Duros ataques de Alfonso Guerra al PNV en Vitoria, al que llam¨® "congregaci¨®n mariana"
El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, en su primer mitin en el Pa¨ªs Vasco desde que asumi¨® su cargo, se enfrent¨® ayer tarde, en Vitoria, con serias dificultades, cuando varias decenas de personas, presuntamente simpatizantes de Herri Batasuna, trataron de boicotear su intervenci¨®n. "Son la nueva derecha, los nuevos dictadores", lleg¨® a gritar Guerra a los provocadores, moment¨¢neamente perdido el control de s¨ª mismo. Sin embargo, luego recomend¨® tranquilidad a los m¨¢s de 5.000 asistentes al mitin, que llenaban por completo el polideportivo Mendizorroza, y que increpaban a los abertzales.
"Supongo que no pedir¨¢n al se?or Fraga, o a la derecha que gobierna en el Pa¨ªs Vasco, el PNV, que resuelva el paro o la libertad de expresi¨®n", dijo Guerra a quienes, portando carteles antinucleares o relativos a una coordinadora de desempleados, vociferaban tratando de ahogar las palabras del vicepresidente. Esta misma t¨®nica de ataques al Partido Nacionalista Vasco y a la Coalici¨®n Popular la mantuvo Guerra, tanto durante el mitin, como en la previa conferencia de prensa que hab¨ªa protagonizado dos horas antes en Bilbao."Nosotros no estamos por una pol¨ªtica de alianzas con la derecha, ll¨¢mese PNV o AP". Con estas palabras, Guerra desminti¨® ayer en Bilbao afirmaciones de miembros de su propio partido, como Garc¨ªa Damborenea, que especulaban con la posibilidad de un pacto poselectoral de los socialistas con AP en Euskadi, "para desalojar a los nacionalistas" de las alcald¨ªas. En su primera conferencia de prensa desde que asumi¨® la vicepresidencia del Gobierno, Guerra se mostr¨® mordaz con el PNV, al que acus¨® de poseer un "fanatismo semenjante al de Jomeini", de "congregaci¨®n mariana", y de "estar bien cerca del fru fru de las sotanas y las casullas".
Apenas una hora consumi¨® Guerra en Bilbao, y la dedic¨® ¨ªntengramente a la conferencia de prensa, celebrada en medio de considerables medidas de seguridad, en un hotel. El vicepresidente, que advirti¨® de entrada que iba a hacer campa?a electoral, indic¨® que no le disgustar¨ªa que el PSOE fuera "un movimiento nacional de izquierdas" (seg¨²n frase de un periodista), aunque advirti¨® que "quienes nos comparan con el PRI mexicano no tienen de idea de c¨®mo se constituy¨® el PRI".
"Yo creo que si los ciudadanos consideran que Espa?a est¨¢ en una coyuntura hist¨®rica irrepetible y creen que tomar el tren de la historia s¨®lo puede hacerse por un partido a nivel nacional y modernizado como el nuestro, estaremos ante un hecho sin precedentes. Eso, lejos de ruborizar a nadie, debe alegrarnos a todos. Y no creemos que una desconfirmaci¨®n de esta confianza al cabo de equis a?os deba hundir a nadie", dijo Guerra. "No se puede uniformizar la acci¨®n pol¨ªtica; deben existir otros partidos, pero me gustar¨ªa que, de una manera unitaria, la mayor¨ªa decidiese apoyar a estos que han sido llamados j¨®venes nacionalistas o amateurs de la pol¨ªtica", a?adi¨®.
Ataques al PNV y a Arzallus
El vicepresidente atac¨® a fondo al PNV en general y a Arzallus (a quien iba dirigida en concreto su referencia sobre casullas y sotanas) en particular. Dijo que "hay nacionalistas que quieren el monopartidismo", y no olvid¨® citar los conatos de acuerdo registrados en el pasado entre PNV y AP ("ahora dicen que no habr¨¢ un pacto m¨¢s extenso entre ellos, pero yo no estoy tan seguro"). Habl¨® de que tal vez se necesitasen psiquiatras en los batzokis (locales del PNV) si todos piensan, como Arzallus, que es mejor votar a Herri Batasuna que al PSOE; "complejo herribatasunero", diagnostic¨® Guerra, anticip¨¢ndose a la opini¨®n de los psiquiatras.
Se refiri¨® al riesgo que corre el Gobierno vasco de sufrir una descomposici¨®n interna, "algo que est¨¢n tratando de ocultar", y al temor que experimenta el PNV ante su "incierto futuro" si el Partido Socialista de Euskadi logra superarle en votos. Luego afirm¨® rotundamente que sus sondeos no conceden un incremento de votos a Herri Batasuna, contra lo que afirman otras encuestas.
