Peligra el di¨¢logo de la guerrilla salvadore?a con Richard Stone y la comisi¨®n de paz

Una radical discrepancia sobre la cuesti¨®n electoral podr¨ªa conducir al fracaso las conversaciones a dos bandas emprendidas esta semana por la guerrilla salvadore?a con el embajador norteamericano Richard Stone y la comisi¨®n gubernamental de paz. La izquierda acepta ir a las urnas s¨®lo bajo la garant¨ªa de un Gobierno de conciliaci¨®n nacional, en el que exige tener participaci¨®n. Ni Estados Unidos ni las autoridades de San Salvador est¨¢n dispuestos a considerar una remodelaci¨®n del Ejecutivo en este sentido.Las declaraciones del dirigente guerrillero Mario Agui?ada en Bogot¨¢, despu¨¦s de un desayuno con el presidente Betancur, en nada contribuyen al di¨¢logo. "Estamos a un paso de la victoria militar revolucionaria", dijo. "La apertura de negociaciones demuestra que Estados Unidos nos ha reconocido y legitimizado", a?adi¨®.

El embajador Stone, que tras su reuni¨®n con la guerrilla se ha entrevistado con los presidentes de Colombia y Venezuela, ha reaccionado manifestando que los rebeldes tratan de dar la impresi¨®n de que, o se les concede el poder, o van a tom¨¢rselo. "Eso ser¨ªa inaceptable para el pueblo de El Salvador", agreg¨®.

En medios de la capital salvadore?a se asegura que el di¨¢logo se ha estancado en su mismo comienzo, ya que ambas posic iones se muestran irreductibles. El Gobierno de ?lvaro Maga?a no est¨¢ dispuesto a modificar su composici¨®n antes de las elecciones. Su actitud se ha flexibilizado en los ¨²ltimos meses, pero no hasta ese punto.

S¨®lo bajo fort¨ªsimas presiones norteamericanas cabr¨ªa esperar nuevas concesiones en el sentido que exige la izquierda, pero el propio Ronald Reagan se ha comprometido a no negociar el poder antes de la celebraci¨®n de los comicios. Para Estados Unidos, las urnas van a significar el definitivo hundimiento de las fuerzas guerrilleras. No es l¨®gico, desde su punto de vista, que les coriceda previamente un asiento en el Gobierno.