Preocupaci¨®n en Portugal por el plan de estabilizaci¨®n
El duro plan de estabilizaci¨®n econ¨®mica anunciado por el Gobierno portugu¨¦s ha provocado preocupaci¨®n en la calle y cr¨ªticas generalizadas de la oposici¨®n, tanto de la derecha como de la izquierda. El plan, acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) prev¨¦ sacrificios para los ciudadanos, que ver¨¢n mermado su nivel de vida, y una pr¨¢ctica patalizaci¨®n de la econom¨ªa hasta finales de 1984, que acarrear¨¢ un incremento del paro.El partido comunista, primero de la oposici¨®n, a¨²n no se ha pronunciado colegiadamente, y ello se espera con inter¨¦s, pues marcar¨¢ la pauta que seguir¨¢ la intersindical, la m¨¢s poderosa central sindical del pa¨ªs.
Las medidas econ¨®micas tampoco han agradado a la oposici¨®n de la derecha, representada por el partido democristiano, Centro Dem¨®crata y Social (CDS), que echa de menos la definici¨®n de un modelo de sociedad. Para este partido, las medidas "no surgen como algo integrado en un proyecto nacional que contemple un modelo pol¨ªtico-econ¨®mico para el Portugal del futuro, con objetivos y horizontes bien definidos".
Seg¨²n los democristianos, las medidas del Gobierno comportan el riesgo de "comprometer definitivamente el relanzamiento de la comunidad nacional hacia destinos de justicia y prosperidad".
No se han pronunciado a¨²n los partidos integrantes de la coalici¨®n gubernamental, el socialista (PS) y el socialdem¨®crata (PSD), aunque es de suponer que deber¨¢n respaldar la acci¨®n gubernamental sin reservas. El PSD deber¨¢ hacerlo pese a que el ministro de finanzas, Hernani Lopes, explicara que el plan ven¨ªa forzosamente determinado por "la falta de rigor en la pol¨ªtica econ¨®mica de los gobiernos anteriores". El partido socialdem¨®crata formaba parte de los gobiernos anteriores y fue solidario, cuando no autor, de sus decisiones econ¨®micas, por lo que queda en una situaci¨®n inc¨®moda.
En otro plano, el portugu¨¦s de a pie se apresta a hacer m¨¢s agujeros a su cintur¨®n, cosa que ya ven¨ªa haciendo. El poder adquisitivo de los salarios, que disminuy¨® un 1,5% en 1982, lo va a hacer este a?o entre el 4% y 5% si la inflaci¨®n se consigue mantener en un l¨ªmite del 25%. Los precios, que en algunos bienes y servicios esenciales han tenido subidas del 40% al 50% en los ¨²ltimos siete meses, van a seguir hacia arriba si el Gobierno persiste, como se espera, en su pol¨ªtica de precios reales.
Esta pol¨ªtica es necesaria para evitar en lo posible las subvenciones estatales que sobrecargan los d¨¦ficits presupuestarios. El panorama se cierra con la prevista subida de las tasas de desempleo, situadas entre el 8% y el 11 % de una poblaci¨®n activa de 4,5 millones de personas.
Hay en paro actualmente unas 380.000 personas, seg¨²n fuentes oficiales, ¨® 550.000, seg¨²n fuentes sindicales. Ahora, la paralizaci¨®n de inversiones en el sector p¨²blico van a empujar las cifras. El Gobierno considera excedentarios del 30% al 40% de los 250.000 puestos de trabajo del sector empresarial del Estado. Los ministros de Finanzas y de Trabajo presentar¨¢n la pr¨®xima semana a centrales sindicales y a patronales un proyecto de ley de rescisi¨®n temporal de contratos de trabajo, en el que se determinar¨¢n las directrices en la materia. Es m¨¢s que dudoso que se llegue a un acuerdo.
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