La distribuci¨®n de la riqueza en Italia es cada vez m¨¢s desigual
El 10% de las familias italianas posee la mitad de las riquezas del pa¨ªs, mientras casi el 30% no posee riqueza alguna. Lo acaba de revelar un informe oficial del banco central de dicho pa¨ªs. La noticia, que fue publicada con gran relieve por todos los medios de informaci¨®n italianos, tiene un corolario positivo: el 71% de las familias ha aumentado sus bienes en un 27% en el ¨²ltimo a?o. Queda a¨²n, sin embargo, un 3% de la poblaci¨®n cuya riqueza es negativa, es decir, que figura con una riqueza bajo cero. Y se trata de una categor¨ªa que en un a?o ha aumentado un 1%.
En general el panorama que presenta Italia en este momento, por lo que se refiere a su riqueza y al gasto familiar, es el de un edificio con varios pisos muy distintos entre ellos, que van desde la miseria a la gran opulencia, pasando por toda una serie de clases intermedias.La renta media de un italiano es hoy de 1.800.000 pesetas, el 3,7% ha superado los cuatro millones en 1982, y el 3 1 % comprende los que ganan de 800.000 a 1.400.000 pesetas anuales. Los m¨¢s ricos figuran entre los empresarios y profesionales, cuya renta media es de 16 millones de pesetas. Y a¨²n m¨¢s ricos aparecen los dirigentes de empresas, que poseen una renta de 19 millones de pesetas anuales. Tampoco est¨¢n mal los aut¨®nomos no agricultores, que ganan 13 millones anuales.
La riqueza se divide diversamente entre las distintas zonas del pa¨ªs. La media es de dos millones de pesetas anuales en el norte, 1.900.000 en el centro y 1.500.000 en el sur. Los m¨¢s pobres son los habitantes de las islas, cuya renta es de 1.300.000 pesetas.
Por lo que se refiere a lo que gastan las italianos se advierte una tendencia a no ahorrar. En ella, una familia gasta 1200.000 pesetas al a?o, con un incremento en el ¨²ltimo a?o de un 17%. Pero tambi¨¦n aqu¨ª las diferencias son muy notables. Se puede decir que existe un 19% de familias que consume el 7,4% de los gastos nacionales, mientras un 16% puede gastar s¨®lo una tercera parte.
Aumentan las diferencias
La mayor riqueza de los italianos est¨¢ constituida por sus bienes inmuebles. Suponen el 89,2% de toda la riqueza. S¨®lo un 8,2% son bienes empresariales, y un 2,6%, objetos de valor.
El 58,9% de las familias es propietaria de la casa y el resto paga de alquiler una media de 120.000 pesetas al a?o.
Los hombres ganan el 36% m¨¢s que las mujeres. El sector m¨¢s pobre es el del campo, donde el 30% declara una renta inferior a 200.000 pesetas anuales.
Y mientras disminuye cada a?o el n¨²mero de familias que ahorran, existe un 10,6% de familias que gasta m¨¢s de lo que gana, endeud¨¢ndose hasta los ojos.
El 29% de los italianos vive de su jubilaci¨®n.
Los datos del informe del banco central han servido para demostrar, pues, que no es exacta la hip¨®tesis de no pocos expertos en los ¨²ltimos tiempos, seg¨²n la cual, este pa¨ªs se estaba igualando en materia de riquezas, convirti¨¦ndose casi todo ¨¦l en una masa de clase media con peque?as puntas de excepci¨®n en ambos extremos. Lo cierto es que las diferencias de clase son a¨²n muy grandes. Mientras el 25,9% gana m¨¢s de 30 millones al a?o, s¨®lo el 2% consigue ganar m¨¢s de dos millones.
Pero lo que m¨¢s preocupa del informe del Banco Central es que el n¨²mero de personas que en este pa¨ªs no llegan a poseer un nivel de vida que supere el 50% de la renta media nacional (lo que se considera internacionalmente como aut¨¦ntica pobreza) est¨¢ aumentando vertiginosamente, constituyendo no ya una "indecorosa excepci¨®n", como se dec¨ªa una vez, sino una verdadera categor¨ªa de ciudadanos.
Las causas de este aumento de la pobreza mientras crece el n¨²mero de los ricos se debe, seg¨²n los primeros comentarios, a la ineficiencia del aparato fiscal; a la despreocupaci¨®n por los mecanismos de distribuci¨®n de la riqueza; a la dispersi¨®n del gasto social sin tener en cuenta la verdadera necesidad en cada caso. Y por ¨²ltimo, a la desocupaci¨®n.
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