El Papa urge a la Junta argentina una respuesta sobre el Beagle

El Gobierno argentino ha desmentido tajantemente la presencia en Buenos Aires de un enviado secreto del Vaticano para urgir del r¨¦gimen militar una respuesta sobre la mediaci¨®n papal en el contencioso con Chile por las islas del canal de Beagle. Al tiempo, altas fuentes militares han negado asimismo el traslado de tropas hacia los acantonamientos del sur patag¨®nico. Pero, de alguna manera, son ment¨ªs con la boca peque?a ante unas noticias publicadas por la Prensa porte?a, equivocadas en los detalles, pero exactas en el fondo de la cuesti¨®n: la preocupaci¨®n papal por los preparativos de guerra en la Tierra del Fuego.

La realidad es que el Vaticano, a trav¨¦s de la propia Iglesia argentina, ha hecho llegar al Gobierno la preocupaci¨®n de Juan Pablo II por la demora de la respuesta argentina a su propuesta de mediaci¨®n de 12 de diciembre de 1980. No existe, en efecto, tal enviado del Papa, sino que es monse?or Laguna, obispo de Mor¨®n, presidente del equipo de pastoral social del episcopado argentino, quien ha recibido el encargo de pedir una respuesta, tras m¨¢s de dos a?os de espera, y de transmitir la preocupaci¨®n del Papa.?Por qu¨¦ precisamente ahora? Porque el ruido de sables vuelve a escucharse aqu¨ª con nitidez y porque la mayor¨ªa de los agregados militares acreditados en Buenos Aires coinciden en que est¨¢n sentadas las bases pol¨ªticas para que la guerra sea deseada por los dos, reg¨ªmenes hist¨®ricamente enfrentados.

Ojos mirando al sur

Hace una decena de d¨ªas, el presidente argentino Bignone viaj¨® a la Tierra del Fuego y sobrevol¨® en helic¨®ptero las tres islas en litigio en la bocana del canal de Beagle, que dar¨¢n a su poseedor derechos territoriales sobre la Ant¨¢rtida y mar¨ªtimo sobre zonas ricas en yacimientos petrol¨ªferos. El canciller chileno, Schweitzer, lleg¨® el martes a la ciudad austral chilena de Punta Arenas tras haber visitado las islas des¨¦rticas y navegar en barcaza por el controvertido canal.

La recluta argentina -pese a los ment¨ªs- es dirigida al sur, mientras las tres armas est¨¢n comprando material b¨¦lico en todo el mundo a manos llenas; la flota de mar argentina se encuentra en el sur y se teme una reedici¨®n del incidente de las Georgias que civiles argentinos desembarquen en las islas de la querella, izen la bandera de su pa¨ªs y propicien una posterior intervenci¨®n militar por parte de Chile.

Analistas militares y diplom¨¢ticos estiman que el general Pinochet necesita una guerra en el Beagle para distraer sus dificultades internas.