La llamada 'autopista' Le¨®n-Asturias
Conviene decirlo porque el usuario de la carretera se puede ver sorprendido si se decide a hacer el trayecto Le¨®n-Asturias por la denominada autopista. Tras tomar la misma en La Virgen del Camino, al sur de Le¨®n y viniendo de la carretera de Zamora, se discurren unos pocos kil¨®metros por una aut¨¦ntica autopista (es decir, con dobles calzadas desdobladas, per¨ªmetro cerrado, intersecciones a otro nivel, etc¨¦tera), para toparse casi de repente con el pago del primer peaje (500 pesetas) y la sorpresa de ver c¨®mo la autopista deriva en una carretera. Una simple carretera. Buena, estupenda a veces, pero nada m¨¢s.La sorpresa es mayor porque en algunos tramos esa buena carretera carece de arcenes -o ¨¦stos son sumamente estrechos, lo que puede originar en caso de aver¨ªas m¨¢s de un atasco y un serio peligro.
La obra ha sido ingente y en ella se evidencia la impronta de la ¨¦poca franquista, gustosa de fastos fara¨®nicos, de inutilidades. Por kil¨®metros y kil¨®metros, junto a la carretera est¨¢ hecha la explanaci¨®n precisa para convertir la carretera en autopista, pero ha tenido que quedarse en mantillas, porque el tr¨¢fico no da para justificar el despilfarro de una autopista.
Por otra parte, ni aun en el caso de que en un futuro se decidiera ampliar la carretera, desdobl¨¢ndola para convertirla en autopista, ser¨¢n inevitables los cuellos de botella que se producir¨¢n en los siete t¨²neles y un viaducto existentes para salvar Pajares, que suman ocho kil¨®metros y medio. Ser¨ªa terriblemente costoso hacer t¨²neles diferentes para la subida y la bajada, y esa inversi¨®n en caso alguno estar¨ªa justificada. Las obras actuales han sido rematadas gracias a la intervenci¨®n estatal, que, como es sabido, se ha visto en la necesidad de nacionalizar a la empresa concesionaria, Aucalsa, promotora de la idea de la autopista bajo la ¨¦gida del ministro de obras Silva Mu?oz.
El peaje de 785 pesetas, injustificado
As¨ª, pues, el usuario debe abonar por el total del recorrido 785 pesetas y se encuentra con que transita por una carretera, a veces sin arcenes o sin arcenes suficientes, con rampas inadmisibles para una autopista, con bajadas de porcentajes igualmente no homologables en autopistas y autov¨ªas, y con radios en muchas curvas que no permiten altas velocidades.Por supuesto, la nueva carretera de Huerma (que tal debe ser su nombre) cumple un objetivo b¨¢sico, como es el hacer posible y sin riesgos la comunicaci¨®n entre Asturias y la meseta, salvando la peligrosa muralla del puerto de Pajares, mito e hito negro en nuestras comunicaciones por carretera.
El tr¨¢fico en estas primeras semanas de funcionamiento ha sido aceptable y a¨²n mayor de lo esperado, si bien muchos lo achacan a la novedad de esta nueva v¨ªa.
Las previsiones, sin embargo, son algo distintas: s¨®lo se espera que en los meses de invierno y cuando caigan nevadas esta carretera de peaje tendr¨¢ tr¨¢fico abundante; pero lo gravoso del peaje, el no ser una autopista y hasta la belleza de Pajares sin nieve har¨¢n que el tr¨¢fico de turismos se reparta entre ambas carreteras y que los camiones (que tienen que abonar 1.820 pesetas por todo el recorrido) s¨®lo utilicen masivamente la misma en ¨¦pocas climatol¨®gicas adversas.
En resumen, que esta costos¨ªsima obra hubiera prestado el mismo servicio realizada en plan carretera y simplemente en el tramo que hoy ocupan los t¨²neles con un simple ramal para unir sus accesos con la carretera nacional 630 (Le¨®n-Oviedo).
El coste hubiera sido infinitamente mejor, y el servicio a la comunidad, el mismo que hoy se ofrece.
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