Guerra no descart¨® un posible acuerdo del Partido Socialista de Euskadi con Euskadiko Ezkerra. "Puede que est¨¦ m¨¢s cerca que del acuerdo del PNV con AP", dijo. Sobre un hipot¨¦tico acuerdo PNVHB, dictamin¨®: "Parece dificil sobre el tapete, pero f¨¢cil bajo la mesa". Tambi¨¦n proclam¨® la necesidad de que todas las fuerzas pol¨ªticas vascas que est¨¦n a favor de la paz y de la reconstrucci¨®n econ¨®mica y cultural, lleguen a un acuerdo tras el 8 de mayo "y el Gobierno de la naci¨®n tendr¨ªa que estar en ese acuerdo".
Necesidad de reconstruir 'la mesa por la paz'
Guerra se refiri¨® a la necesidad de reconstruir la mesa por la paz en Euskadi, y sugiri¨® que en ese sentido ir¨ªa el rumoreado plan pol¨ªtico que el Gobierno de Madrid tratar¨ªa de aplicar en el Pa¨ªs Vasco tras las elecciones".
Entrando en materia puramente electoral, admiti¨® que existe una 11 competencia bastante cerrada" entre PNV y PSOE en algunas grandes ciudades, (refiri¨¦ndose aparentemente a Bilbao, cuyo alcaldable, Jos¨¦ Luis Iba?ez, le acompa?aba durante la conferencia de prensa, junto con el presidente del partido, Ram¨®n Rubial). En general se mostr¨® triunfalista y no olvid¨® incluir a AP en sus ataques: "Las mismas termitas que acabaron con los unos, acabar¨¢n con los otros, aunque unos y otros se diferencian poco", afirm¨®, en directa referencia a los rumoreados movimientos en la derecha tras las elecciones. A Fraga le llam¨® "Atila" y a Robles Piquer, el vicepresidente de AP y cu?ado de Fraga, "mamut prehist¨®rico que sacan del fascismo". Tambi¨¦n repiti¨® su referencia a la "triple alianza" de la Coalici¨®n Popular, en un juego de palabras con la Triple A argentina.
Aunque Guerra lleg¨® a Bilbao con una sonrisa electoral uni¨¦ndose a la alegr¨ªa vizca¨ªna por el triunfo del Athl¨¦tic en la Liga de f¨²tbol, su entrada en Vitoria no fue tan triunfante. Ya durante la conferencia de prensa, algunos periodistas le hab¨ªan dirigido preguntas mal¨¦volas, referentes a eventuales recortes de la libertad de expresi¨®n por parte del Gobierno, a lo que Guerra respondi¨® invariablemente que se trataba de decisiones judiciales y no del Ejecutivo.
Sin embargo, su entrada en el polideportivo de la capital alavesa registr¨® algunos silbidos, ahogados por una gran mayor¨ªa de aplausos. S¨®lo al comienzo de su intervenci¨®n, posterior a la del candidato socialista local y a la del secretario general del PSE, Txiki Benegas, se iniciaron los incidentes con las coordinadoras antinucleares y de parados. Aunque Guerra trat¨® de mantenerse tranquilo en un principio, en alg¨²n momento lleg¨® a indignarse y a retar a los provocadores para que tratasen -"con HB que es quien os ha enviado, y yo s¨¦ d¨®nde y cu¨¢ndo se ha coordinado todo esto"-, de llenar un polideportivo como lo hab¨ªan hecho los socialistas. "Si HB convoca un mitin, yo me sentar¨¦ y les escuchar¨¦; ahora que me escuchen a m¨ª, si son dem¨®cratas", repet¨ªa, mientras arreciaban los gritos, que tardaron algunos minutos en ser silenciados por la indignada mayor¨ªa de los asistentes, que vitorearon a Guerra varias veces durante su discurso".
Por otra parte, un grupo de j¨®venes interrumpi¨® una mesa redonda en la que participaban ayer los candidatos a la alcald¨ªa de San Sebasti¨¢n, que se celebraba en un hotel de la capital donostiarra. Despu¨¦s de la presentaci¨®n de los alcaldables, y cuando interven¨ªa el candidato socialista, Carlos Garc¨ªa Ca?ibano, un centenar de j¨®venes le interrumpi¨® reclamando para la casa de la juventud un local del antiguo peri¨®dico La Voz de Espa?a.
Tras esta interrupci¨®n, el grupo de alcaldables abandon¨® este debate electorral -el m¨¢s importante de los celebrados durante la campa?a municipal en San Sebasti¨¢n-, excepto los de Herri Batasuna y de Euskadikko Ezkerra. Parte del grupo tambien abandon¨® el local.
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