Los municipios han multiplicado sus presupuestos para el deporte ante su rentabilidad electoral

La llegada de los ediles democr¨¢ticos benefici¨® al deporte, hasta el punto de que se est¨¢n asentando las bases de lo que puede constituir una deseable revoluci¨®n deportiva en el pa¨ªs y un consiguiente cambio en las claves de comportarniento de muchos espa?oles, preferentemente los que residen en grandes n¨²cleos urbanos. Los datos oficiales hablan de un incremento del orden del 455% en los presupuestos dedicados a este sector, pero la rentabilidad pol¨ªtica que ofrecen las im¨¢genes de unos polideportivos llenos o una carrera popular cada semana no han escapado a los planificadores de los programas Pol¨ªticos. Los partidos de izquierda dieron el primer paso, pero la derecha tambi¨¦n ha calibrado la potencialidad electoral del deporte.
El deporte es un factor que induce a la participaci¨®n y la extensi¨®n de su pr¨¢ctica al ciudadano medio. A trav¨¦s del municipio, activar¨¢ el deseo de ¨¦ste por integrarse, de otra manera, en su entorno. Son, ¨¦stas, consecuencias que ya toman muy en consideraci¨®n los responsables de algunos municipios, a la vista de los resultados tan espectaculares que suele ofrecer una pol¨ªtica din¨¢mica en este terreno. Y, todo ello, sin tener en cuenta los .efectos que sobre la, salud p¨²blica origina una ciudadan¨ªa m¨¢s deportiva.Las deficiencias son todav¨ªa grandes y el municipio espa?ol est¨¢ muy lejos de igualarse al europeo en porcentaje de instalaciones por 1.000 habitantes. Las comparaciones son odiosas y los desequilibrios entre grandes n¨²cleos urbanos y modestas poblaciones rurales agravan a¨²n m¨¢s el problema. Pese al esfinerzo, no siempre relacionado con una mayor eficacia, de muchos ayuntarnientos, al deporte le falta no s¨®lo una mayor dotaci¨®n econ¨®mica sino tambi¨¦n t¨¦cnica (profesores, monitores, entrenadores e incluso, m¨¦dicos especializados en medicina del esfuerzo).
Sin embargo, la administraci¨®n central, es decir el Consejo Superior de Deportes (CSD), no s¨®lo discrimin¨® el reparto de sus presupuestos entre ayuntamientos de UCD y PSOE sino que cometi¨® la osad¨ªa de no emplear todo el diriero y dejar sin gastar cerca de 2.000 millones de pesetas, a pesar de las necesidades evidentes.De una forma, solapada, t¨ªmi,da tambi¨¦n, muchos municipios comenzaron a preguntarse el uno al otro qu¨¦ hab¨ªa que hacer con el deporte. Unos ten¨ªan la suerte de contar con algunas instalaciones, otros deb¨ªan empezar de cero, como es el caso, que roza el esc¨¢ndalo, de Valencia, la tercera ciudad espa?ola por n¨²mero de habitantes, sin ninguna instalaci¨®n de tipo municipal. De una forma lenta, sin que los diversos municipios tuvieran una idea clara de los objetivos a cumplir en este terreno, los concejales interesados acudieron al Seminario de Municipio y Deporte (Salamanca, Benidorm, Ceuta, Castelldefels), una especie de congreso anual donde era necesario participar para estar informado de lo que se estaba fraguando.
Y, poco a poco, se inici¨® la trarisformac¨ª¨®n (le la actividad deportiva del cludadano espa?ol. Las bases se asentar¨ªan sobre la creaci¨®n de institutos, fundaciones o patronatos; es decir, entidades aut¨®nomas que gestionaran el deporte municipal. Y por encima de ello, la conciencia de que el deporte es un servicio p¨²blico cuya competencia, en los niveles de prorrioci¨®n, corresponde por ley al ayuntamiento.
Las grandes ciudades montaron sus patronatos, hecho que ya implicaba una mayor dotaci¨®n econ¨®mica por el deporte. Los de M¨¢laga, Valladolid y Valencia son, dentro de las ciudades dominadas por el PSOE, los m¨¢s destacados.Pero, en s¨ª, la existencia de un patronato significaba la dedicaci¨®n de un esfuerzo exclusivo al deporte, lo que ya era una novedad. Valencia, por ejemplo, aparte de no contar con una sola instalaci¨®n municipal, ten¨ªa un presupuesto para deportes de mill¨®n y medio de pesetas, que ni siquiera se empleaba en su totalidad y cuyos fondos iban destinados a algunos trofeos.
Su presupuesto, ahora, rebasar¨¢ los 250 millones, a¨²n insuficientes, pero que no resisten una comparaci¨®n con la cifra anterior.Los servicios municipales de deportes
Los municipios, en general los de las grandes ciudades, se vieron ante la obligaci¨®n de dise?ar una pol¨ªtica deportiva, a la vista de una dotaci¨®n presupuestaria importante. Era tambi¨¦n un hito inesperado. Y as¨ª, de la intercomunicaci¨®n entre ellos, surgieron las claves de lo que ya empieza a ser el servicio municipal de deportes.
