40 heridos en Talbot, de Poissy, por enfrentamientos entre huelguistas y partidarios de volver al trabajo
Alrededor de 40 heridos se contaban ayer a mediod¨ªa en la f¨¢brica de autom¨®viles Talbot, marca integrante del grupo Peugeot-Talbot-Citro?n (PSA), el segundo del pa¨ªs despu¨¦s del nacionalizado Renault. La confrontaci¨®n entre los obreros huelguistas y los partidarios de la reanudaci¨®n del trabajo es la causa de la situaci¨®n grave y confusa que sobre el terreno atraviesa la firma. Y todo ello es el resultado de la decisi¨®n dr¨¢stica de la empresa, apoyada por el Gobierno de izquierdas, de licenciar a 2.000 obreros.
Anteayer, en la misma f¨¢brica de Talbot en Poissy, en las inmediaciones de Par¨ªs, ya se produjeron m¨¢s de una docena de bajas como resultado de las enganchadas, a veces violent¨ªsimas, entre la minor¨ªa huelguista y la mayor¨ªa laboralista. El d¨ªa de ayer fue m¨¢s alborotado, y al final de la jornada la confusi¨®n era total. Desde hace 48 horas, tras la evacuaci¨®n por la polic¨ªa de los obreros que ocupaban los talleres de montaje, la direcci¨®n de la empresa quiere reanudar el trabajo, pero un millar de empleados del sindicato socialista autogestionario Confederaci¨®n Francesa Democr¨¢tica del Trabajo (CFDT), te¨®ricamente favorable al Gobierno, ha impedido el desarrollo normal de la tarea de los 17.000 obreros de la firma.El origen de la situaci¨®n actual data del pasado d¨ªa 7 de diciembre, cuando la direcci¨®n de Talbot anunci¨® el despido de cerca de 3.000 trabajadores, y los sindicatos se plantaron. Entre esos sindicatos se encuentran los dos m¨¢s significativos, el precitado CFDT y el primero del pa¨ªs, pro comunista, la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT). Por fin, hace tres d¨ªas el Gobierno y PSA llegaron a un compromiso, consistente en que los despidos se rebajar¨ªan hasta 1.905 y se acompa?ar¨ªan de planes de formaci¨®n profesional.
La reestructuraci¨®n del autom¨®vil
La CGT, considerada como la correa de transmisi¨®n del partido comunista franc¨¦s, acept¨® por razones pol¨ªticas (cuatro ministros del Gobierno son del partido) pero la CFDT, a pesar de ser de izquierdas, se mantiene m¨¢s independiente del Ejecutivo del mismo signo, y su minor¨ªa militante ocup¨® la f¨¢brica, impidiendo el reinicio del trabajo. Acto seguido la polic¨ªa, por orden del Gobierno, desaloj¨® los locales, pero anteayer por la ma?ana la CFDT consigui¨® de nuevo bloquear la producci¨®n As¨ª estall¨® el mano a mano entre los grupos huelguistas y sus colegas.El problema de Talbot se valora como ejemplar en Francia porque se inscribe en el marco de la reestructuraci¨®n industrial en el sector automovil¨ªstico. La decisi¨®n actual del grupo PSA no es m¨¢s que el primer paso por el camino de la mutaci¨®n industrial que conlleva, en un primer tiempo, recortes draconianos de car¨¢cter laboral: cuando Talbot haya rematado la robotizaci¨®n de su producci¨®n se arreglar¨¢ con 8.000 personas, lo que quiere decir que a¨²n le sobrar¨¢n 6.000 aproximadamente.
El Gobierno socialista se ha afiliado a tumba abierta a la reindustrializaci¨®n, esto es, a operar zanjando por lo sano en todos los sectores de vanguardia que exigen una competitividad feroz. La siderurgia, el textil y el carb¨®n ser¨¢n sometidos a reconversiones tr¨¢gicas socialmente; el problema del Ejecutivo que preside el jefe del Estado socialista, Fran?ois Mitterrand, se nuclea m¨¢s en el interior de su mayor¨ªa que en la oposici¨®n conservadora liberal. En esta ocasi¨®n, los comunistas han cedido pero nadie cree que siempre ser¨¢ as¨ª. Ellos y una parte del Partido Socialista (PS) acechan el momento oportuno para reclamar lo que consideran como una pol¨ªtica econ¨®mica de izquierdas: relanzamiento del consumo y cierre m¨¢s o menos disimulado de fronteras, y todo ello empujado por el voluntarismo pol¨ªtico.
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