La invasi¨®n de Granada y sus consecuencias

The New York TimesHa pasado una semana y la mayor¨ªa de los americanos parecen ambivalentes sobre el viaje a Granada. Se sienten, a la vez, bien e inc¨®modos. En suma, se dan cuenta de las torpes declaraciones y falta de visi¨®n de la Administraci¨®n, pero, no obstante, se inclinan a aceptar la empresa. Algunos pensaron que la invasi¨®n de Granada se justificaba para salvar la vida de algunos cientos de estudiantes de Medicina, aunque luego result¨® que estabanm¨¢s atemorizados por la invasi¨®n que por lo que les hab¨ªa acontecido anteriormente. (...) Restaurar la democracia en Granada sonaba como una buena rnisi¨®n. Pero ?por qu¨¦ solamente en Granada? ?Por qu¨¦ no en Hait¨ª, o en Cuba? ( ... ) Comoel presidente, finalmente admiti¨® la verdadera raz¨®n de la invasi¨®n: la presencia de cubanos construyendo un aeropuert¨® sospechoso para exportar el terror. ( ... )

Pese a todo lo que se ha dicho y hecho, la inspiraci¨®n real y la justificaci¨®n de la invasi¨®n de Granada se encuentra en ese falso sentimiento de impotencia, debido a los a?os de una pol¨ªtica decepcionante de retiradas americanas, derrotas y tambi¨¦n de inferioridad nuclear. Y la inevitable secuela de la impotencia es la envidia de la presumida ventaja rusa en operar libremente a trav¨¦s de las fronteras, explotar¨ªdo las libertades de la democracia sin un Congreso o una Prensa o una opini¨®n p¨²blica interna que los frene. Tal vez es demasiado tarde para invadir Cuba o Nicaragua, pero Granada cambiar¨¢ el curso de los acontecimientos. ( ... )

2 de noviembre