Un falso diagn¨®stico
En su carta del 15-N, Manuel S¨¢nchez tumba a Umbral, Rosa Montero, Ferlosio y un poco menos a Benedetti, porque tumbar es darles por agotadas "imaginaci¨®n, sensibilidad e inteligencia", terceto indispensable en todo escritor. Chorrada es llamar as¨ª lo que sale del gat¨®mano Umbral y de Rosa en EL PAIS.. Quien de cualquier tema hace casi siempre cosa digestible, amena, pedazo de acierto y vida, no tiene agotadas esas facultades.T¨¦ngalo por axioma, se?or S¨¢nchez, lo suyo no es juzgar literatura, sino lanzar su gusto o disgusto ante ella. Seguro. Les tumba lo que les sobra. El Spleen del carism¨¢tico Paco, uno delos novamases de la letra intercontinental, suele golpear fuerte, y Rosa posee tan bello nombre como la prosa. As¨ª, en rima, que queda mejor. F¨ªjese con lupa en Umbral (si puede entenderlo) y en la ¨²ltima p¨¢gina del peri¨®dico donde hay, firmando, a la izquierda, adem¨¢s de Rosa, varias plumas de clase: Verd¨², Cueto y Vicent. A Maruj a le va m¨¢s la entrevista.
Que Ferlosio y Benedetti no tienen estil¨ªsticamente el nivel del quinteto resalta tras breve an¨¢lisis comparativo. Exhiben buen contenido, claro, que por algo llevan ideas en la memoria y d¨¦cadas enletrando, pero no esa forma din¨¢mica, ¨¢gil, moderna, de la ¨²ltima p¨¢gina y del Spleen. La carencia de estilo adecuado al tiempo del misil y la abundancia del tradicional, nada expresivo, es lo p¨¦simo de la escritura hispana.
Cr¨¦ame, emiti¨® usted un dictamen a a?os luz de la verdad. Expongo no la m¨ªa, sino la ¨²nica. Nada de hiperbolismo defensor. Mientras lo v¨¢lido sea tumbado, malo: se?al de jubcultura o partidismo ideol¨®gico. A Umbral se le puede soltar eg¨®tico, rojizo, incluso tiranosaurio y ¨¢spid del verbo, porque muerde mucho y reparte latigazos metaf¨®ricos, pero nunca corto imaginativo. Anda excedente de lo que usted le niega.
Lo s¨ª criticable lo vi en el editorial del mismo 15-N, donde son nombradas 10 figuras literarias aptas para el Premio Cervantes de a?os venideros, y ninguna era la del gat¨®mano.
?Infravaloraci¨®n del diario EL PAIS hacia su diario colaborador? /
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