La producci¨®n interior de inform¨¢tica se cuadriplicar¨¢ en el per¨ªodo 1982-1987, seg¨²n el Plan Electr¨®nico

La inform¨¢tica ser¨¢ la punta de lanza del sector electr¨®nico en los pr¨®ximos cinco a?os. Este subsector es el que obtiene en el Plan Electr¨®nico Nacional 1983-1987 un tratamiento m¨¢s detallado, por considerarse que es el que m¨¢s puede influir en la modernizaci¨®n del resto de los sectores de la econom¨ªa espa?ola. Las previsiones realizadas por los autores del plan indican que la producci¨®n interior de inform¨¢tica se multiplicar¨¢ por 4,4 y que las exportaciones aumentar¨¢n 5,2 veces sobre las cifras de 1982. El programa, que hoy ser¨¢ sometido al examen de la Comisi¨®n Delegada de Asuntos Econ¨®micos, contempla 41 medidas de fomento para este subsector.El plan sienta como objetivo para el subsector inform¨¢tico situarse en un consumo aparente de 290.200 millones de pesetas para 1987 (el 42% del total del sector), lo que supone doblar holgadamente los actuales 134.300 millones -ver cuadro- y aumentar el peso de la inform¨¢tica respecto al conjunto sectorial, del 31,3% al 42%. Para ello se exige un crecimiento anual acumulativo del 34,9%.

M¨¢s significativo que estas cifras es el compromiso de aumentar la importancia de la fabricaci¨®n en Espa?a de equipos inform¨¢ticos (fundamentalmente, ordenadores), que pasar¨ªa de 32.200 millones de pesetas a 158.000 millones en valores absolutos. La importaci¨®n tambi¨¦n aumentar¨¢, pero en menor medida. Con ello, se doblar¨¢ la cobertura del consumo interior con producci¨®n nacional, es decir, la capacidad de la industria espa?ola para abastecer el mercado interior. En 1982 el ¨ªndice de cobertura ha sido del 10,3% (producto de restar las exportaciones al valor del volumen producido, en relaci¨®n con el valor del consumo de equipos), y pasar¨¢ a situarse en el 21,4% para 1987.

Para lograr estos crecimientos del consumo y la producci¨®n, el documento anuncia un paquete de 41 medidas, de fomento fiscal y financiero, y de iniciativas concretas, alguna de las cuales ya se ha puesto en marcha. Entre las iniciativas propuestas destacan un plan piloto de ofim¨¢tica; la creaci¨®n de una comisi¨®n conjunta con la Oficina Ol¨ªmpica del Ayuntamiento de Barcelona para planificar las necesidades inform¨¢ticas de los juegos de 1992; y la constituci¨®n de bases de datos en la Administraci¨®n, a desarrollar por empresas espa?olas, que ser¨¢n subvencionadas en parte.

Los cuatro subplanes

Las principales medidas fiscales y financieras de este paquete incluyen la modificaci¨®n legislativa para que las adquisiciones de software sean consideradas a todos los efectos como activos fijos, de modo que se facilite la obtenci¨®n de cr¨¦ditos, y la autorizaci¨®n para que los equipos inform¨¢ticos fabricados en Espa?a puedan amortizarse en tres a?os. Asimismo se propone la creaci¨®n de una l¨ªnea especial en el Banco de Cr¨¦dito Industrial para las empresas compradoras de productos inform¨¢ticos y la fundaci¨®n de una sociedad de capital-riesgo para la financiaci¨®n de proyectos del sector.El Plan Electr¨®nico dedica uno de sus cap¨ªtulos fundamentales a la desagregaci¨®n horizontal de las propuestas, de lo que resultan cuatro programas, sobre compras p¨²blicas, investigaci¨®n, difusi¨®n de la tecnolog¨ªa e ¨ªmplantaciones industriales. El programa de compras p¨²blicas -ver EL PA?S del 15 de octubre- establece la necesidad de una nueva ley en la que se planifique obligatoriamente la pol¨ªtica de compras de la Administraci¨®n. El de investigaci¨®n y desarrollo cuantifica las ayudas directas (subvenciones y cr¨¦ditos baratos) para este fin, que ascienden a 19.945 millones de pesetas y el de difusi¨®n tecnol¨®gica prev¨¦ la creaci¨®n de una red de centros que dispongan de grandes ordenadores en los que las empresas podr¨¢n cubrir una primera fase del aprendizaje inforin¨¢tico.

El plan de implantaciones industriales establece una serie de criterios que "permitan seleccionar las mejores oportunidades y al mismo tiempo, hacer saber p¨²blicamente qu¨¦ iniciativas se favorecet¨¢n y qu¨¦ iniciativas se rechazar¨¢n". El documento hace hincapi¨¦ en los principios de ampliar el grado de cobertura de nuestro consumo por nuestra producci¨®n propia y lograr niveles internacionales de competitividad. Ambos principios se desarrollan en once criterios. Entre ellos destacan el de especializaci¨®n productiva; el de un creciente grado de nacionalizaci¨®n; la estabilidad a largo plazo de los empleos creados; y el desarrollo de tecnolog¨ªa en el interior del pa¨ªs.

Los beneficios que se derivar¨¢n de dichos criterios ser¨¢n, entre otros, una reducci¨®n de aranceles "para todos aquellos componentes integrantes del producto que se fabrique y de los que no exista producci¨®n nacional", la posibilidad de importaciones espec¨ªficas para complemento de gamas y el tratamiento preferencial en las compras de la Administraci¨®n.