La simplicidad como atractivo

El atractivo de este deporte es su simplicidad y bajo coste econ¨®mico, as¨ª como el hecho de que puede ser practicado desde los 6 hasta los 60 a?os. Para practicarlo s¨®lo se precisan unas zapatillas, una raqueta m¨¢s estrecha que la de tenis, pero m¨¢s ligera (175 gramos) y flexible, y una red, sin olvidarse del shutlle, especie de peque?a pelota de goma con paraca¨ªdas (de 14 a 16 plumas clavadas), que hace a la vez de proyectil, con la ventaja de que no lastima. Pesa entre 4,73 y 5,50 gramos.Su t¨¦cnica, basada en el juego de mu?eca, consiste en la variaci¨®n de cuatro golpes universales para todos los juegos de raqueta: saque o servicio, smash, rev¨¦s y lob, cuyo dominio requiere un m¨ªnimo esfuerzo. Se puede practicar durante todo el a?o y el entrenamiento est¨¢ garantizado.

A nivel de competici¨®n, el badminton se hace m¨¢s sofisticado, con una cancha artificial de 13,40 metros de largo por 5,20 de ancho, para los partidos de individuales, y 6,10 para los de dobles, dividida igual que la de tenis, y una red de 0,75 metros de altura, a 1,524 del suelo. Los partidos son a tres set de 15 tantos cada uno, en los hombres, y 11, en las mujeres. Los tantos se consiguen solamente conservando el servicio. A diferencia del tenis, el shuffle, de saque debe pasar la red en el primer golpe, no dos, y para servir el jugador golpea de abajo a arriba, conservando la raqueta por debajo de la cintura. El juego, rapid¨ªsimo, est¨¢ vigilado por los jueces y un ¨¢rbitro, que juzgan los errores cometidos.