El habla de los andaluces

Siendo asiduo lector de este peri¨®dico, he le¨ªdo con sorpresa, estupor y una gran indignaci¨®n la carta que Concepci¨®n P¨¦rez ha escrito referente al habla de los andaluces (17-10-1983). En primer lugar, mi m¨¢s en¨¦rgica protesta al se?or Cebri¨¢n por permitir publicarla, confundiendo lamentablemente la libertad de expresi¨®n con la ofensa p¨²blica a todo un pueblo. Esta buena se?ora nos ha dicho sencilla y llanamente que los andaluces, ya sean cultos o incultos, intelectuales o profesionales, no tenemos educaci¨®n (me permito recordar que ella es andaluza) y, adem¨¢s, se permite el lujo de aconsejar a la Junta de Andaluc¨ªa que promueve sistemas de autoeducaci¨®n ciudadana (cuando empiece a funcionar el primer sistema le enviar¨¦ una fotocopia). Luego contin¨²a insultando con frases como "ininteligible verborrea, afectada y chillona", y que con la "guassa" y la "grassia" no se arreglan los problemas de Andaluc¨ªa.

Pues bien, me permito contestarle de la siguiente manera:

En Andaluc¨ªa, como en todos los sitios, hay gente que habla bien y gente que habla mal, gpr¨ªte simp¨¢tica y gente antip¨¢tica, y a lo peor la gente con la que usted ha conversado al venir a Andaluc¨ªa es su propio c¨ªrculo de amigos, por lo que el generalizar de la forma que usted lo ha hecho denota una gr an falta de conocimiento de lo que es el pueblo andaluz.

F¨ªjese si el pueblo andaluz es inteligente, que a las personas como usted las echamos a Barcelona (mil, perdones al resto de andaluces que viven all¨ª, que me merecen el m¨¢ximo respeto). H¨¢ganos un favor: qu¨¦dese en Barcelona (que conste qu¨¦ lo siento por los catalanes); con andaluces como usted ya tenemos bastante mala fama como para que encima nos insulte en un peri¨®dico. Autoed¨²quese, que buena falta le hace. /