El primer ministro marroqu¨ª acusa a su propio Gobierno de falsificar los recientes resultados electorales
El primer ministro marroqu¨ª, Maati Buabid, presidente del partido Uni¨®n Constitucional, que a los dos meses de su constituci¨®n result¨® ganador por mayor¨ªa en las pasadas elecciones del 10 de junio, acaba de acusar al Gobierno que ¨¦l dirige -y en esto se suma a las denuncias de la oposici¨®n comunista y socialista y del partido del Istiqlal- de haber falsificado los comicios.
Por sorprendente que la noticia pueda parecer, el partido del primer ministro estima que la Administraci¨®n, es decir, el Ministerio del Interior de su Gobierno, ha lesionado con sus fraudes los derechos de numerosos candidatos de la Uni¨®n Constitucional, y en consecuencia ha pedido a todos los afectados que presenten querella judicial contra el Gobierno.Esta decisi¨®n del primer ministro marroqu¨ª, que sienta un ex¨®tico precedente en las relaciones de los Gobiernos consigo mismos, puede tener serias consecuencias y llevar a la anulaci¨®n de las elecciones pasadas, dado que por primera vez en la historia electoral, ganadores y perdedores se sienten igualmente defraudados. Ello lleva, obviamente, a una pregunta que en Marruecos no es ninguna perogrullada: ?de qu¨¦ Gobierno es ministro del Interior el ministro del Interior marroqu¨ª?
El bur¨® pol¨ªtico del partido comunista hab¨ªa enviado ya al rey Hassan II una carta solicitando la anulaci¨®n de los comic¨ªos por fraudulentos, y pidiendo la celebraci¨®n de nuevas elecciones, comicios que ser¨ªan controlados por una comisi¨®n nacional en la que deber¨ªan participar junto alGobierno representantes de los partidos pol¨ªticos.
El comit¨¦ ejecutivo del partido Istiqlal con ocho ministros en el actual Gabinete, ha calificado las elecciones de "falsificaci¨®n.de la voluntad popular", ha dicho que han resultado elegidos candidatos seleccionados de antemano por la Administraci¨®n y ha pedido a todos los candidatos que se sientan lesionados que presenten querella judicial contra el Gobierno.
Las bases del partido han pedido a la direcci¨®n que, ante el fraude electoral, retire del Gobierno a los ministros.
Para los socialistas, que se unen a todas las cr¨ªticas anteriores, estas elecciones desacreditan por anticipado al Parlamento que debe formarse en septiembre pr¨®ximo, un tercio del cual es elegido indirectamente por los consejeros elegidos el pasado 10 de junio.
Puesto que la denuncia del primer ministro Buabid parece sugerir que existen dos Gobiernos, la pregunta es qu¨¦ har¨¢ ahora el otro, el de verdad. En esta situaci¨®n de descontento generalizado de ganadores y vencidos, con un refer¨¦ndum a la vista en el S¨¢hara que debe llevarse a cabo antes de fin de a?o en condiciones que los partidos nacionalistas rechazan, con unas elecciones legislativas que estaban previstas para septiembre, y una crisis econ¨®mica y social que se agudizar¨¢ por esa ¨¦poca, es muy posible que el rey Hassan II decida decretar un nuevo estado de excepci¨®n por lo menos por lo que queda de a?o. Al fin y al cabo, esto no ser¨ªa nada nuevo, pues de 1965 a 1976 Marruecos vivi¨® once a?os de estado de excepci¨®n declarado, primero, y de facto despu¨¦s.
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