Par¨ªs no celebrar¨¢ la exposici¨®n del bicentenario de la Revoluci¨®n Francesa

La Exposici¨®n Universal de 1989, que deb¨ªa organizar Francia, en Par¨ªs, para celebrar el bicentenario de la Revoluci¨®n Francesa, no tendr¨¢ lugar. El presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, ha tomado esa decisi¨®n a causa de las dificultades y obst¨¢culos que opon¨ªa el alcalde de Par¨ªs, Jacques Chirac.El proyecto surgi¨® de Marcel Dassault, el c¨¦lebre constructor de aviones y decano de la Asamblea nacional, cuando se abri¨® la sesi¨®n oto?al del hemiciclo, hace m¨¢s de dos a?os. Medio en serio medio en broma, arrolladas sus palabras por torrentes de aplausos, risas o movimientos de hombros dijo que, para salir de la crisis econ¨®mica, lo que hac¨ªa falta era organizar una exposici¨®n universal en Par¨ªs.

M¨¢s tarde, Mitterrand le secuestr¨® el proyecto y lo puso en marcha de acuerdo con el alcalde de Par¨ªs, Jacques Chirac, y con el presidente del Consejo de la Regi¨®n Parisiense, Michel Giraud (tambi¨¦n del partido chiraquista, RPR), puso en marcha la organizaci¨®n de la exposici¨®n universal que con memorar¨ªa los bicentenarios de la Revoluci¨®n Frances a y de los derechos humanos.

A pesar del acuerdo de principio de Ch¨ªrac, la evoluci¨®n de los preparativos complic¨® crecientemente el problema debido a las visiones o actuaciones divergentes de los dos enemigos pol¨ªticos, Mitterrand y Chirac.

Anteayer, por fin, el alcalde de Par¨ªs, oficialmente, anunci¨® que no se reun¨ªan las condiciones para la celebracion de la exposici¨®n. Y, esto, por varias razones: la vida de los parisienses y la actividad de la regi¨®n ser¨ªan perturbadas gravemente por los trabajos preparatorios. La situaci¨®n de crisis econ¨®mica no aconseja este gasto gigantesco. Pero, a pesar de todo, Chirac propon¨ªa la celebraci¨®n en las cercan¨ªas de la capital, en Marne la Val¨¦e, concretamente.

Y Mitterrand, ayer, dijo "basta". En un comunicado p¨²blico .anunci¨® que, al no haber acuerdo de los participantes (Estado, Villa de Par¨ªs, Regi¨®n Parisiense), "la exposici¨®n no se celebrar¨¢".

Si los adversarios de Chirac denuncian su actuaci¨®n como sosppechosa pol¨ªticamente, sus partidarios creen entender que el golpe bajo es de Mitterrand, "que a la vista de las dificultades econ¨®micas para los trabajos que fuerza la exposici¨®n, ahora, ha hecho mutis sirvi¨¦ndose de Chirac.