Tregua sindical en Argentina, a la espera de que regrese el presidente Alfons¨ªn
El forcejeo que existe entre la CGT Unificada (Confederaci¨®n General del Trabajo) y el Gobierno argentino por la supervisi¨®n de la gesti¨®n de los sindicatos ha quedado en suspenso hasta el regreso de Venezuela del presidente Ra¨²l Alfons¨ªn -a donde acudi¨® a la toma de posesi¨®n del presidente Jaime Lusinchi- y su entrevista con los l¨ªderes provisionales de los sindicatos.El ministerio de Trabajo radical est¨¢ estudiando m¨¢s de 4.000 denuncias sobre gesti¨®n dolosa de muchos sindicatos, y ante casos flagrantes en los que se hab¨ªa llegado a enajenar inmuebles sindicales de elevado valor, envi¨® a varios sindicatos un delegado normalizador, una especie de fiscal jurado de cuentas.
La respuesta de la direcci¨®n provisional de la CGT ha sido desproporcionada e ineficaz.
Por una parte declararon el "estado de movilizaci¨®n y alerta" de los gremios, lo que no implica otra cosa que el mero enunciamiento de la llamada; por otra parte fracas¨® parcialmente la orden de huelga en el transporte subterr¨¢neo de Buenos Aires y s¨®lo lograron paros parciales de dos horas en algunas empresas de la Federaci¨®n de Sindicatos Unidos Petroleros del Estado.
La escasa respuesta obrera a las medidas de fuerza ha posibilitado la tregua hasta el regreso de Alfons¨ªn.
Donde han triunfado los sindicalistas, hasta ahora, ha sido en las mismas puertas de sus gremios, impidiendo por la fuerza el acceso de los delegados del Gobierno entre broncas callejeras e insultos entre obreros a favor y en contra de la medida fiscalizadora.
Por el momento, la guerra entre los sindicatos y el Gobierno es s¨®lo dial¨¦ctica y las dos partes forcejean pensando en ganar posiciones de cara a la discusi¨®n de la futura ley sindical, sobre la que radicales y peronistas han llegado nuevamente a un punto de desentendimiento.
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