Mosen Fenosa, 'el quinto jinete de Pujol'
Despu¨¦s de hacer anticastrismo en Cuba, tuvo influencia sobre varios ministros de Franco y ahora es consejero privado del presidente de la Generalitat
MARIUS CAROL Llu¨ªs Fenosa Pasqual, mos¨¦n Fenosa, es un curioso personaje al que diariamente los funcionarios de la Generalitat ven desayunar con el secretario general de la Presidencia, Llu¨ªs Prenafeta, a las ocho de la ma?ana. Poco despu¨¦s, recibe a Jordi Pujol al bajar de su coche oficial y, cogido de su brazo, le acompa?a hasta el despacho. Comienza entonces la singular jornada de este sacerdote de sonrisa campechana, de mirada achinada y perdida entre unas gafas generosas en dioptr¨ªas, que utiliza una indumentaria m¨¢s propia de un l¨ªder del sindicato agrario Uni¨® de Pagesos que de lo que aqu¨ª entendemos por un fontanero de palacio. Una jornada que se desarrolla entre bambalinas, con r¨¢pidos desplazamientos hacia los departamentos del Gobierno catal¨¢n y fugaces apariciones en el Parlament. Fenosa es un personaje clave -m¨¢s all¨¢ de toda la mitolog¨ªa que le rodea- del entorno del actual presidente catal¨¢n.Fenosa est¨¢ en la frontera de los 70 a?os y en los ¨²ltimos 20 ha sido profesor de Religi¨®n en el Instituto Maragall, de Barcelona. Desde que Conv¨¨rgencia gobierna en la Generalitat, tiene cargo oficial: asesor del Departamento de Ense?anza, donde cobra 90.000 pesetas de la partida correspondiente a estudios, y dispone de un despacho en la Direcci¨®n General de Ense?anzas Medias.
Fue ordenado sacerdote en junio de 1940. En el seminario coincidi¨® con el cardenal Jubany. Su primer destino como coadjutor lo tuvo en Sant Boi, pasando despues a Gav¨¤ y, finalmente, a Sant Andreu de Palomar, en Barcelona. Quienes le recuerdan de aquellos a?os aseguran que "era una persona influyente en medios falangistas y con amistades en el Ej¨¦rcito, por cuanto en Sant Andreu hac¨ªa de capell¨¢n de unas viviendas de militares".
Relaci¨®n con Batista
En 1956 marcha a Panam¨¤, donde se hallaba un hermano suyo, Venancio (tiene otro hermano, de nombre Prudencio, que estudi¨® Derecho), quien a?os m¨¢s tarde -en 1973- morir¨ªa tras contraer la malaria. Los hermanos Fenosa consiguieron gran influencia en aquella zona. Trujillo, Torrijos y Batista les conoc¨ªan perfecta mente. Se cuenta que Llu¨ªs Fenosa bautiz¨® a un hijo de Batista y que Venancio cas¨® a Torrijos. El aterrizaje en Cuba lo efectuaron de la mano de un familiar de los G¨¹ell, familia de rancio abolengo en Catalu?a. La salida result¨® m¨¢s atropellada, ya que tras el derroca miento del r¨¦gimen de Batista fue acusado, junto a otros sacerdotes, de realizar anticastrismo en los albores de los acontecimientos de bah¨ªa Cochinos, cuando un grupo de contrarrevolucionarios intent¨® la invasi¨®n de la isla, en 1961.
A la vuelta de Panam¨¢, Fenosa se aloj¨® en una pensi¨®n de Madrid, donde, al pagar con d¨®lares, fue detenido por la polic¨ªa, pues no hab¨ªa declarado la entrada de divisas. Durante cinco d¨ªas permaneci¨® encarcelado en la prisi¨®n de Torrero, en Zaragoza, donde coincidi¨® con Pujol. Un familiar del presidente recuerda haberle o¨ªdo contar a ¨¦ste que encontr¨® tan cariacontecido al sacerdote que le ofreci¨® una fruta a la que estaba a punto de hincar bocado. Al quinto d¨ªa, la cancela principal de la carcel se abri¨® para dejar en libertad a Llu¨ªs Fenosa. Una de las personas que se interes¨® por ¨¦l fue Alfredo S¨¢nchez Bella, con quien hab¨ªa coincidido en 1956, en la Rep¨²blica Dominicana, cuando estuvo como embajador.
