Ya Un a?o de Gobierno socialista
( ... ) Los nuevos gobernantes se han visto forzados a asimilar realismo en grandes dosis. Han empezado a vislumbrar la inviabilidad de muchas de sus pretensiones anteriores. Han descubierto que pueden contar con la colaboraci¨®n de instituciones de las que secularmente hab¨ªan recelado, aunque ah¨ª les queda a¨²n no poco que aprender. En resumen, y como tantos otros antes, han iniciado el aprendizaje de la responsabilidad. Pero lastrados a¨²n por sus anteriores planteamientos y por el temor a quienes, desde su izquierda, a cada nuevo paso hacia la moderaci¨®n les lanzan la acusaci¨®n de derechizaci¨®n. Creemos que ¨¦sa es la situaci¨®n de nuestros actuales gobernantes en general y especialmente de su presidente, cuyo temple sensato y realista no es ninguna novedad. ?Cu¨¢nto dar¨ªa por tragarse la inviable promesa de los 800.000 puestos de trabajo! ?Cu¨¢nto por poder dar marcha atr¨¢s en decisiones econ¨®micas que nos ponen al borde de la quiebra nacional! ?Cu¨¢nto por racionalizar el desarrollo de las autonom¨ªas! ?Cu¨¢nto por borrar aquella promesa de refer¨¦ndum sobre la incorporaci¨®n a la OTAN! Ni que decir tiene que, en esa evoluci¨®n hacia el realismo constructivo, nuestros gobernantes tienen nuestro apoyo. Y aunque sea grande el da?o que su apriorismo ha causado al pa¨ªs, si la rectificaci¨®n completa llega a tiempo se habr¨¢ obtenido la maduraci¨®n de un partido que ya estar¨ªa plenamente capacitado para alternar en el Gobierno con pleno sentido de sus responsabilidades y dentro del marco del socialismo europeo m¨¢s eficaz.El peligro es que, ante la imposibilidad de cumplir sus quim¨¦ricas promesas y seguramente por la resistencia de algunos a abandonar sus posiciones radicales, haya dentro del Gobierno quienes optan por la v¨ªa de la demagogia. Pensamos en el sectarismo de la pol¨ªtica exterior, que s¨®lo se abre camino a base de nubes de humo de confusi¨®n, en los criterios descaradamente partidistas para la provisi¨®n de puestos, en la desatinada pol¨ªtica sobre los funcionarios p¨²blicos, en el achabacanamiento y la tendenciosidad crecientes de los medios de comunicaci¨®n controlados por el Estado (...).
28 de octubre
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