Reposici¨®n de 'La kermesse heroica', una visi¨®n ir¨®nica de los tercios de FIandess
Hoy vuelve a las pantallas espa?olas La kermesse heroica, una pel¨ªcula francesa rodada en 1935 que tiene mucho que ver con los espa?oles pero que estuvo in¨¦dita en Espa?a hasta el 4 de junio de 1968. Su director, Jacques Feyder, un arist¨®crata belga afincado en el cine franc¨¦s, muri¨® en 1948, a los 62 a?os. Su irregular carrera, en la que hay desde lo peor a lo mejor, estuvo indisolublemente unida a la de su esposa, Franjolse Rosay, famosa actriz y protagonista del filme.
Jaeques Feyder, con Jean Renoir y Marcel Carl¨ª, incorpor¨® al cine las m¨¢s decantadas tradiciones del natural¨ªsmo, elaboradas por el teatro franc¨¦s de fin de siglo XIX. Fue un director raro, rutinario unas veces y original¨ªsimo otras, autor de engendros y de obras de enormes vuelos. La kermesse heroica es, sin duda, su me jor obra, un cine en cierta manera sin equivalente, un islote lleno de fuerza, de humor, de vigor, de gozo y de vida, al mismo tiempo brutal y divertid¨ªsimo, en el que lo refinado y lo b¨¢rbaro conviven en una visi¨®n ins¨®lita de la historia de los Tercios espa?oles en Flandes en los ¨²ltimos a?os del siglo XVI.Tan ins¨®lita era esta visi¨®n que el filme, aun sin ser en modo alguno antiespa?olista, fue rotundamente prohibido por la censura imperial del franquismo originario, que vio en ¨¦l la torba mano de la leyenda negra.
Canto a la vida
Pero antes tambi¨¦n hab¨ªa sido prohibido por la censura nazi en Alemania, que se dio l¨®gicamente por aludida ante este canto a la vida y a la libertad; y por la propia censura casera de los nacionalistas radicales flamencos, que lograron impedir vi¨®lentamente el estreno de la pel¨ªcula en la ciudad de Brujas, tras los esc¨¢ndalos que hab¨ªan producido sus estrenos en Par¨ªs y Bruselas.La estela de mezquinas prohibiciones y esc¨¢ndalos no hizo otra cosa que engrosar la leyenda de un filme que estaba condenado a aumentar la n¨®mina de los grandes mitos de la pantalla. La kermesse heroica es uno de los filmes m¨¢s perfectos y acabados de que hay noticia; una monumental, y sin embargo minuciosa hasta el miniaturismo, reconstrucci¨®n de un d¨ªa de la vida de un Tercio espa?ol en una aldea flamenca ocupada.
El ritmo vivo, trepidante y matem¨¢tico; el complejo y perfecto gui¨®n; los soberbios tipos creados por los actores, como ese capell¨¢n castrense que encarna el gran Louis Jouvet; todo en este filme fluye en aut¨¦ntico estado de gracia.
En su tiempo, La kermesse heroica cost¨® una fortuna: ocho millones de francos. Tras su tormentoso estreno y las prohibiciones que le siguieron, las aguas se fueron calmando poco a poco, hasta su consagraci¨®n a finales de 1936 con el gran premio del cine franc¨¦s y la consideraci¨®n como mejor filme del a?o por la dura cr¨ªtica neoyorquina.
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