Avanza la regulaci¨®n de los partidos pol¨ªticos en Nicaragua
La guerra que se libra en las fronteras de Nicaragua, con su secuela de movilizaciones y estados de emergencia, no ha interrumpido el debate que se sigue en el Consejo de Estado sobre la ley de partidos pol¨ªticos, primera pieza del andamiaje legal que debe conducir a los comicios de 1985. La segunda ser¨¢ la ley electoral, que debe estar ultimada para diciembre.Despu¨¦s de definir a los partidos como agrupaciones ideol¨®gicas que aspiran al poder pol¨ªtico, los integrantes del Consejo de Estado nicarag¨¹ense han aprobado el cap¨ªtulo de sus derechos, entre los que destaca el hacer proselitismo en todo el pa¨ªs con los instrumentos legales a su alcance, incluidos los medios de comunicaci¨®n masiva.
De los art¨ªculos aprobados hasta ahora (falta todav¨ªa la mitad de la ley) se deduce que la regulaci¨®n de la vida partidista en Nicaragua difiere escasamente de la que existe en pa¨ªses de democracia parlamentaria. Una de las restricciones espec¨ªficas es la prohibici¨®n de cualquier grupo que pretenda, restablecer el somocismo, aunque ¨¦sto no signifique gran cosa en la pr¨¢ctica.
Los sandinistas se han apoyado para ello en vetos similares establecidos por las constituciones de Italia y Alemania al t¨¦rmino de la Segunda Guerra Mundial contra los movimientos fascistas. Pero la ley no consigui¨® en estos pa¨ªses anular a partidos que se inscribieron con otro nombre, asumiendo ideolog¨ªas de esa misma familia. Otro tanto puede suceder en Nicaragua con el somocismo.
Puntos imprecisos
Un tema que preocupa a los partidos conservadores nicarag¨¹enses, integrados en la coordinadora democr¨¢tica, es la obligaci¨®n de asumir los logros de la revoluci¨®n, que la ley declara irrenunciables. La pr¨¢ctica pol¨ªtica futura puede tambi¨¦n vaciar de contenido esta norma, ya que no existe ning¨²n texto de rango constitucional que defina el contenido de tales logros y ¨¦stos no dejan de estar sometidos al vaiv¨¦n del momento. Por lo dem¨¢s, valores como la justicia social y la econom¨ªa mixta no pasan de ser principios gen¨¦ricos en los que cabe casi todo.El Consejo de Estado no ha entrado a¨²n a discutir sobre el organismo que va a tener en sus manos la posibilidad de anular la inscripci¨®n de un partido. Seg¨²n el texto primitivo, este alto tribunal estar¨ªa constituido por tres representantes designados por la Junta de Gobierno y dos por los propios partidos. Los grupos que integran el frente patri¨®tico de la revoluci¨®n junto a los sandinistas han protestado con energ¨ªa por esta disposici¨®n y exigen que los representantes de los partidos sean mayor¨ªa, ya que de otro modo su supervivencia depender¨ªa exclusivamente del Gobierno.
Otra cuesti¨®n no suficientemente aclarada a¨²n es c¨®mo va a aplicarse la ley bajo una situaci¨®n de emergencia como la que vive el pa¨ªs desde el mes de marzo de 1982, con todos los peri¨®dicos sometidos a censura previa. El derecho de las formaciones pol¨ªticas a la propaganda y a la cr¨ªtica de los actos de gobierno tiene un dif¨ªcil encaje en la situaci¨®n actual.
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