Los marroqu¨ªes, en desacuerdo con las conclusiones sobre el S¨¢hara de la 'cumbre' de Addis Abeba

Los marroqu¨ªes no est¨¢n de acuerdo con las ¨²ltimas resoluciones sobre el S¨¢hara de la reci¨¦n concluida cumbre de la OUA, celebrada en Addis Abeba. Como a fines de 1981, cuando el rey Hassan II acept¨® en Nairobi la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n para los saharauis, es de nuevo la izquierda socialista y comunista, pero tambi¨¦n el partido del Istiqlal -es decir, los tres partidos que proceden del movimiento nacionalista-, la que ha reaccionado negativamente a la aceptaci¨®n por Rabat de negociar con el Frente Polisario el cese el fuego y las condiciones previas que requiere el refer¨¦ndum.

El diario comunista Al Bayane, consideraba ayer en un editorial que la aceptaci¨®n del Polisario como interlocutor es un "retroceso que complica a¨²n m¨¢s las cosas"Para el partido comunista, Marruecos debe admitir que la Oua ha superado su crisis interna en detrimento de un Estado miembro.

"Han sacado a la RASD por la puerta", afirmaba el editorialista "pero han introducido al Polisario por la ventana".

La postura de los socialistas marroqu¨ªes es de sobra conocida. Ya estuvieron en contra de la aceptaci¨®n del refer¨¦ndum en 1981. Por esa raz¨®n, el rey Hassan II envi¨® en septiembre de ese a?o a la c¨¢rcel al secretario general de partido, Abderrahim Buabid, y a cuatro de los m¨¢s destacados miembros del bur¨® pol¨ªtico.

El propio ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucceta, que presidi¨® la delegaci¨®n marroqu¨ª en Addis Bbeba, parec¨ªa querer curarse en salud ayer, a su regreso a Marruecos, cuando afirmaba que "hemos obrado a la luz de los consejos y las instrucciones de su majestad el rey Hassan II". Su partido, el Istiqlal, ya exasperado por los resultados de las pasadas elecciones, que entiende le han sido robadas, se ha mostrado redicalmente opuesto a la resoluci¨®n adoptada en la capital et¨ªope.

Lo curioso y a la vez parad¨®jico es que las fuerzas pol¨ªticas marroqu¨ªes, particularmente la izquierda, nunca han entendido que el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n haya de ser tomado en serio, y lo interpretaron como una cuesti¨®n de puro tr¨¢mite.

Esta oposici¨®n interior es quiz¨¢ la que sugiri¨® la interpretaci¨®n restrictiva del refer¨¦ndum, expresada por Hassan II cuando lo calific¨® de "simplemente confirmativo".

El verano que se aproxima corre el riesgo de ser aut¨¦nticamente caliente en Marruecos. La izquierda, la oposici¨®n, e incluso el Istiqlal, con ocho ministros en el Gobierno, acaban de sufrir en las pasadas elecciones municipales un traumatismo que les ha hecho dudar, casi definitivamente, de la intenci¨®n del poder de permitir una democracia m¨ªnimamente homologable y representativa en este pa¨ªs.

En septiembre, el rey Hassan II deber¨¢ llamar de nuevo a elecciones, esta vez legislativas, como prometi¨®. La respuesta de los partidos puede entonces no ser muy positiva para palacio. En verano tambi¨¦n deben entrar en vigor importantes medidas econ¨®micas impuestas por la actual insolvencia marroqu¨ª, que seg¨²n los expertos del Banco Mundial han de traducirse en la devaluaci¨®n de la moneda, la reducci¨®n en un 50% del plan de inversiones y la eliminaci¨®n de las subvenciones que se conceden a media docena de art¨ªculos de m¨¢ximo consumo; es decir, a aquellos que en junio de 1981 dieron origen a los cruentos sucesos de Casablanca.