Desde el cine hacia el teatro

En su manual ?Qu¨¦ es el cine?, Andr¨¦ Bazin relaciona teatro y cine desde una ¨®ptica que se dir¨ªa incluso favorable a la escena teatral. "Una introspecci¨®n sincera del placer teatral y cinematogr¨¢fico", escribe, "en lo que tienen de menos intelectual, de m¨¢s directo, nos obliga a reconocer en la alegr¨ªa que nos proporciofia la escena cuando cae el tel¨®n, no s¨¦ qu¨¦ de m¨¢s t¨®nico y, reconozc¨¢moslo, de m¨¢s noble -o quiz¨¢, habr¨ªa que decir de m¨¢s moral- que: el placer proporcionado por un buen film". Esas afirmaciones sorprendieron en su momento.Sin problemas, Flotats levanta la pol¨¦mica suscitada en torno a la ubicaci¨®n de la frontera entre teatro y drama, o sobre la presencia in-emplazable del actor y la identificaci¨®n del p¨²blico con los personajes, respecto al presumible acto individual de ver cine, distinto a la sorpresa colectiva ante un escenario con actores de carne y hueso.

El teatro filmado pudo empafiar el panorama de la producci¨®n esc¨¦nica, pero no fue una reacci¨®n definitiva. La profec¨ªa echada al vuelo por Bazin, ha podido cumplirse y el teatro ha podido referirse y respaldarse, a su vez, en el cine, consiguiendo a menudo buenos resultados.

En el montaje de Flotats, donde incluso se recurre a, la ¨®pera, impera la idea de que "el teatro es una fiesta y el d¨ªa que se acude a una sala un d¨ªa particular", a?ade el actor. Se trata de "jugar con el realismo cinematogr¨¢fico y transportarlo a la l¨®gica del esce nario". L¨®gica que es tambi¨¦n realismo con unas convenciones m¨¢s secretas pero igualmente rigurosas. Ampliar el terreno espacial del teatro, dar la noci¨®n temporal -un d¨ªa transcurrido- con exactitud, y evitar el drama que est¨¢ en la historia sin que por ello resulte una narraci¨®n ins¨ªpida, son las tareas principales que se abordan en este teatro cinematogr¨¢fico que es Una jornada particular.

Tanto como adaptar cine al teatro, en estos momentos los actores sue?an con acostumbrarse a su nuevo personaje de la ficci¨®n. "Tocad el timbre, por favor, aunque sea un ensayo, necesito acostumbrarme a los ruidos de la nueva historia", reclama no sin raz¨®n Flotats. Quiz¨¢, porque como indica Bazin, no se trata tanto del "actor y de su presencia" y mucho m¨¢s del hombre y su decorado.