La comisi¨®n Kissinger, en Am¨¦rica Central
La comisi¨®n Kissinger ha iniciado su itinerario, seis pa¨ªses en seis d¨ªas, por Am¨¦rica Central, lo que deja poco tiempo para digerir la informaci¨®n recibida. Sin embargo, es un viaje ¨²til. El viaje de inspecci¨®n de los comisionados contrasta con la pasividad de la diplomacia americana, que, marchando a la deriva con falta de decisi¨®n y de objetivos, oblig¨® al presidente Reagan a pedir la ayuda de Kissinger en julio.No es que esa falta de orientaci¨®n parezca perturbar a la Administraci¨®n. Am¨¦rica Central parece estable; sin intervenir con sus tropas, Washington ha evitado el derrumbe. Sus mandatarios han provocado una costosa guerra en Nicaragua y se han negado a negociar con la guerrilla izquierdista de El Salvador. Mientras prepara su campa?a electoral, Reagan desea que Am¨¦rica Central se mantenga como est¨¢.... fuera del incendio. Pero, aunque sea una fugaz visita, podr¨ªa demostrar lo err¨®neo de esta pol¨ªtica o la ausencia de ella. En nombre del respeto a la ley internacional y a las fronteras, Estados Unidos lleva a cabo una guerra ilegal contra la Nicaragua sandinista. La comisi¨®n Kissinger aterrizar¨¢ en el mismo aeropuerto de Managua, que fue bombardeado hace pocas semanas por un avi¨®n suministrado por la CIA. Y en El Salvador, la comisi¨®n viajera ser¨¢ protegida por las mismas fuerzas de seguridad que amenazan la causa democr¨¢tica que los comisionados tratan de promover. Tan flagrantes son los cr¨ªmenes de la extrema derecha que han provocado una dura protesta del Departamento de Estado. Con comprensible desesperaci¨®n, el Departamento de Estado censura al Gobierno salvadore?o por no refrenar el terror. ( ... ) Un motivo de confusi¨®n ha -sido la negativa aconceder el visado al jefe de la oposici¨®n salvadore?a, a quien hace meses trataba de encontrar el enviado personal de Reagan. El pretexto que se invoc¨® contra Rub¨¦n Zamora era que no condenaba la violencia, corno si Roberto d'Aubisson, el l¨ªder derechista, no hubiese propugnado el exterminio de todos los izquierdistas.
Palabras y hechos no concuerdan en las respuestas de Washington a las propuestas de tregua de los mediadores de Contadora: Venezuela, Colombia, M¨¦xico y Panam¨¢. La Administraci¨®n afirma que apoya sus esfuerzos, pero reh¨²ye decir c¨®mo se realizar¨¢n de hecho esos objetivos pac¨ªficos. ( ... )
?Qu¨¦ es lo que m¨¢s preocupa a Reagan en Am¨¦rica Central? ?Bases hostiles y asesores extranjeros? ?Democracia y respeto por los derechos humanos? ?La santidad de las fronteras y la no intervenci¨®n? La Administraci¨®n ha realizado lo incre¨ªble: ha apostado a las dos caras de los principios que est¨¢n en juego en Am¨¦rica Central. Su juego consiste en no ceder en nada y dejar que cada cual piense lo que quiera sobre esta pol¨ªtica que favorece, a la vez, a los rebeldes y al Gobierno, a los dictadores y a los dem¨®cratas. ( ... )
Cuando se form¨® la comisi¨®n, Kissinger record¨® los d¨ªas amargos del debate sobre Vietnam. "Es necesario evitar", dijo, "la misma incertidumbre, acerca de los objetivos y de lo que es posible alcanzar, que caracteriz¨® dicha ¨¦poca". Sabias palabras para un viaje que puede ser fruct¨ªfero.
11 de octubre
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