Premio para la The Swiss Jazz School Big Band

Con la celebraci¨®n del habitual concurso para grupos aficionados se inici¨® el XVIII Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n. Es buena idea comenzar el festival con este tipo de conciertos, que registran la asistencia moderada de un p¨²blico amigable y peripat¨¦tico. No as¨ª el jurado, que ha de estar todo el tiempo amarrado al duro banco, en cumplimiento de su honroso deber. Y lo digo con conocimiento de causa, porque llevo a?os formando parte de ¨¦l.Para dar idea de lo dif¨ªcil de la labor del jurado, dir¨¦ que la m¨²sica que se escucha en este concurso va de lo sorprendentemente bueno hasta no dir¨¦ lo terrible, porque de eliminar esto se encarga un comit¨¦ de selecci¨®n. Este a?o se le unieron en la tarea de eliminaci¨®n las autoridades francesas, al no permitir el paso a un grupo de polacos que parec¨ªa uno de los favoritos sobre el papel. El concurso qued¨® as¨ª reducido a cuatro grupos. El fallo del jurado dio el primer premio a la Swiss Jazz School Big Band, de Suiza, como es l¨®gico; el tromb¨®n Damilo Moccia, de esta misma banda, obtuvo el premio al mejor solista del concurso.

El grupo espa?ol Clunia gan¨® el segundo premio en el apartado de conjuntos, y su pianista, Amador Nani Garc¨ªa, obtuvo el premio especial de la casa discogr¨¢fica Jazz Stop a la mejor composici¨®n y arreglos. Respecto a este fallo, y dada mi calidad de miembro del jurado, no har¨¦ ning¨²n comentario. Como dir¨ªa cualquiera de esos dos genios del pensamiento contempor¨¢neo, Hern¨¢ndez y Fern¨¢ndez, es mi opini¨®n y yo la comparto.