Un profesor influyente
En 1962 entr¨® en el Instituto Maragall como profesor. Su valedor fue el sacerdote Ram¨®n Roquer, profesor de Filosof¨ªa y prior de la capilla de Sant Jordi, de la Diputaci¨®n de Barcelona. Compa?eros del profesor Fenosa recuerdan que los fines de semana dec¨ªa viajar a Madrid, "donde aseguraba que colaboraba en el Ministerio de Asuntos Exteriores, cuando el titular era Castiella, por su conocimiento de Centroam¨¦rica". La colaboraci¨®n sigui¨® luego con Pedro Cortina y tambi¨¦n con S¨¢nchez Bella.
Sus alumnos le califican de "generoso con los aprobados". "En aquellos primeros a?os sesenta le hab¨ªa o¨ªdo decir que la figura de Mussolini hab¨ªa sido incomprendida, que hab¨ªa hecho mucho por Italia". Diez a?os m¨¢s tarde, otro ex estudiante se?ala que "nos hizo aprender de memoria los ministros de Franco en clase de religi¨®n, con la mala pata de que cuando los tuvimos aprendidos, hubo una crisis de Gobierno". Por aquellos d¨ªas hablaba de su amistad con Cruz Mart¨ªnez Esteruelas.
En la transici¨®n, los temas de la clase variaron: "Hicimos trabajos sobre la pena de muerte, la eutanasia, los derechos humanos o los alcoh¨®licos an¨®nimos". El catal¨¢n pasa a ser idioma utilizado en sus clases. "La noche del famoso 23 de febrero apareci¨® por las aulas, al atardecer, afirmando tener informaci¨®n fresca sobre los acontecimientos. Nos cit¨® presiones de la c¨²pula militar sobre la Zarzuela, pero no le hicimos demasiado caso". La aureola del personaje alcanza incluso a la jerarqu¨ªa religiosa. Determinado sacerdote se Bala que una vez le dijo a un capell¨¢n que lo suyo estaba hecho, y poco despu¨¦s ¨¦ste fue nombrado obispo auxiliar.
Militante de base de CDC
"Nadie crey¨® nunca que fuera un nacionalista, por eso me extra?¨® cuando, despu¨¦s de Franco, un d¨ªa me lo encontr¨¦ en el paseo de Gr¨¤cia y me dijo que iba a verse con Pujol tal como sol¨ªa hacer a menudo", explica a este diario un ex senador. Fenosa es hoy militante de base de CDC, y su peso en el partido lo demuestra su intervenci¨®n en la elaboraci¨®n de las listas de 1977, donde consigui¨® colocar a hombres como el andalucista Acosta S¨¢nchez, y en las de 1979.
La influencia de Fenosa cerca de los hombres pr¨®ximos al PSA hizo que Pujol le nombrara su interlocutor cuando se plante¨® la crisis del Manifiesto de los 2.300, en que un grupo de profesionales e intelectuales denunci¨® la pol¨ªtica cultural y ling¨¹¨ªstica de la Generalitat acus¨¢ndola de ir en detrimento de los castellanohablantes. Mos¨¦n Fenosa conect¨® con Federico Jim¨¦nez Losantos, Jos¨¦ Luis Reinoso, Pedro Penalva, Amando de Miguel y Santiago Tranc¨®n para buscar unos acuerdos y frenar la campa?a, consiguiendo concertar una entrevista entre ellos y el presidente Pujol, reuni¨®n que no lleg¨® finalmente a celebrarse. Su peso en el entorno del presidente de la Generalitat queda reflejado en el intento de hacerle cambiar de secretarias, por su oposici¨®n a Carme Alcoriza (colaboradora de Pujol desde hace muchos a?os) y Sarita Sans. Intento fallido s¨®lo en parte, ya que obstaculiz¨® definitivamente el ascenso de Carme Alcoriza al cargo de secretaria general de la Presidencia.
