Aplazada hasta la tarde de hoy la sentencia por el asalto al cuartel de Berga
Los nuevos abogados defensores de los ocho procesados vascos acusados del asalto al cuartel de Berga presentar¨¢n, probablemente, recurso de casaci¨®n a efectos de nulidad de la vista oral celebrada ante ayer en L¨¦rida. Aunque la sentencia del consejo de guerra no se conocer¨¢ hasta esta tarde, los hasta ahora abogados defensores firmaron ayer a mediod¨ªa las actas de la vista, que "recogen enteramente nuestra protesta en el sentido de que estuvimos presentes en el juicio, para no incurrir en delito de desacato al Tribunal Militar, pero como meros abogados observadores, no como defensores", explic¨® uno de los letrados.
El Tribunal Militar -seis capitanes y el coronel Jos¨¦ L¨®pez de Sep¨²lveda, que act¨²a como presidente- permanec¨ªa ayer todav¨ªa reunido en proceso de deliberaci¨®n y redacci¨®n de la sentencia, y ha convocado a los abogados para las seis de la tarde de hoy, jueves, para dar a conocer el contenido del fallo. Paralelamente, la sentencia ser¨¢ comunicada a las partes: el juez instructor, el fiscal de la causa y los nueve procesados. ?stos, internos en la prisi¨®n de L¨¦rida, "mantienen un buen ¨¢nimo, aunque no, acaban de entender lo que ocurri¨® en el consejo de guerra", seg¨²n uno de los abogados, que los visit¨® a primera hota de la tarde de ayer.El fiscal militar, en sus conclusiones definitivas, rebaj¨® considerablemente su petici¨®n de penas solicitadas anteriormente para los nueve procesados. Mientras en las conclusiones provisionales hab¨ªa solicitado 142 a?os de c¨¢rcel para ocho de los encausados, y 145 a?os para otro de ellos, al final de la vista del consejo de guerra pidi¨® penas que oscilan entre los 40 y los 95 a?os de prisi¨®n, por lo que se refiere a los ocho acusados vascos.
En el caso del catal¨¢n Jordi Puig, que tuvo ocasi¨®n en el juicio de negar su participaci¨®n en el asalto, aunque reconoci¨® haber ayudado al comando en su huida de Berga, la petici¨®n del fiscal fue de 29 a?os de c¨¢rcel. Fuentes jur¨ªdicas han indicado que esta rebaja en las peticiones es producto del cambio en el C¨®digo de Justicia Militar.
Por su parte, el abogado de Puig solicit¨® la absoluci¨®n de ¨¦ste o, subsidiariamente, una pena de siete meses de c¨¢rcel por colaboraci¨®n con bandas armadas. En este sentido, propuso como comparaci¨®n el grado de penas impuestas a los asaltantes del sector a¨¦reo de San Sebasti¨¢n, acci¨®n que ETApm realiz¨® la noche del 15 de noviembre de 1980, coincidiendo con el asalto al cuartel de Berga, "con la diferencia de que en Berga no hubo ni disparos ni ning¨²n militar herido".
Doble incidencia
Dos circunstancias de gran importancia han incidido en el desarrollo del consejo de guerra que han incrementado la tensi¨®n de los aspectos de orden p¨²blico y tambi¨¦n los estrictamente judiciales:En primer lugar, el secuestro y asesinato del capit¨¢n Alberto Mart¨ªn Barrios, que ha a?adido dramatismo al desarrollo de la vista, adem¨¢s del espectacular aumento de las medidas de seguridad. As¨ª, en el juicio, uno de los abogados, el defensor de Jordi Puig, insinu¨® la posibilidad de aplazamiento de la causa por "las especiales circunstancias que concurren en este consejo". Esta alusi¨®n fue r¨¢pidamente cortada por el presidente del tribunal, quien actu¨® de manera en¨¦rgica y dura con los abogados. Sin embargo, el presidente se comport¨® de manera perfectamente correcta al admitir que el procesado Jordi Puig se manifestara en todo momento en catal¨¢n, lo que equivale a una "normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica en los tribunales militares". En segundo lugar, la renuncia de ocho de los nueve procesados, los vascos, a sus defensores. Esta renuncia, comunicada el pasado s¨¢bado a la autoridad jur¨ªdica militar, no fue admitida por "no ser momento procesal oportuno, ya que ha pasado ya el tr¨¢mite de defensa y ya se ha publicado la orden de la regi¨®n se?alando fecha y composici¨®n del consejo
Esta circunstancia origin¨® el primer enfrentamiento del consejo de guerra entre el presidente del tribunal y los abogados. Uno de ellos lleg¨® a pedir expresamente,al presidente: "Ya que no soy abogado defensor de ning¨²n procesado, le solicito permiso para salir de la sala", extremo este que fue negado por el tribunal. Un representante del decano del Colegio de Abogados de Barcelona, presente como observador ¨¦n la sala, explic¨® tambi¨¦n al tribunal militar que los abogados llevaban raz¨®n en su actitud de no realizar defensa alguna, pero que continuaban presentes en el consejo para no incurrir en un delito de desacato. Los abogados solicitaron a dicho Colegio que realice un informe sobre las posibles,coacciones que "hemos sufrido en este proceso judicial" y lo elev¨¦ al Consejo Superior de la Abogac¨ªa.
Para cubrir el vac¨ªo de defensa de los procesados, ¨¦stos firmaron ayer, a las cuatro de la tarde, en la prisi¨®n de L¨¦rida y ante el notario Luis Antonio Tej¨²car, un documento de apoderamiento para que un grupo de abogados de Madrid y otro de Barcelona puedan llevar a cabo el recurso de casaci¨®n correspondiente.
Los abogados de Barcelona, entre los que se encuentran Augusto Gil Matamala, Luis Kuauel, Luisa Domingo y Jes¨²s Viladrich, anunciar¨¢n, en el plazo de cinco d¨ªas despu¨¦s de ser conocida la sentencia, al fiscal militar la interposici¨®n de dicho recurso de casaci¨®n por quebrantamiento de forma en el consejo de guerra.
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