Unos 180.000 trabajadores, expuestos a los efectos cancer¨ªgenos de las aminas arom¨¢ticas

Hace tres a?os, el equipo m¨¦dico del hospital de Sant Jaume y Santa Magdalena de Mataro observ¨®, a la luz de los datos obtenidos en los registros de tumores y de hospitalizaci¨®n, que el n¨²mero de casos de c¨¢ncer de vejiga atendidos en el centro era totalmente anormal. El porcentaje alcanzaba el 12% de todos los casos de c¨¢ncer, cuando el porcentaje medio en Espa?a era del 5,8%. S¨®lo hab¨ªa dos explicaciones: que hubiese alguna raz¨®n especial para que los tumores m¨¢s frecuentes no llegasen al hospital, falseando de este modo las estad¨ªsticas, o que realmente existiese en la comarca alg¨²n factor que provocase un exceso de morbilidad y mortalidad por c¨¢ncer de vejiga.Descartada la primera hip¨®tesis, el hospital encarg¨® al doctor Carlos A. Gonz¨¢lez, jefe del Servicio de Epidemiolog¨ªa y Estad¨ªstica, que iniciase una investigaci¨®n a partir de la segunda hip¨®tesis. De hecho, era presumible que hubiese un exceso de mortalidad, pues est¨¢ perfectamente demostrada la relaci¨®n que existe entre el c¨¢ncer de vejiga y la manipulaci¨®n de ciertos productos utilizados en la industria del tinte y los colorantes.

Concentraci¨®n industrial

Matar¨® y su comarca presentan una elevada concentraci¨®n de industria textil y, por lo tanto, de empresas subsidiarias de tinte y estampado. Las primeras investigaciones confirmaron plenamente las sospechas. Seg¨²n el censo ocupacional de 1975, el 32,64% de la poblaci¨®n activa de Matar¨® trabajaba en la industria textil. Por su parte, el registro de recaudaci¨®n de impuestos industriales del Ayuntamiento del a?o 1980 ten¨ªa registradas en la ciudad 34 empresas de estampados, siete de fabricaci¨®n de art¨ªculos de caucho, cinco de pinturas y, tres de barnices.

Hechas estas comprobaciones, el doctor Gonz¨¢lez inici¨® su estudio analizando la mortalidad por c¨¢ncer de vejiga registrada en Matar¨® entre 1978 y 1980 a partir de los datos estad¨ªsticos del Registro Civil. Aun teniendo en cuenta que la mortalidad de esta localidad est¨¢ subestimada, pues muchos enfermos son hospitalizados y mueren en Barcelona, la conclusi¨®n fue tajante: "Se producen en Matar¨® casi el doble de casos de c¨¢ncer de vejiga de los que deber¨ªan producirse si la tasa fuera similar a la del resto de Espa?a". Exactamente, en Espa?a se produc¨ªan 4,67 muertes por cada 100.000 habitantes y en Matar¨® se registraban 7,45.

El riesgo ocupacional

El doctor Gonz¨¢lez analiz¨® despu¨¦s la incidencia de los factores de sexo y edad, muy importantes en esta enfermedad. El c¨¢ncer de vejiga representa en Espa?a el 5,8% del total de casos nuevos de c¨¢ncer pora?o en el sexo masculino. El riesgo de contraer esta enfermedad es siete veces superior en el hombre que en la mujer, y aunque la llasa de incidencia comienza a ascender despu¨¦s de los 40 a?os, normalmente el mayor riesgo se concentra en los a?os de la llamada tercera edad.

Una vez comprobados las anteriores datos y consultada la abundante bibliografia internacional que existe sobre la relaci¨®n entre la manipulaci¨®n de ciertos productos qu¨ªmicos y el c¨¢ncer de vejiga, el doctor Gonz¨¢lez, en colaboraci¨®n con los miembros del servicio de Epidemiolog¨ªa y Estad¨ªstica, inici¨® en marzo de 1981 un estudio pormenorizado del proceso seguido por 58 enfermos fallecidos entre el 1 de enero de 1979 y el 31 de julio de 1981, seleccionados en dos fuentes: las defunciones del Registro Civil y los ingresos en el hospital de Matar¨®.

