Los presos del KOR son rehenes del Gobierno polaco, afirma el historiador Jan Jozef Lipski
Est¨¢ en marcha en Polonia el proceso contra el Comit¨¦ de Autodefensa Social (KOR), la organizaci¨®n surgida en 1976 tras la protesta obrera en Ursus y Radom para ayudar a los obreros despedidos del trabajo y maltratados por la polic¨ªa. El KOR fue en principio una organizaci¨®n de Intelectuales con fines asistenciales que luego se transform¨® en fermento pol¨ªtico e inspir¨® a muchos de los trabajadores que despu¨¦s fueron los l¨ªderes del sindicato independiente Solidaridad tras la declaraci¨®n de la ley marcial, el 13 de diciembre de 1981. Los dirigentes de KOR fueron primero internados y luego encarcelados y procesados bajo la acusaci¨®n de "tratar de derrocar por la fuerza el sistema vigente".
Jacek kuron, Adam Miclinik, Henryk Wujec y Zbigniew Romaszewski esperan en la c¨¢rcel su proceso, porque sus delitos fueron excluidos de la ley de Amnist¨ªa aprobada el pasado mes de julio. Otro de los acusados, Jan Litynski, aprovech¨® un permiso para desaparecer en la clandestinidad. Hay un sexto acusado entre los dirigentes de KOR que est¨¢ libre en Varsovia. El historiador de literatura Jan Jozef Lipski se ha librado moment¨¢neamente de la c¨¢rcel y del proceso, gracias a su delicada salud. Lipski fue encarcelado en diciembre de 1981, acusado de organizar la huelga de la f¨¢brica de tractores de Ursus en respuesta a la ley marcial.Por motivos de salud, Lipski no fue juzgado y le permitieron viajar a Londres para ser tratado m¨¦dicamente. EL uno de septiembre de 1982, Lipski se enter¨® en Londres de la acusaci¨®n contra KOR y contra ¨¦l, e inmediatamente volvi¨® a Varsovia para entregarse a las autoridades y someterse al proceso. El pasado diciembre volvi¨® a salir de la c¨¢rcel por su delicada salud. El juicio por organizar la huelga en Ursus qued¨® cerrado con la amnist¨ªa de julio, pero el de KOR sigue pendiente de la recuperaci¨®n del seriamente afectado coraz¨®n de este intelectual de 57 a?os que se neg¨® a escoger el camino del exilio "porque ya no tengo edad para ello y mi sitio est¨¢ aqu¨ª". En una cafeter¨ªa cercana a la Universidad de Varsovia, Lipski habl¨® con el corresponsal de EL PAIS en la capital polaca.
"Despu¨¦s de los tres primeros meses de arresto, y al ser prolongado por otros tres, me despidieron del Instituto de Investigaciones Literarias de la Academia de Ciencias Polacas. No guardo rencor a mis jefes porque s¨¦ que tuvieron que actuar obligados", dice Lipski, que hoy d¨ªa vive gracias al trabajo de su mujer, "y mis amigos tambi¨¦n me ayudan".
Lipski cree que el proceso contra KOR "no mejorar¨¢ la opini¨®n sobre nuestras autoridades y nuestro sistema judicial. KOR siempre estuvo contra el empleo de la fuerza y muchas veces lo hemos demostrado; no hay pruebas de lo contrario. Durante los numerosos registros sufridos, lo m¨¢ximo que encontraron fueron multicopistas, y con esta maquinaria no se derriba un sistema por la fuerza".
Est¨¢ de acuerdo Lipski con el calificativo de rehenes para los presos de KOR, Ias autoridades presentan as¨ª el asunto cuando dicen que si se entregan los de la clandestinidad se podr¨¢ dar otro trato a la gente procesada del KOR y de Solidaridad. ?sta es una situaci¨®n t¨ªpica de reh¨¦n".
Monumento 'surrealista'
A las puertas de la f¨¢brica de Ursus hay un monumento en recuerdo a los sucesos del a?o 1976. En el texto, grabado en una l¨¢pida, se recuerda la labor de aquellos hombres que acudieron en defensa de los obreros, una clara referenci¨¢ al KOR. Hoy d¨ªa, el monumento sigue en pie y aquellos hombres esperan el proceso. Lipski reconoce sonriente que el calificativo de surrealista define acertadamente la paradoja, aunque "no s¨¦ cuanto tiempo permanecer¨¢ ah¨ª el monumento. Los obreros de Ursus estaban muy vinculados al KOR por lo ocurrido en 1976. Zbigniew Bujak, el dirigente de la huelga de 1980 (hoy uno de los l¨ªder-es clandestinos de Solidaridad), era un act¨ªvista relacionado con el KOR".Recuerda Lipski que en agosto de 1980 "Bujak estaba fascinado por la historia de Comisiones Obreras en Espa?a. Cuando empezaron las huelgas en Ursus, en un primer momento se utiliz¨® el nombre de Comisi¨®n Obrera, que los obreros conocian por las publicaciones clandestinas anteriores a la huelga". ' La t¨¢ctica de infiltrar los sindicatos oficiales creados por las autoridades tras la prohibici¨®n de Solidaridad no cree Lipski que sea adecuada, "pero antes de 1980 era v¨¢lida tanto la infiltraci¨®n como el intento de crear sindicatos independientes".
En Polonia est¨¢ abierta la discusi¨®n sobre el sentido de la lucha clandestina, que muchos consideran un sacrificio est¨¦ril.
Lipski cree que "la liquidaci¨®n de Solidaridad clandestina ser¨ªa una derrota moral para toda la sociedad. Yo comprendo la situaci¨®n extremadamente dificil que atraviesan los clandestinos y no guardo rencor a los que no resisten y se entregan, pero con la condici¨®n de que no se dejen utilizar para fines propagand¨ªsticos. La mayor¨ªa no act¨²a as¨ª. Yo respeto a los que se entregan, pero respeto m¨¢s a¨²n a los que siguen en la clandestinidad".
WIadyslaw Harclek, uno de lo cinco l¨ªderes de la direcci¨®n de Solidaridad, apareci¨® el pasado me de agosto ante las c¨¢maras de la televisi¨®n y pidi¨® la renuncia a las manifestaciones y protestas, que supuso un fuerte golpe para la oposici¨®n al r¨¦gimen.
Sobre las perspectivas de futuro, Lipski est¨¢ convencido de que pronto habr¨¢ nuevas protestas obreras, debido a la situaci¨®n econ¨®mica, "pero los acontecimientos, que puedan cambiar la situaci¨®n general no creo que est¨¦n pr¨®ximos. Con seguridad, Solidaridad no ha muerto. S¨®lo se da una situaci¨®n en la que los simpatizantes no est¨¢n dispuestos a actuar activamente".
Para Lipski, el futuro est¨¢ lleno de inc¨®gnitas, y no cree probable que Polonia siga un proceso similar al de la vecina Checoslovaquia porque "Solidaridad se convirti¨® en un hecho duradero de nuestra vida sociopol¨ªtica. En Checoslovaquia lograron extirpar el movimiento de resistencia bastante pronto, y aqu¨ª eso no parece probable".
Dentro del KOR, Lipski ejerc¨ªa funciones de tesorero, y se define pol¨ªticamente como socialdem¨®crata, "con ciertas modificaciones de un pensador polaco llamado Abramowski hacia el anarcocooperativismo".
En el momento de despedirse, Lipski quiere a?adir un punto que considera muy importante: "Hay que llamar la atenci¨®n de que entre los presos de la c¨¢rcel de Mokotow hay uno, el dirigente de Solidaridad Andrzej Gwiazda, que est¨¢ muy enfermo".
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