Miguel, el 'rockero' a quien mancharon el traje de sangre
Jordi qued¨® estupefacto cuando vio una fotode su compa?ero de grupo en un peri¨®dico barcelon¨¦s que titulaba: Atracador muerto a tiros en Vilafranca. La informaci¨®n dec¨ªa que el cuerpo del asaltante no hab¨ªa sido identificado, ya que la v¨ªctima no llevaba ning¨²n carn¨¦. Pero era ¨¦l, seguro. Era Miguel. Junto con Tere, la cantante del tr¨ªo, y su hermana Laura, con la, que manten¨ªa relaciones el fallecido, se trasladaron en coche y por autopista hasta Vilafranca, a 40 kil¨®metros de Barcelona. All¨ª reconocieron el cad¨¢ver, inhabitualmente vestido con traje, y repitieron una y otra vez que no entend¨ªan nada, que Miguel a veces se pinchaba, pero que no pod¨ªa decirse que fuera un drogadicto. Si encontraba caballo -hero¨ªna- se lo inyectaba, pero, si no, se quedaba en casa hasta. que se le pasaba el mono, es decir el s¨ªndrome de abstinencia. Nadie le cre¨ªa capaz de realizar aeciones violentas.La historia de Tere, de 17 a?os, cantante; Jordi, de 20 a?os, bater¨ªa; y Miguel, de 27 a?os, guitarra, -Los Desechables-, empieza hace poco m¨¢s de dos a?os como una garage-band en Vallirana (Barcelona). All¨ª viv¨ªa Miguel y en uno de esos interminables veraneos de moritafla coincidi¨® con Jordi y Tere en la voluntad de formar un grupo de rock. El n¨²mero de enero de la revista Rock Espezial inclu¨ªa un art¨ªculo en el que pod¨ªa leerse: "Los Desechables han asumido el rock como el ¨²nico veh¨ªculo que les puede salvar del m¨¢s mortal de los aburrimientos, de la m¨¢s vulgar de las existencias". No ten¨ªan ning¨²n conocimiento musical. "Jordi no sab¨ªa qu¨¦ tocar, pero un d¨ªa le dejaron una bater¨ªa de juguete y se pas¨® 10 horas seguidas practicando. Acab¨® con las manos destrozadas", seg¨²n relato autobiogr¨¢fico del propio grupo.
Siniestros y provocadores
Jaime Gonzalo, productor de un single del tr¨ªo, escrib¨ªa hace unos meses en la revista Total: "Tarde o temprano ten¨ªa que ocurrir. Barcelona llevaba demasiado tiempo sin dar a luz algo tan sucio, tan guarro, tan siniestro, tan morboso, tan provocador, tan excitante y tan esperanzador como Los Desechables ?Que Dios nos coja confesados!". Gonzalo explic¨® que "m¨¢s all¨¢ de la fuerza con que quer¨ªa presentar al grupo, quiero decir que Los Desechables me parecieron siempre malditos; incluso ellos lo consideraban, porque eran gente sin suerte a los que les sal¨ªan las cosas siempre mal".
Malditos. Los Desechables ten¨ªan algo de malditos. Primero fue su primera actuaci¨®n en Zeleste, que acab¨® en batalla campal, al subir de tono la discusi¨®n con Mat¨®n Kiki, una banda de mujeres con la que deb¨ªan compartir noche en el escenario. Luego, un serio accidente de coche en la autopista, a la altura de Zaragoza, en un desplazamiento a Madrid para asistir a una actuaci¨®n musical, en un momento en que el grupo ten¨ªa actuaciones programadas. Ahora, la muerte del guitarra de un disparo en el pecho. La mala fortuna les sigue hasta en lo m¨¢s peque?o, hasta el extremo de que una sesi¨®n de fotos junto a un camposanto fue interrumpida por la polic¨ªa.
Miguel Gonz¨¢lez L¨®pez era natural de Murcia, pero viv¨ªa en Vallirana, donde la banda pod¨ªa ensayar en un s¨®tano de la escuela municipal. No se le conoc¨ªa oficio ni beneficio, aunque el al calde, Vicen? Tarazona, intentaba ayudar a su convecino con al g¨²n peque?o trabajo puntual que le ayudara a subsistir. Su domicilio era una vivienda sobre la carretera, "un tanto desoladora" seg¨²n sus conocidos, ya que los 80 metros cuadrados estaban pr¨¢cticamente vac¨ªos de muebles. S¨®lo en su dormitorio hab¨ªa alg¨²n mobiliario: una cama, una peque?a mesa, una grabadora, unos cassetes y unos carteles de Cramb e Iggy. Quienes le han tratado se extra?an que cometiera un acto que implica violencia, como coger una pistola de juguete y presentarse ante un joyero con prop¨®sito de atracar: "Era un trozo de pan, muy poca cosa, un introvertido. Apenas com¨ªa: a veces Pasaba con un cruas¨¢n y una cerveza. Era lector de comics y aficionado al ocultismo. Estaba enganchado con la hero¨ªna, pero tampoco al extremo de acabar cometiendo una locura para conseguirla. E, incluso, durante una temporada intent¨® dejar el caballo".
Letras esot¨¦ricas
Su actual representante, Esteban Torralva, insiste en esta opini¨®n de quienes aseguran conocerle bien: "Era una persona muy tranquila, que no puede decirse que estuviera enganchado a la aguja. No s¨¦ qu¨¦ cable se le pudo haber cruzado porque si era una cuesti¨®n de dinero bastaba con ped¨ªrmelo, pues en sus actuaciones en Rock Ola iban a poder cobrar 70 u 80.000 pesetas cada uno y yo pod¨ªa adelant¨¢rselo". En este local ya actuaron hace un tiempo, como tambi¨¦n lo hicieron en Metro y Zeleste de Barcelona, y m¨¢s recientemente en Lyon, Par¨ªs y Rennes, con notable aceptaci¨®n, sorprendiendo siempre su primitivismo, su provocaci¨®n, sus letras procaces. Unas letras dedicadas a temas es¨¢tericos -el propio Miguel hizo como si se comiera un coraz¨®n (de vaca) en una sesi¨®n de fotos en el estudio de Francesc F¨¢bregas- y que tienen t¨ªtulos como El peor dios, Vampiro o La oraci¨®n, en la que invocan al diablo. Y con las que la imagen de quincea?era devoradora de Tere adquir¨ªa toda su dimensi¨®n: Atado te tengolAtado al cabezal / Te pego y te pego / hasta verte sangrar.
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