El alcalde Pasqual Maragall declar¨® ayer en el juicio del fraude del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona
Una explicaci¨®n detallada de lo que era el proyecto urban¨ªstico CITA, una incursi¨®n en la vida privada del huido Antonio de la Rosa, los testimonios de diversos accionistas de paja, la fugaz declaraci¨®n de Pasqual Maragall, actual alcalde de Barcelona, defendiendo los intereses de la ciudad, y la an¨¦cdota de una llamada telef¨®nica del ministro Narc¨ªs Serra explicando que no hab¨ªa recibido ninguna citaci¨®n para ayudar en el mismo sentido, fueron los temas destacados de la segunda sesi¨®n del juicio oral por el fraude del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, que se celebra en la secci¨®n primera de lo penal de la Audiencia Provincial. La vista de este juicio finalizar¨¢ hoy al mediod¨ªa.
A las 10.30 de la ma?ana se reanud¨® el juicio oral contra los tres detenidos -Jos¨¦ Luis Bruna de Quixano, Rafael del Barco y Fernando Serena- por el fraude de 1.250 millones cometido en el seno del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, al beneficiarse de una compra-venta de 72 fincas inexistentes, en las que deb¨ªa de levantarse un importante proyecto urban¨ªstico conocido con el nombre de CITA (Centro Integral de Transportes y Almacenamiento).La sesi¨®n del juicio oral de ayer, que estuvo dedicada exclusivamente a tomar declaraci¨®n de los testigos, se abri¨® con las palabras del ex delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, Santiago Udina Martorell, quien explic¨® detalladamente en que consist¨ªa el proyecto CITA, de como se gest¨® en los despachos de Jos¨¦ Antonio Samaranch, entonces presidente de la Diputaci¨®n Provincial de Barcelona, en unas largas sesiones a las que asistieron numerosos representantes de la Administraci¨®n central. Con el proyecto CITA se pensaba, seg¨²n el testigo, acabar con el problema del tr¨¢fico y almacenamiento de camiones en Barcelona.
Pero con esta excusa comenz¨® -"nadie se dio cuenta de ello", asegur¨® el testigo- la compra de unas fincas inexistentes en la comarca del Vall¨¦s Oriental. Las operaciones fueron encomendadas al secretario general de la entidad, Antonio de la Rosa, quien redactaba personalmente los precontratos de venta de las fincas. Lo que nadie sab¨ªa entonces era que las fincas eran inexistentes y que el dinero que se destinaba a su adquisici¨®n iba a unas cuentas personales.
Si la larga declaraci¨®n presta da por Santiago Udina Martorell fue clarificadora, la de Mar¨ªa Jos¨¦ Casta?er fue reveladora de un ritmo determinado de vida y a las relaciones particulares de que insistentemente se hab¨ªa habla do al hacer referencia a todos los implicados en el fraude del Consorcio de la Zona Franca.
Hab¨ªa en la sala cierta expectaci¨®n por conocer a la mujer a la que los procesados hab¨ªan proporcionado numerosos obsequios. Se situ¨®, frente a los magistrados y explic¨® que conoc¨ªa desde hacia a?os a Fernando Serena, uno de los acusados que se sentaba en el banquillo de los acusados, que fue quien posteriormente le present¨® a Antonio de la Rosa.
Las relaciones entre quien est¨¢ calificada en los informes policiales como "se?orita de. alta costura" y los procesados qued¨® reflejada en el dato de que dijo regentar una boutique adquirida con fondos que le dieron los acusados. Confirm¨® los regalos y los cruceros mar¨ªtimos, y finalmente se refiri¨® a una llamada telef¨®nica de despedida que recibi¨® de Antonio de la Rosa en la que ¨¦ste le comunic¨® que se marchaba y que estar¨ªa un tiempo, fuera del pa¨ªs. Despu¨¦s, Mar¨ªa Jos¨¦ abandon¨® la sala dejando tr¨¢s de si una estela de comentarios y una pregunta sin responder: ?cu¨¢nto val¨ªan, en total, los regalos que hab¨ªa recibido de todos los implicados en el caso?
La larga tediosa e inacabable sesi¨®n de ayer tuvo otro punto de inter¨¦s cuando declararon, uno tras otro, el alcalde socialista de Barcelona, Pasqual Maragall; el que fue candidato centrista a la alcaldia en las elecciones de hace cuatro a?os, Carles G¨¹ell de Sentmenat; el ex concejal comunista Josep Miquel Abad; el ex concejal Miguel Cabr¨¦ Llistosella, y un ex delegado de Hacienda, Josep Maria Roig Gironella. Fueron declaraciones fugaces, realizadas a primera hora de la sesi¨®n de la tarde, y que desembocaron en una, precipitada carrera hacia la puerta, mientras desde el fondo de la sala y detr¨¢s de ellos corr¨ªa tambi¨¦n el chofer o el polic¨ªa de custodia.
Llamada de Narc¨ªs Serra
Hubo dos ausencias; la del ex alcalde Josep Maria Socias Humbert, quien durante todo el d¨ªa esper¨® pacientemente sentado en el banco del pasillo, y la del ex alcalde Narc¨ªs Serra. El ministro de Defensa hab¨ªa telefoneado a primera hora de la ma?ana al Presidente de la Audiencia Provincial comunic¨¢ndole que si bien hab¨ªa tenido conocimiento de la convocatoria judicial por los peri¨®dicos, no hab¨ªa recibido citaci¨®n judicial alguna. El hecho fue corroborado posteriormente por un funcionario de la Audiencia Provincial, quien explic¨® que la citaci¨®n de Narc¨ªs Serra jam¨¢s fue enviada, entre otras razones porque se desconoc¨ªa su domicilio en Madrid.
Por lo que respecta a Soc¨ªas Humbert, tras oirse los dem¨¢s testimonios se consider¨® que ya no era necesario el suyo.
Reiteradamente los letrados de la defensa, reclamaron la suspensi¨®n del juicio para convocar de nuevo a los testigos ausentes. La petici¨®n fue rechazada por los magistrados, y, al instante se inici¨® el tr¨¢mite de conclusiones definitivas, que qued¨® pendiente para hoy.
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