Jos¨¦ Luis G¨®mez se propone rescatar una obra cl¨¢sica de Calder¨®n con el "estreno absoluto" de 'Absal¨®n'
Jos¨¦ Luis G¨®mez, en este IV Centenario del Teatro Espa?ol de Madrid, de cuya gesti¨®n es responsable, considera que era imprescindible representar un cl¨¢sico. "Y he escogido Absal¨®n, de Calder¨®n de la Barca, porque como empec¨¦ aqu¨ª con La vida es sue?o, que era un ¨¦xito seguro, he querido efectuar ahora un rescate. Es muy posible que ¨¦ste sea su estreno absoluto". Absal¨®n, que aplazase al martes d¨ªa 6, cuenta con un reparto encabezado por Antonio Benedico, Emilio G. Caba y Pedro Mari S¨¢nchez, y con el propio G¨®mez en la direcci¨®n.
Cuando le preguntas de qu¨¦ va Absal¨®n, el rostro de Jos¨¦ Luis G¨®mez se ilumina y recita, ante una cerveza, cada uno de los intensos papeles de la obra. Es, a la vez, el rey David que observa c¨®mo sus hijos cosechan la sangre de su propia culpa, es Am¨®n queriendo poseer a su hermana Tamar, es Tamar planeando su venganza, y es Absal¨®n levant¨¢ndose contra su padre. Sin embargo, no se ha reservado ning¨²n papel en este drama, se ha limitado a dirigirlo, y confiesa que no siente ning¨²n tipo de envidia: "Primero, porque el papel que yo hubiera podido hacer, Am¨®n, est¨¢ excelentemente interpretado por Emilio G. Caba, que es un gran actor. Y, segundo, porque m¨¢s adelante tengo la Carta al padre, de Kafka, que un poco trata del mismo tema, y me tengo que concentrar ah¨ª.Absal¨®n Los cabellos de Absal¨®n, es el t¨ªtulo original est¨¢ tomada, al pie de la letra, de un episodio extra¨ªdo del Libro de Samuel, del Antiguo Testamento, aquel que cuenta c¨®mo en la casa de David, que ha perdido el favor de Yav¨¦ por haber cometido adulterio y homicidio, cae la maldici¨®n y los hermanos se revuelven entre s¨ª y uno de ellos, Absal¨®n, llega a declarar la guerra civil contra su propio padre.
Para G¨®mez, que considera esta obra como un verdadero Shakespeare, "la batalla que se libra en la obra ocurre' en el cerebro y en el coraz¨®n, no en el escenario. Yo he montado un conflicto interior acerca de unas personas perdidas en el laberinto de las pasiones, de la envidia, del deseo, de la culpa, del miedo. Si he escogido Absal¨®n es porque trata de un tema que me interesa mucho: la muerte del padre y el temor al hijo. Yo creo que cada padre tiene cierto miedo al hijo, un miedo muy especial, al mismo tiempo que siente el deseo de que le supere. Esto tiene que ver con los grandes arquetipos del jefe de la horda, el viejo macho que conserva a las mujeres -para s¨ª, etc¨¦tera".
Sigue diciendo G¨®mez con entusiasmo: "David es el jefe de esa horda, el patriarca. Absal¨®n es la juventud, la belleza, la ambici¨®n, la fuerza, el encanto, el sexo,. que quiere destronar los viejos valores. Am¨®n es un ser pose¨ªdo. Melancol¨ªa y depresi¨®n son las palabras que: le: definen. Y en la obra est¨¢ muy claro que de todo eso -va a salir Salom¨®n, que es el pragm¨¢tico, que se ha debido manejar muy bien, y que har¨¢ lo mismo que su padre despu¨¦s de realizar una limpieza monstruosa".
El problema del verso
Para Jos¨¦ Luis G¨®mez ¨¦ste es su primer trabajo como director en la temporada actual. Y no ha sido f¨¢cil. Dos meses y 15 d¨ªas como plazo de ensayo, que es un buen tiempo para lo que suele ensayarse en el teatro de este pa¨ªs, no son suficientes para una obra de esta envergadura. "Aunque no nos quedamos cortos, hemos trabajado duro. Ha sido una peon¨¢, como dicen en mi Huelva. Es decir, ha habido que echarle mucho m¨²sculo". Est¨¢, por otra parte, la dificultad del verso para los actores espa?oles, que no han tenido escuela, que siempre luchan a contrapelo con los cl¨¢sicos: "En todos los montajes de los cl¨¢sicos se produce ese problema del verso, que yo creo que m¨¢s que por falta de escuela se plantea por falta de tiempo. Porque yo puedo crear esa escuela, pero no tengo cu¨¢ndo. Pero, en este caso, los actores han respondido muy bien. Hay una recuperaci¨®n de un espa?ol, Antonio Benedico, que se march¨® a M¨¦xico y all¨ª se hizo gran actor, en el papel de David. Emilio Guti¨¦rrez Caba es Am¨®n, Pedro Mari S¨¢nchez hace de Absal¨®n y Carme El¨ªas es Tamar. Abel Vit¨®n, Jorge de Juan, Joaqu¨ªn Hinojosa, H¨¦ctor Colom¨¦, Eduardo Mac Gregor y Cristina Rot completan el reparto".La escenograf¨ªa corre a cargo del escultor Miquel Navarro, y el modisto Pepe Rubio ha hecho los trajes. "Los dos son personas ajenas al teatro, yo dir¨ªa incluso ,que tienen pocos conocimientos del medio, y ello ha hecho que su aportaci¨®n sea muy original, muy fresca".
El principal reto con que Jos¨¦ Luis G¨®mez se ha enfrentado ha sido traducir en el montaje esos sentimientos fort¨ªsimos, esas emociones sin medida del texto calderoniano. "Cuando uno se enfrenta a esos sentimientos, el incesto, la emasculaci¨®n de un hermano, la muerte del padre, la envidia... Los antrop¨®logos de lo imaginario sostienen que, los grandes arquetipos, los grandes miedos -a la menstruaci¨®n, llamada el agua nefasta, a la vagina dentada-, son sentimientos profundos que siguen viviendo en todos nosotros. Entonces, para m¨ª fue interesante realizar una especie de peque?a arqueolog¨ªa de emociones, escarbar para encontrar im¨¢genes quepudieran corresponder a la dimensi¨®n emocional del texto".
Otro aspecto importante del trabajo es que "se trata de una obra de jud¨ªos vistos por cristianos del siglo XVII espa?ol, cristianos para los cuales los jud¨ªos menstruaban y ten¨ªan rabo. No hay que olvidar que, en ese mismo siglo, una colonia de sefard¨ªes se traslad¨® a Lisboa y luego a Anisterdam, y que en su seno naci¨® Spinoza. Entonces, claro, ha habido una gran fascinaci¨®n por la huella jud¨ªa, que siempre me ha interesado, y este aspecto tambi¨¦n est¨¢ presente en nuestro trabajo".
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