El tabaco aumenta el riesgo

Se analiz¨® primero la incidencia que pod¨ªan tener en estos casos otros factores de riesgo, como el consumo de caf¨¦ y tabaco, cuya relaci¨®n con el c¨¢ncer es reconocida tambi¨¦n intemacionalmente. Est¨¢ demostrado, por ejemplo, que el riesgo de contraer en c¨¢ncer de vejiga es 2 ¨® 3 veces superior en los fumadores que en los no fumadores. Los resultados demostraronuna incidencia muy nociva del h¨¢bito de fumar. El consumo de caf¨¦, por el contrario, no implica, seg¨²n el estudio, un incremento del riesgo de contraer el c¨¢ncer de vejiga.

Se consideraron expuestos los trabajadores de las siguientes ocupaciones: preparaci¨®n y obtenci¨®n de productos qu¨ªmicos; refino del petroleo; blanqueo, tinte y acabado de productos textiles; curtido de pieles; fabricaci¨®n de productos de caucho y pl¨¢sticos; fabricaci¨®n y vulcanizaci¨®n de neum¨¢ticos; ciertos trabajos de artes gr¨¢ficas, y el estampado textil.

El estudio lleg¨® a la conclusi¨®n de que "si se eliminara la exposici¨®n profesional, se podr¨ªa reducir en un 12% el n¨²mero de casos de c¨¢ncer de vejiga que se producen anualmente en la poblaci¨®n general". El ¨ªndice de riesgo por factores profesionales es, seg¨²n el estudio, del 5,73. Es decir, que un trabajador que ha permanecido un m¨ªnimo de un a?o expuesto, tiene 5,73 veces m¨¢s posibilidades de morir de un c¨¢ncer de vejiga que un trabajador no sometido a este riesgo. Este porcentaje aumenta hasta el 10,86 en el caso de los trabajadores expuestos que adem¨¢s fuman 20 o m¨¢s cigarrillos diarios.

"El riesgo de los fumadores que han trabajado uno o m¨¢s a?os en ocupaciones consideradas expuestas es 11 veces superior a los que no fuman y tienen otro tipo de ocupaci¨®n", se?ala el informe. La asociaci¨®n del h¨¢bito del fumar y la exposici¨®n profesional a productos cancer¨ªgenos tiene, pues, un peligroso efecto multiplicador. Seg¨²n el estudio, si se eliminara simult¨¢neamente la exposici¨®n ocupacional y el h¨¢bito de fumar, podr¨ªa evitarse el 40,7% de los casos de c¨¢ncer de vejiga que se dan en la poblaci¨®n general.

Ocho mil empresas

Los resultados obtenidos en el informe del doctor Carlos A. Gonz¨¢lez son muy similares a los obtenidos por estudios realizados en Inglaterra, Estados Unidos, Canad¨¢ e Italia sobre trabajadores expuestos al riesgo de los aminoderivados de los hidrocarburos arom¨¢ticos. Se calcula que el periodo de latencia, entre que se incicia la exposici¨®n del trabajador hasta que aparece el c¨¢ncer, es de unos 18 a?os. Los autores del informe mantuvieron contactos con empresarios de la comarca, quienes reconcieron utilizar las sustancias cancer¨ªgenas.

Seg¨²n datos facilitados por la Federaci¨®n Espa?ola de Industrias Qu¨ªmicas, en 1979 se consum¨ªan en Espa?a 1.395 toneladas de productos derivados de las am¨ªnas arom¨¢ticas. Concretamente, 985 toneladas de alfa-naftilamina, todas ellas de importaci¨®n; 400 toneladas de fenil beta-naftilamina, producidas especialmente en las provincias de ?lava y Barcelona; y 10 toneladas de orto-tolouidina, tambi¨¦n de importaci¨®n.

El Instituto Nacional de Empleo, por su parte, afirma que en 1977 (¨²ltimo a?o del que se disponen estad¨ªsticas) se produjeron en Espa?a 67.634 toneladas de colorantes y pigmentos. El informe del doctor Carlos A. Gonz¨¢lez calcula, en base a las estad¨ªsticas disponibles, con criterio restrictivo, que existen en Espa?a 8.135 empresas con 179.832 trabajadores presumiblemente,expuestos a la acci¨®n carcinogen¨¦tica de las aminas arom¨¢ticas.