La insolidaridad del socialismo mediterr¨¢neo

La decisi¨®n adoptada ayer por los ministros de Agricultura de los diez pa¨ªses de la CEE, al aprobar con car¨¢cter inmediato una reforma de los reglamentos interno y externo del sector hortofrut¨ªcola, confirma los temores que ten¨ªa el Gobierno espa?ol sobre la nueva jugada francesa que se avecinaba, y que motiv¨® que el presidente Felipe Gonz¨¢lez lanzara duros, ataques contra la falta de solidaridad de los miembros de la Comunidad, y en especial de algunos socialistas, durante su viaje a Italia y Grecia.Felipe Gonz¨¢lez ha intentado decir todo lo que el lenguaje diplom¨¢tico le permit¨ªa para guardar las formas, pero ha sido tajante en el contenido. Desde decir que la opini¨®n p¨²blica espa?ola no puede seguir esperando sine die la adhesi¨®n a la CEE, hasta que Europa occidental s¨®lo conseguir¨¢ una plena participaci¨®n de Espa?a en todas sus instituciones cuando de verdad exista esa integraci¨®n en el tema prioritario de su pol¨ªtica exterior como es el ingreso en la Comunidad. El presidente del Gobierno se ha quejado de la falta de solidaridad socialista y de las falsas promesas francesas en las reuniones de La Granja y de Par¨ªs. E incluso ha llegado a amenazar con un cambio en su pol¨ªtica exterior.

En concreto, el temor espa?ol se centraba en el tema del reglamento hortofrut¨ªcola, que en la ¨²ltima cumbre comunitaria de junio, en Stuttgart, qued¨® englobado dentro de una reforma completa de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC), al igual que en el de la reforma del sistema financiero, y todo ello unido simult¨¢neamente a la adhesi¨®n de Espa?a y Portugal. Pero el inter¨¦s del Gobierno socialista franc¨¦s por beneficiar a sus agricultores del Midi y de no seguir perdiendo puntos en la cada vez m¨¢s deteriorada carrera electoral de 1986 hizo. que Par¨ªs presionara en las ¨²ltimas semanas para sacar adelante y por separado esos reglamentos antes de la pr¨®xima cumbre.

Al acordar ayer los ministros de Agricultura de los diez proteger las frutas y las verduras -el llamado acervo mediterr¨¢neo- de la competencia de esos mismos productos procedente de terceros pa¨ªses, Espa?a no s¨®lo tendr¨¢ que pagar en adelante un mayor arancel (entre el 8% y el 20%) s¨ª quiere vender sus tomates y sus naranjas en la Comunidad, sino que ver¨¢ condicionadas mucho m¨¢s por ese nuevo mercado proteccionista sus futuras negociaciones para la integraci¨®n de su agricultura. Lo misma incertidumbre ocurrir¨¢ con el aceite de oliva. ?Qu¨¦ deber¨¢ hacer Espa?a antes de tener la garant¨ªa de estar dentro de la Comunidad? ?Ponerse a cortar olivos en Andaluc¨ªa?, ?qu¨¦ cantidad o qu¨¦ cosechas sustitutivas?

Por tanto, el optimismo reflejado por algunos funcionarios del Gobierno, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, que recib¨ªa en Luxemburgo la noticia y se?alaba que existe un elemento positivo ya que ahora quedan desbloqueadas las negociaciones en otros temas, como pesca y cuestiones sociales, es cuanto menos precipitado.