Washington busca el deshielo con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, pero se niega a realizar concesi¨®n alguna sobre el desarme de Europa

"Estamos preparados para un deshielo de las relaciones Este-Oeste, pero depender¨¢ de los deseos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, pues para ello hay que ser dos", se?al¨® ayer desde Washington el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, en una conferencia de prensa v¨ªa sat¨¦lite con diversas capitales europeas. Destaca la suma cautela y moderaci¨®n de las palabras de Shultz, en v¨ªsperas de la entrevista bilateral en Estocolmo con su hom¨®logo sovi¨¦tico, Andrei Gromiko, con ocasi¨®n de la apertura, el pr¨®ximo martes, de la Conferencia sobre el Desarme en Europa (CDE). Shultz, sin embargo, evit¨® revelair la sustancia del enfoque que adoptar¨¢ en esta entrevista.

Shultz se mostr¨® dispuesto a "discutir una gama completa de temas" con Gromiko, aunque indic¨® que "no ser¨ªa apropiado ofrecer concesi¨®n alguna" a la URSS en la cuesti¨®n de los euromisiles "con el ¨²nico prop¨®sito de hacerles volver a la mesa de negociaciones... pero estamos dispuestos a discutir un mejor enfoque"."Hay otros foros", a?ad¨ªa poco despu¨¦s. El responsable de la diplomacia norteamericana concedi¨® una insistente importancia al hecho de que si las negociaciones sobre los euromisiles se hab¨ªan roto, las otras -START y MBFR, sobre armas estrat¨¦gicas y reducci¨®n de fuerzas en Europa, respectivamente- hab¨ªan sido s¨®lo aplazadas.

Pero Shultz insisti¨® en que Estados Unidos mantiene "una posici¨®n realista -y muestra su candidez al afirmarlo-, pero tambi¨¦n una postura razonable", "y estamos dispuestos al di¨¢logo". Las palabras razonable y dispuestos se repitieron una y otra vez.

Shultz no descart¨® una reuni¨®n en la cumbre entre Ronald Reagan y Yuri Andropov -"los sovi¨¦ticos est¨¢n de acuerdo"-, pero consider¨® que, ante las expectativas y esperanzas, "una cumbre de este tipo que no diera resultados podr¨ªa hacer m¨¢s da?o que su ausencia".

"Gobierno operativo"

Ante una pregunta sobre la salud de Andropov, George Shultz reiter¨® que "no hay indicios de que el Gobierno sovi¨¦tico est¨¦ paralizado, sino de que funciona, con Andropov al frente. Tratamos con un Gobierno operativo, y con ¨¦l conversamos".Respecto a la CDE en s¨ª, Shultz, en contra de lo que mantienen algunas fuentes europeas en la Alianza Atl¨¢ntica, insisti¨® en que hay que ce?irse al mandato, que lo que se necesita son medidas "pr¨¢cticas, duraderas y operativas" y que sirvan para "alcanzar una mayor seguridad", rechazando as¨ª propuestas puramente declaratorias sobre un pacto de no agresi¨®n.

"Necesitamos hechos concretos que disminuyan el riesgo de una guerra y hagan m¨¢s dif¨ªcil una agresi¨®n. Tenemos que remangarnos, las cainisas y ponernos a trabajar", se?al¨®. "Hemos discutido esto con los aliados de la OTAN y confiamos en que podremos presentar nuestras propuestas en Estocolmo".

Seg¨²n fuentes atl¨¢nticas, persisten, sin embargo, algunas importantes diferencias de car¨¢cter t¨¦cnico que esconden problemas pol¨ªticos.

Ante la posiblidad de un deshielo real, afirm¨® que "s¨®lo puedo hablar, en nombre de EE UU y de lo que he podido recabar de mis colegas de la OTAN, con los que comparto el punto de vista de que tenemos que velar por nuestra fuerza y defender nuestros valores e intereses, pero tambi¨¦n esforzarnos en un di¨¢logo constructivo".

Un cambio de tono

Las presiones europeas -y otras razones- parecen haber hecho cambiar el tono de Washington hacia Mosc¨². Shultz, sin embargo, consider¨® que "no ser¨ªa apropiado que revelara el enfoque" con el que abordar¨¢ la reuni¨®n con Groiniko.El jefe de la diplomacia norteamericana mostr¨® inter¨¦s por la propuesta formulada por el Pacto de Varsovia para vaciar Europa de armas qu¨ªmicas. George Shultz desech¨® la idea de una zona desnuclearizada en el B¨¢ltico, pues lo importante "no es tanto d¨®nde est¨¢n instaladas las armas como a d¨®nde llegan", se?al¨®, olvidando quiz¨¢ el valor territorial de los euromisiles.

George Shultz rechaz¨® la idea de que los movimientos pacifistas pudieran asistir como observadores a la reuni¨®n de Estocolmo e intervenir en los debates, pues es una "conferencia de representantes de Gobiernos, y hay un procedimiento, al menos en las democracias, para elegirlos".