados oficiales en la CEE -una tercera parte de ellos, por debajo de los 25 a?os de edad-, el Parlamento Europeo, asamblea de la CEE elegida por sufragio directo y universal desde 1979, hizo ayer gala de su impotencia ante el tema del empleo, al que dedic¨® una sesi¨®n extraordinaria de dos d¨ªas de duraci¨®n. En los debates y en las votaciones qued¨® patente la divisi¨®n ideol¨®gica en Europa.
El Parlamento prefiri¨® escoger la v¨ªa de la continuaci¨®n de la lucha contra la inflaci¨®n que la de ir ya a la creaci¨®n -a nivel europeo- de puestos de trabajo. "Un pu?etazo en la cara del trabajador europeo", coment¨® la socialdern¨®crata ale,mana occidental Heinke Salisch.Con cuatro proyectos de resoluci¨®n de 20 p¨¢ginas cada uno, 276 enmiendas y 15 kilos de documentaci¨®n por parlamentario, el Parlamento Europeo dedic¨® a este tema acuciante una sesi¨®n plenaria que termin¨® ayer -por segunda vez en su historia- en Bruselas. Ante las puertas del Palacio de Congresos de la capital belga, un grupo de j¨®venes parados distribu¨ªan etiquetas que numerosos parlamentarios no dudaron en ponerse en las solapas como para ilustrar que estaban al mismo nivel de impotencia. En efecto, las resoluciones del Parlamento Europeo en este campo no pasan de tener un valor moral para presionar sobre los Gobiernos de los diez. En este caso adem¨¢s no aportan ninguna idea nueva.
Gran conmoci¨®n caus¨® el que el propio Parlamento decidiera celebrar esta sesi¨®n extraordinaria en Bruselas y no en sus plazas habituales, que son Estrasburgo o Luxemburgo. Para el presidente del Parlamento, Piert Dankert, se trata de estar m¨¢s cerca de los centros de poder europeo, para que el Parlamento logre una mayor influencia. Es poco probable que este debate empuje a una decisi¨®n sobre el tema en la cumbre europea de Stuttgart en junio.
El proyecto de resoluci¨®n que defendi¨® el socialcristiano griego Efstratios Papaefstratiou sufri¨® tantas modificaciones que perdi¨® toda su originalidad. Con las enmiendas que hicieron triunfar los miembros del grupo popular (cristianodem¨®cratas y otros) se fue toda la carne, quedando s¨®lo los huesos. As¨ª, aunque permanece la menci¨®n de que la CEE adoptar¨¢ un pacto europeo contra el paro, ¨¦ste ya no consistir¨¢ en que los diez consagren un 1% de su producto interior bruto a inversiones comunes, adopten una simult¨¢nea reducci¨®n del tiempo de trabajo y creen un fondo europeo contra el paro. Desde que el Parlamento Europeo fue creado por sufragio directo en 1979, el paro se ha doblado en la CEE.
Seg¨²n esta resoluci¨®n, la CEE deber¨ªa crear un mercado europeo de la microelectr¨®nica. Qued¨®, sin embargo, el fomento a las inversiones privadas, pidiendo una moderaci¨®n salarial y de precios a los sectores sociales. En los debates y en las votaciones de esta resoluci¨®n qued¨® patente la geometr¨ªa de la asamblea entre izquierda y derecha, aunque se traduzca luego exactamente a la realidad de los Gobiernos.
Reducci¨®n de jornada
Qued¨® derrotada una dr¨¢stica reducci¨®n del tiempo de trabajo -diario y semanal- que comprendiera una menor jornada laboral para permitir a los matrimonios distribuir mejor sus horas de trabajo y repartirse las tareas dom¨¦sticas. Para el comunista italiano Domenico Ceravolo, autor de otra resoluci¨®n, estas medidas habr¨ªan de ser tomadas de golpe en toda la CEE, y sus costes habr¨ªan de ser repartidos.
Para solucionar el paro juvenil, las propuestas no fueron nuevas: m¨¢s y m¨¢s formaci¨®n profesional, para permitir mayor movilidad, mientras el Foro de la Juventud de la CEE se pregunta: ?Para qu¨¦ tanta formaci¨®n si se perpet¨²a el paro?".
Un 11,1 % de la poblaci¨®n activa de la CEE est¨¢ en paro. La Comisi¨®n Europea, ¨®rgano ejecutivo y burocr¨¢tico de la CEE, estima que se pagaron unos 7,5 billones de pesetas en los pa¨ªses de la Comunidad Europea en concepto de subsidios de paro en 1982.
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