Pugna pol¨ªtica para rebajar los poderes del comisario general

El retraso en la aprobaci¨®n del reglamento general de la Expo-92 y las propuestas formuladas desde algunos sectores pol¨ªticos para que el comisariado sea dotado con una ley que clarifique sus relaciones con las dem¨¢s autoridades estatales, auton¨®micas y locales obedece a una pugna para reducir o condicionar los pienos poderes que el comisario tiene atribuidos en el reglamento de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE), seg¨²n interpretaciones recogidas en medios de la Administraci¨®n.La Exposici¨®n Universal de 1992 ser¨¢ compartida por las ciudades de Chicago y Sevilla, de acuerdo con los compromisos asumidos por los Gobiernos de Estados Unidos y de Espa?a, respectivamente, en el marco del BIE.

Seg¨²n el reglamento para ambas sedes -a¨²n no aprobado por el Gobierno espa?ol-, el comisario general tiene plenos poderes: controla las normas de funcionamiento, puede suspender toda actividad perjudicial para el desarrollo de la Exposici¨®n Universal de 1992 y se encuentra por encima de cualquier autoridad de nivel inferior al propio Gobierno de la naci¨®n.

Los poderes de que gozar¨¢ el comisario constituyen una clave importante de la contestaci¨®n sevillana al nombre de Bofill.

Frente a los grupos de intereses econ¨®micos en juego, la llegada de un extra?o puede hacer que se esfumen muchas expectativas de la iniciativa privada o que las relaciones financieras del comisario desplacen a las que los promotores sevillanos hab¨ªan preparado.

Pero, al mismo tiempo, la designaci¨®n de un comisario general completamente ajeno a Andaluc¨ªa provoca el recelo pol¨ªtico de las autoridades auton¨®micas, celosas de mantener el control sobre el m¨¢ximo n¨²mero de competencias posible.

Si este comisario queda investido de poderes para condicionar la actuaci¨®n de toda la Administraci¨®n p¨²blica en lo que se relacione con la exposici¨®n y s¨®lo tiene por encima de ¨¦l al Gobierno de la naci¨®n, el papel futuro de la autonom¨ªa andaluza podr¨ªa ser mucho menos brillante del que esperaban sus m¨¢ximos rectores, de acuerdo con interpretaciones recogidas en medios socialistas.

El andalucismo agraviado tendr¨ªa as¨ª razones para haber trasladado la pol¨¦mica al propio seno de la c¨²pula socialista.

Su sentido ¨²ltimo ser¨ªa reducir los poderes del comisario y hacer que ¨¦ste haya de contar con m¨¢s autoridades que la suya personal de cara a la organizaci¨®n de la Exposici¨®n Universal de 1992.

Luis Y¨¢?ez, presidente del ICI (Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana) sigue pensando que la persona de Ricardo Bofill ofrece muchas garant¨ªas.

"Es un hombre al que esta propuesta le cae desde fuera; no tiene nada que ver con las tram¨¢s paralelas que, por lo que parece, est¨¢n organizadas en Sevilla. Que Bofill tenga relaciones internacionales o contactos financieros puede ser incluso interesante para movilizar recursos destinados a la exposici¨®n".