El aparente suicidio de un banquero en Mosc¨² revive las historias de espionaje
El suicidio del representante de un banco brit¨¢nico en Mosc¨² -un hombre solitario y taciturno, seg¨²n los que le conocieron- ha levantado, tres meses despu¨¦s de haber ocurrido, una oleada de misteriosos rumores en la comunidad occidental de la capital sovi¨¦tica, comenz¨¢ndose a pensar que el suceso pudo ser algo m¨¢s que un suicidio: una oscura historia de espionaje. El aparente suicidio, el pasado mes de junio, de Dennis Skinner -jefe de la oficina de representaci¨®n del banco londinense Midland- dio lugar a una investigaci¨®n oficial del Gobierno brit¨¢nico, seg¨²n se supo hace pocos d¨ªas en Mosc¨².Con la cabeza envuelta en un blus¨®n y una de las perneras de su pantal¨®n rotas, el cad¨¢ver de Skinner fue encontrado una ma?ana del pasado mes de junio bajo la ventana de su apartamento, situado, 12 pisos m¨¢s arriba, en un gueto para extranjeros del extremo de la avenida de Leninski de Mosc¨².
Al principio la noticia no sorprendi¨® excesivamente, a pesar de que no se conocen estad¨ªsticas al respecto. Se cree que, como en los dem¨¢s pa¨ªses n¨®rdicos, Rusia ofrece una alta tasa de suicidios. Semanas antes de la muerte de Skinner, un hombre de negocios norteamericano falleci¨® en un incomprensible accidente de tr¨¢fico que s¨®lo pod¨ªa tener como explicaci¨®n el suicidio. Hechos de este tipo no son del todo infrecuentes en la comunidad extranjera de Mosc¨², sometida habitualmente a grandes tensiones y a un clima propicio a la depresi¨®n.
Sin embargo, en el caso de Skinner hab¨ªa algo m¨¢s, seg¨²n pudo saberse hace pocos d¨ªas. Las investigaciones llevadas a cabo por el Gobierno brit¨¢nico despu¨¦s del suceso no eran s¨®lo rutinarias. D¨ªas antes de morir, Skinner hab¨ªa entregado una nota manuscrita a la mujer de un colega brit¨¢nico en la que dec¨ªa que hab¨ªa detectado la presencia de un topo del espionaje sovi¨¦tico dentro de la propia Embajada del Reino Unido en la URSS y que, por ello, ten¨ªa miedo de ser asesinado.
Los diplom¨¢ticos brit¨¢nicos se pusieron en contacto inmediato con Skinner y le ofrecieron dormir esa noche en casa de uno de los funcionarios de la embajada, seg¨²n se ha sabido meses despu¨¦s. As¨ª lo hizo, pero a la ma?ana siguiente Skinner regres¨® a su apartamento y decidi¨® -aparentemente- poner fin a su vida.
Echar tierra sobre el asunto
Skinner -que hab¨ªa superado ya la barrera de los 50 a?os- ten¨ªa fama de hombre reservado. En los ¨²ltimos tiempos, las cosas parec¨ªan hab¨¦rsele complicado a¨²n m¨¢s: su empresa, tratando de reducir gastos, hizo regresar a Londres al adjunto brit¨¢nico que le acompa?aba y cerr¨® la c¨¦ntrica oficina que el Midland manten¨ªa en Mosc¨². Skinner ten¨ªa previsto, de todos modos, volver definitivamente a Londres este oto?o.Diversos hombres de negocios occidentales se mostraron intrigados desde un primer momento por el fallecimiento de su colega, cuyo cad¨¢ver nadie vino a recoger a Mosc¨², sino que fue enviado por avi¨®n a Londres. "Parec¨ªa como si sovi¨¦ticos y brit¨¢nicos trataran r¨¢pidamente de echar tierra sobre el asunto", comentaba ayer un colega de Skinner.
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