Pol¨¦mica sobre los repostajes en Montecarlo
El Gran Premio de M¨®naco de F¨®rmula 1, uno de los que tienen m¨¢s repercusi¨®n popular de todos los que forman el calendario del Mundial, se disputar¨¢ este fin de semana en el circuito urbano de la capital monegasca. Los repostajes de combustible a mitad de carrera, permitidos por la reglamentaci¨®n internacional y que, en lo que va de temporada, han sido decisivos, podr¨ªan no efectuarse por una prohibici¨®n local. Bernie Ecclestone, presidente de la Asociaci¨®n de Constructores de F¨®rmula 1 y padre de la idea del repostaje, se niega a aceptar la prohibici¨®n.
La t¨¢ctica del repostaje a mitad de carrera, demostrada ya de forma absoluta su eficacia, parece generalizarse. De carrera en carrera son m¨¢s las escuder¨ªas que incorporan lo que, mediada la temporada pasada, puso por primera vez en pr¨¢ctica Bernie Ecclestone, director-propietario del equipo Brabham.El desarrollo de esta t¨¢ctica en los ¨²ltimos meses ha llegado a tal grado de sofisticaci¨®n que, los mejores equipos, los m¨¢s adiestrados en esta operaci¨®n de enorme precisi¨®n de movimientos entre los mec¨¢nicos, llegan a efectuar el cambio de las cuatro ruedas y el repostaje de unos 100 litros de gasolina en 12 segundos. Ese tiempo es compensado con creces en la pista por los coches, al rodar con casi 100 kilogramos de peso menos, lo que les permite, por a?adidura, utilizar neum¨¢ticos m¨¢s blandos y eficaces.
La idea de Ecclestone, sin embargo, se vio rodeada por la pol¨¦mica desde su nacimiento. En parte, porque muchos nunca creyeron en su eficacia hasta que los hechos la han demostrado. En parte, tambi¨¦n, porque en una estructura que quiere ser tan r¨ªgida como la del circo cualquier variaci¨®n es siempre rechazada. Y, finalmente, porque el trasiego de centenares de litros de gasolina por unos boxes no preparados para ello es muy peligroso.
Pero la eficacia de esta extra?a estrategia ha acabado por imponerse. Sin embargo, en el Gran Premio de M¨®naco, que se disputar¨¢ este fin de semana por las calles de Montecarlo, es probable que no pueda ponerse en pr¨¢ctica. Seg¨²n una antigua ley local, en los improvisados boxes monegascos, de seguridad bastante precaria, no puede haber m¨¢s de 50 litros de gasolina. Eso supone, de hecho, prohibir el repostaje, porque los coches necesitan el doble de esa cantidad para cubrir la mitad de las 76 vueltas de la carrera.
Turbos o atmosf¨¦ricos
Frente a la pretensi¨®n de los organizadores de impedir los repostajes, al recurrir a esa antigua ley, Ecclestone opone la reglamentaci¨®n de la Federaci¨®n Internacional, que permite realizar la operaci¨®n. Seg¨²n el hombre que controla la F¨®rmula 1, si los organizadores proh¨ªben algo previsto por la FISA, la carrera no puede ser puntuable.Mientras el enfrentamiento entre las dos partes se resuelve, la lucha entre los motores turboalimentados y los de admisi¨®n convencional tendr¨¢ en M¨®naco un nuevo y diferente escenario. Los motores turbo son m¨¢s potentes que los atmosf¨¦ricos. Pero, a cambio, consumen m¨¢s gasolina -por lo que tienen que llevar m¨¢s combustible en sus dep¨®sitos, pesan m¨¢s y son menos manejables- y tienen una respuesta algo m¨¢s lenta.
En un circuito tan tortuoso como el de las calles de Montecarlo, la robustez es determinante. Las transmisiones sufren much¨ªsimo las diferencias de altura, los baches y los cambios de asfalto de esta pista improvisada.
De cualquier forma, en Montecarlo, la nueva estrategia no es tan positiva como en otros trazados, porque es muy dificil acumular una ventaja por las calles como para compensar la p¨¦rdida de tiempo en los boxes. Pero si los organizadores permiten el respostaje, los coches con motores turboalimentados ganar¨¢n en maniobrabilidad y ligereza y ser¨¢n m¨¢s competitivos. En caso contrario, la ventaja de estos monoplazas frente a los de motores tradicionales, puesta de manifiesto en anteriores carreras, ser¨¢ menor o, incluso, podr¨¢ volverse en su contra.
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