La emoci¨®n de la ex primera dama
La viuda de Aza?a, Dolores Rivas Cherif, de 83 a?os, considera que los archivos personales de su marido, descubiertos en Madrid, le pertenecen como heredera leg¨ªtima y conf¨ªa en que le sean enviados a M¨¦xico. No hay en esto ning¨²n af¨¢n por ocultar a la historia la personalidad del presidente de la Rep¨²blica, a cuyo conocimiento contribuy¨® ella decisivamente con la publicaci¨®n de las memorias; pero, por tratarse precisamente de documentos personales, entiende que le corresponde clasificarlos y decidir sobre su divulgaci¨®n.Como primera providencia, Dolores Rivas se person¨®, a las once de la ma?ana de ayer, en la Embajada espa?ola en M¨¦xico para gestionar a trav¨¦s del embajador, Emilio Casinello -a quien ella llama cari?osamente "mi protector"-, la devoluci¨®n de estos documentos.
Emocionada todav¨ªa por el hallazgo, pero con una memoria absolutamente l¨²cida, la ex primera dama recuerda los tumultuosos d¨ªas de 1940, en que la polic¨ªa franquista intervino los archivos en su casa de Pyla-sur-Mer, cerca de Burdeos.
"Unos d¨ªas antes de que llegaran las tropas alemanas, nos trasladamos a Montauban. Mi marido estaba grav¨ªsimo y su salud hab¨ªa empeorado por el horror que le produc¨ªa la ocupaci¨®n alemana. Nadie sab¨ªa lo que iba a pasar. Durante unos d¨ªas dejaron en paz a nuestra villa, L?Eden; pero una madrugada llamaron a la puerta, preguntando por Manuel Aza?a. La mujer del servicio les dijo que no estaba; pero ellos no se contentaron con eso y decidieron revisar toda la casa".
La inspecci¨®n corri¨® a cargo de polic¨ªas espa?oles vestidos de civil, a quienes acompa?aban soldados alemanes de uniforme. "Tambi¨¦n preguntaron por m¨ª, y como tampoco estaba, detuvieron a mi hermano Cipriano, a su mujer, a los ni?os, a otra hermana soltera y a la se?ora del servicio. Los trasladaron a la comandancia alemana de Burdeos. A las mujeres y a los ni?os les permitieron regresar poco despu¨¦s a nuestra casa, donde estuvieron confinados bajo la custodia de soldados alemanes. A mi hermano lo trasladaron a Madrid en compa?¨ªa de Carlos Montilla y Miguel Salvador".
En el libro Retrato de un desconocido, en el que Cipriano Rivas Cherif traza el perfil biogr¨¢fico de Manuel Aza?a, cuenta que durante el traslado de Burdeos a la capital espa?ola, donde permaneci¨® preso por espacio de siete a?os, pudo ver que les segu¨ªa otro coche con el archivo reci¨¦n descubierto.
Estos documentos no pertenec¨ªan ¨²nicamente a Manuel Aza?a. Una parte de ellos era del propio Cipriano Rivas Cherif, ya fallecido. Precisamente a trav¨¦s de uno de sus hijos, Enrique, residente en Roma, la familia del presidente de la Rep¨²blica supo ayer acerca del hallazgo. Aqu¨¦l llam¨® a su hermano Carlos, que vive en M¨¦xico, y ¨¦ste inform¨® a la viuda. Ambos acudieron juntos a la embajada para reclamar los documentos.
"Considero que el archivo de Manuel Aza?a me pertenece, y el de mi hermano, a mis sobrinos". Ella desconoce el material que contienen las cajas y, por tanto, no puede adelantar el destino que vaya a darle. "Lo que quiero ahora es asegurar que llegue a mis manos". La posibilidad de que se abra un museo dedicado exclusivamente a su marido le nubla un poco los ojos, pero reh¨²sa cualquier compromiso antes de revisar el contenido.
Una vez que se produzca la devoluci¨®n de este archivo a Dolores Rivas, le queda ¨²nicamente por recuperar los dos cuadernos de memorias en plena guerra civil.
En varias ocasiones, la viuda ha pedido a Leopoldo Calvo Sotelo, durante el viaje que realiz¨® como presidente a M¨¦xico, y al actual ministro de Cultura, Javier Solana, que intensifiquen la b¨²squeda de estos cuadernos, que obviamente constituyen una laguna en las memorias ya publicadas. Numerosos rumores han circulado acerca del paradero de estas notas, mencionando en alguna ocasi¨®n el palacio de El Pardo. Puede asegurarse que se encuentran en Espa?a.
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