Un trabajo en Ense?anza
Tiene despacho en el Departamento de Ense?anza, "donde nadie controla su horario ni supervisa su trabajo", y cobra del fondo de estudios, pero el jefe de servicio no tiene jurisdicci¨®n sobre ¨¦l. Incluso uno de los dirigentes del departamento recuerda indignado que un jefe de servicio y un jefe de secci¨®n tuvieron que compartir temporalmente un despacho por falta de espacio, mientras mos¨¦n Fenosa ten¨ªa uno que utilizaba s¨®lo espor¨¢dicamente.
En el Departamento de Ense?anza posee gran influencia. Tres o cuatro veces por semana despacha con el propio titular, Joan Guitart, y otras tantas con la secretaria general, Mar¨ªa Eugenia Cuenca. "Despacha siempre sin carpetas ni papeles, lo que nadie entiende", seg¨²n un funcionario, quien cree que todo el poder de Fenosa est¨¢ en el acceso directo que tiene a Pujol. Otro dato refleja este poder: siendo secretario general del departamento Paco Noy, hoy director de La Vanguardia, se le present¨® inesperadamente en el despacho una mujer con la documentaci¨®n para ocupar la plaza de jefe de negociado. Noy le explic¨® que no hab¨ªa hecho ninguna convocatoria para la plaza y que deb¨ªa tratarse de un error, aunque le pidi¨® que dejara sus referencias por si en el futuro resultaba necesario cubrir el puesto. A los 10 minutos se produjo una llamada telef¨®nica y Noy sali¨® del despacho un tanto azorado. "Llamen a la chica que acaba de salir, que es la nueva jefe de negociado de Libros de Texto", pidi¨®. La chica era Dolors Fenosa Miret, sobrina del mos¨¦n. El ch¨®fer del conseller es primo del sacerdote.
En Conv¨¨rgencia aseguran que Fenosa tiene influencia en el ala m¨¢s conservadora -el llamado sector arnats- y en el entorno de Marta Ferrusola. En el Parlament su presencia causa siempre comentarios. Entre las gestiones de Fenosa en la C¨¢mara catalana figura la que realiz¨® en junio de 1983 ante los diputados centristas para conseguir el apoyo de ¨¦stos a los Presupuestos como primer paso para un desembarco en CDC.
Ide¨®logo de los 'mortadelos'El Departamento de Gobernaci¨®n es otra de las preocupaciones de mos¨¦n Fenosa. Entra sin llamar, aunque no hace lo que en otros, en los que, cuando llama telef¨®nicamente, suele utilizar el pseud¨®nimo de Ju¨¢rez, como ocurre en Econom¨ªa y Finanzas. Mos¨¦n Fenosa intervino directamente en la crisis de la Direcci¨®n General de Seguridad Ciudadana de la Generalitat a indicaci¨®n del propio Miquel Sellar¨¦s. El ahora ya ex director general, cuando comprendi¨® que su cese era inminente, intent¨® que Llu¨ªs Fenosa intercediera ante el presidente Jordi Pujol y ante el conseller de Gobernaci¨®n, Maci¨¤ Alavedra. Fenosa habl¨® largamente con uno y con otro, pero unas torpes declaraciones de Sellar¨¦s imposibilitaron los efectos de la mediaci¨®n. Sellar¨¦s fue sustituido por Llu¨ªs Renau.
Una de las ideas que el sacerdote impuls¨® con m¨¢s ¨¦nfasis fue la existencia de los mortadelos, nombre con el que se conoce a los hombres de confianza encargados de desempe?ar misiones espec¨ªficas de seguimiento y control de personas, incluso dentro del aparato convergente.
Lector impenitente de la Prensa, garganta profunda de un periodista que hoy ocupa un alto cargo en la Generalitat, es objeto de toda suerte de amores y desamores en CDC. Quien m¨¢s y quien menos piensa como aquel mando de Gobernaci¨®n que, al ser preguntado sobre el mos¨¦n, le dijo a un reci¨¦n llegado al departamento: "No te compliques la vida. Te basta saber que hay que estar a buenas con ¨¦l".
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