El abogado de Mateu presenta una querella contra sus presuntos secuestradores

El abogado Juan C¨®rdoba Roda, catedr¨¢tico de Derecho Penal de la universidad de Barcelona, presentar¨¢ hoy una querella en nombre de Ram¨®n Mateu contra los presuntos implicados en el secuestro de su representado. En esta querella solicitar¨¢ que el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Barcelona decline su competencia en favor de la Audiencia Nacional, alegando que los delitos cometidos por espa?oles contra espa?oles en el extranjero son competencia de la Audiencia Nacional.

Enrique Chinchilla, abogado del detective Jorge Luis Colomar, afirm¨® ayer que "la actuaci¨®n de mi defendido y de los dem¨¢s presuntos implicados en el caso Mateu estuvo dentro de la legalidad, ya que la ley permite a cualquier ciudadano espa?ol detener al procesado que se encontrare en rebeld¨ªa siempre que lo entregue a la autoridad en un plazo no superior a las 24 horas, cosa que todos ellos cumplieron".El sumario que el juez de instrucci¨®n ha elaborado por esta causa fue entregado ayer a los abogados de los acusados. En el sumario constan las declaraciones de casi todos los guardias civiles del Servicio de Informaci¨®n del cuartel de la calle de Navas de Tolosa que, seg¨²n Colomar y Miguel Morales, detective que trabajaba a las ¨®rdenes de Colomar en la agencia Investigator, pactaron la entrega de Mateu en Espa?a.

Avisado el comandante

El guardia civil Jos¨¦ Fern¨¢ndez Romera -conocido como el Pepillo- declar¨® ante el juez que Colomar, durante la segunda quincena de agosto, le hab¨ªa llamado para avisarle de que Ram¨®n Mateu iba a pasar la frontera clandestinamente para visitar a su familia. Fern¨¢ndez Romera explic¨® al jefe accidental del Servicio de Informaci¨®n, cabo Fernando Toledo P¨¦rez, la informaci¨®n que hab¨ªa recibido. El cabo, posteriormente, habl¨® con el jefe del IV Sector, de Tr¨¢fico de la Guardia Civil, comandante Wifredo Mestres. El comandante, seg¨²n las declaraciones de estos dos guardias civiles, se mostr¨® interesado por la informaci¨®n de Colomar, dio su permiso para realizar la operaci¨®n y pidi¨® que se le mantuviera informado. Cuatro o cinco d¨ªas despu¨¦s, el comandante volvi¨® a interesarse por el tema.Colomar, posteriormente, se fue con Pepillo hasta la frontera, en donde reconocieron el terreno por donde deb¨ªa pasar Mateu. En todo momento, seg¨²n sus declaraciones al juez, el guardia civil desconoc¨ªa que Mateu iba a pasar secuestrado la frontera. Este reconocimiento del terreno contaba con el permiso del cabo Toledo.

Colomar y Fern¨¢ndez Romera quedaron de acuerdo en que el d¨ªa en que Mateu fuera a pasar la frontera, el detective llamar¨ªa al guardia civil para informarle y, as¨ª, poder detenerlo. Los guardias civiles, al igual que Colomar y Morales, afirman que hubo una reuni¨®n informal en el bar del cuartel. Mientras que todos los guardias civiles niegan que en esa reuni¨®n se hablara del tema, los detectives insisten en que all¨ª se qued¨® de acuerdo en algunos puntos oscuros de la operaci¨®n.

Amarrado a un ¨¢rbol

Seg¨²n las declaraciones de Morales, 25 minutos despu¨¦s de que se realizara el secuestro en La Grande Motte (Francia), ¨¦l llam¨® a la Guardia Civil para avisar de que Mateu ya iba en direcci¨®n a Espa?a, poni¨¦ndose al tel¨¦fono el guardia S¨¢enz. S¨¢enz le dijo que hab¨ªa complicaciones y le pas¨® el tel¨¦fono al sargento S¨¢nchez. El sargento, seg¨²n estas declaraciones, dijo a Morales que hab¨ªan surgido problemas y que la Guardia Civil no podr¨ªa ir a recoger a Mateu. S¨¢nchez, siempre seg¨²n Morales, le sugiri¨® a ¨¦ste que dejaran a Mateu amarrado a un ¨¢rbol en Espa?a para que lo encontrara la polic¨ªa.En el sumario tambi¨¦n consta que Mateu se encontraba registrado en el hotel Frantel bajo el nombre supuesto de Mattens. Las declaraciones del inspector Jon¨¢s, del Cuerpo Superior de Polic¨ªa, se?alan que hacia las cuatro de la madrugada del d¨ªa 22 recibi¨® en su casa una llamada de Colomar en la que le dec¨ªa que ten¨ªa a Mateu. Jon¨¢s llam¨® a la Brigada de Seguridad Ciudadana, que envi¨® dos coches K. Cuando llegaron, un coche Z ya hab¨ªa detenido a Mateu y a sus secuestradores.