Esto supone la constituci¨®n de una fundaci¨®n o patronato, creaci¨®n de escuelas deportivas para que el ciudadano pueda aprender la pr¨¢ctica de cualquier deporte; organizaci¨®n de los Juegos Municipales, es decir, un marco donde el ciudadano pueda competir, asociarse libremente con sus vecinos y participar, sin limitaci¨®n de edad; por ¨²ltimo, y este es un aspecto no muy desarrollado a¨²n, la creaci¨®n de consejos municipales de deportes, organizados por distritos y en los que queden integrados los clubes, deportistas, asociaciones de vecinos y otras entidades como escuelas o empresas, para colaborar en la gesti¨®n de las instalaciones deportivas que est¨¦n situadas en las cercan¨ªas.
Todo lo anterior tiene una limitaci¨®n en los casos de Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco, donde el deporte a nivel municipal ha tenido otra configuraci¨®n desde hace a?os y otro nivel de importancia. Ambas nacionalidades pasan por ser las que m¨¢s dedicaci¨®n han aportado al deporte de promoci¨®n.
El caso catal¨¢n y el vasco guardan, aderrilis, cierta similitud por tener, en ambos casos, gran importancia la implantaci¨®n de clubes privados que aseguran uncierto nivel de acceso ciudadano al deporte. En el caso catal¨¢n, por ejemplo, la existencia de clubes privados no ha ?do de la mano con el exclusivismo, ya que el ciudadano medio ten¨ªa acceso a este tipo de clubes.M¨¢laga, un ejemplo positivo
Ello ha significado la existencia de un nivel p¨²blico y otro privado en la promoci¨®n deportiva, el nacimiento de convenios en algunos casos y ciertos enfrentamientos en otros.
En Andaluc¨ªa, por el contrario, la escasez (le instalaciones ha sido la t¨®nica dominante en la herencia recibida por los ayuntamientos democr¨¢ticos, aunque la opini¨®n generalizada es que se han preocupado en los ¨²ltimos cuatro a?os m¨¢s del deporte que sus predecesores. El PSOE dominaba en las principales capitales, salvo en Sevilla, donde trabaj¨® Juan Manuel Mart¨ªnez Corro, del PSA, y C¨®rdoba, del PCE.
El caso m¨¢s destacado, seg¨²n informa Miguel Gallardo, es el de M¨¢laga. La creaci¨®n del Patronato Municipal de Deportes, del que era director gerente el ahora director general de deportes de la Junta de Andaluc¨ªa, Antonio Merino, ha tenido mucho que ver en el crecimiento del deporte local.
Principalmente, Merino ha sabido alternar el esfuerzo por una promoci¨®n popular con el apoyo a los equipos que representaban a la localidad en el marco del deporte espect¨¢culo o de alto nivel.
As¨ª, M¨¢laga est¨¢ a la cabeza de Andaluc¨ªa con tres equipos en las primeras divisiones nacionales, el Caja de Ronda de Baloncesto, el Voleibol M¨¢laga y el Balonmano M¨¢laga.
Esta fundaci¨®n ha potenciado las actividades en el ¨¢mbito escolar y en el ¨¢rea. de participaci¨®n ciudadana, llegando a tener 1.400 personas trabajando de forma estable en centros de ense?anza deportiva especializada, que movilizaron a unos 30.000 deportistas, tambi¨¦n de forma estable.La fundaci¨®n ha hecho del deporte de base y de la iniciaci¨®n al deporte una competencia espec¨ªfica del ayuntamiento, a la vez que ha colaborado muy estrechamente con la Asociaci¨®n de Padres de Alumnos. La filosofia del Ayuntamiento de M¨¢laga, cuyos concejales de deportes en estos cuatro a?os fueron los socialistas Salvador Dom¨ªnguez Mart¨ªn y Francisco Flores Lara, es hacer del deporte una oferta al ciudadano. Se ha logrado con ello un nivel de participaci¨®n muy alto.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sevilla, con Juan Ram¨ªrez Corro, del PSA, inaugur¨® unas 50 instalaciones b¨¢sicas en los barnos, que gestionan las asociaciones de vecinos, y en las que se han desarrollado los Juegos Deportivos de Oto?o, que en casi todas las modalidades ha conjugado bien el deporte de participaci¨®n con el deporte espect¨¢culo, organizando torneos de inter¨¦s.Tambi¨¦n ha fomentado la formaci¨®n y pr¨¢ctica de los deportes, prioritariamente entre los ni?os, y ha impulsado la formaci¨®n de monitores deportivos, organizando competiciones en colaboraci¨®n con las federaciones. Su ¨²nico fallo es no haber sabido solucionar, en este tiempo, la falta de una gran instalaci¨®n deportiva con capacidad para m¨¢s de 500 espectadores -que es la mayor que tiene Sevilla- y que impide organizar acontecimientos de inter¨¦s.
Hace unos d¨ªas se aprob¨®, en el Pleno, la creaci¨®n de un palacio de deportes, con una inversi¨®n superior a los 500 millones de pesetas, pero habr¨¢ que ver si no se queda en mero proyectb, como se qued¨® en veces anteriores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.