El olfato del perro
La nariz de un can es un poderoso instrumento de investigaci¨®n y un captor de olores inaccesibles para el ser humano
Ya comenzaba a caer la tarde. Era el mes de mayo y el campo se encontraba tranquilo. Camin¨¢bamos mi perro y yo con parsimonia cuando, de repente, el animal qued¨® totalmente quieto. Fueron s¨®lo unos segundos. Luego corri¨® con bastante ligereza hasta un papel que, tirado por alg¨²n descuidado paseante anterior, permanec¨ªa en el suelo. Debajo de aquella muestra de incivismo sali¨® un diminuto rat¨®n que se nos perdi¨® a la vista en fracciones de segundo, tal vez engullido por la boca de la cercana madriguera.Seguimos paseando. No s¨¦ en qu¨¦ pensar¨ªa el perro, pero yo reflexionaba. A la distancia en que avistamos el papel, unos 12 a 15 metros, yo ¨²nicamente percib¨ª con los ojos su presencia, en la que a decir verdad no repar¨¦ hasta que el perro corri¨® hacia ¨¦l. Pero mi perro, casi con seguridad, capt¨® tres sensaciones. Con los ojos lo vio, con sus o¨ªdos escuch¨® el breve ruido del ratoncillo que bajo el papel se remov¨ªa y su nariz percibi¨® posiblemente tres olores perfectamente diferenciados: el del papel en s¨ª, el olor de lo que el papel envolvi¨® y el del rat¨®n que bajo ¨¦l se escond¨ªa.
ELICIO D?MBRIZ
RIDRUEJO,
Mi perro, reconoc¨ª, me lleva mucha ventaja.
Hace unos a?os, el hombre estudi¨® por medio de sofisticados aparatos la medida aproximada del poder olfativo del perro y lleg¨® a una conclusi¨®n: tomando como olfato patr¨®n el nuestro, resulta que un perro posee una capacidad que nos sobrepasa en m¨¢s de mil millones de veces. S¨¦ perfectamente que este resultado es discutible y no ser¨¦ yo quien acepte la dial¨¦ctica sobre el tema, pero as¨ª lo han afirmado los cient¨ªficos.
La fermentaci¨®n de la manteca produce una sustancia que se denomina ¨¢cido but¨ªrico. Como ejemplo, nos servir¨¢ decir que el olfato humano necesita 7.000 millones de mol¨¦culas de ¨¢cido but¨ªrico por cent¨ªmetro c¨²bico de aire para detectarlo, mientras que el perro puede captar la presencia del citado ¨¢cido con s¨®lo 9.000 mol¨¦culas presentes en la misma cantidad de aire. Produce asombro, pero es as¨ª.
Pensar con el olfato
Con un sentido tan desarrollado, cabe preguntarse cu¨¢ntos olores puede percibir un can y m¨¢s a¨²n si ser¨¢ capaz de almacenar en su memoria toda la informaci¨®n que su nariz le env¨ªa.
Se ha llegado a decir que el perro piensa con el olfato, y eso es una tonter¨ªa, pero de lo que no cabe duda es de que la nariz de un can es un instrumento poderos¨ªsimo que deber¨ªamos ayudarle a conservar en vez de impacientarnos cuando en los paseos de cada d¨ªa se para una y otra vez investigando su alrededor, su mundo de olores m¨¢gicos.
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