La reducci¨®n de inversiones en Telef¨®nica y los acuerdos con ITT hipotecan a la multinacional el 25% de los suministros

El Plan Cuatrienal de Inversiones de Telef¨®nica (CTNE), que constituye el mayor esfuerzo inversor en sectores de futuro, y pr¨¢cticamente el ¨²nico proyecto industrial de envergadura que existe en estos momentos en nuestro pa¨ªs (al margen de las cuantiosas dotaciones oficiales para empresas en crisis), contin¨²a semiparalizado como consecuencia de las discrepancias interministeriales. Los continuos recortes en sus previsiones y la tardanza en su aprobaci¨®n -hace 15 meses y medio que deber¨ªa haber entrado en vigor- est¨¢n a punto de provocar una situaci¨®n contraria a la que se pretend¨ªa: crisis generalizada en las empresas de telecomunicaci¨®n y electr¨®nica y retraso en la incorporaci¨®n de nuestro pa¨ªs a las nuevas tecnolog¨ªas.

Las ¨²ltimas cifras de reducci¨®n de inversiones que propone Econom¨ªa y Hacienda a la Telef¨®nica, de mantenerse los acuerdos suscritos por Industria con la ITT, hipotecar¨ªa el 25% de las compras de la compa?¨ªa a la multinacional. Esto significar¨ªa una fuerte dependencia de una sola empresa extranjera, en unos servicios de importancia estrat¨¦gica como la telefon¨ªa.Fuentes empresariales no ocultan su escepticismo e iron¨ªa tras la reciente intervenci¨®n del presidente Felipe Gonz¨¢lez en televisi¨®n: "Dijo que Espa?a no puede perder nuevamente el tren de la historia y quedar al margen de la revoluci¨®n tecnol¨®gica que se est¨¢ produciendo en el mundo; y los enfrentamientos de sus ministros, que seg¨²n ¨¦l no existen, y las objeciones de Econom¨ªa y Hacienda est¨¢n desmintiendo sus palabras en el plan de inversiones de Telef¨®nica".

Los empresarios no se explican esta paralizaci¨®n gubernamental del plan de inversiones de Telef¨®nica. "M¨¢xime cuando es una empresa privada, que no est¨¢ en crisis, genera importantes beneficios, que aporta cuantiosas rentas al Estado (100.000 millones anuales entre impuestos y dividendos), y tiene la llave, por su importante demanda, del futuro industrial de nuestro pa¨ªs en telecomunicaciones, teleinform¨¢tica y electr¨®nica".

El Plan Cuatrienal de Inversiones de Telef¨®nica preve¨ªa, inicialmente, una inversi¨®n de 802.000 millones de pesetas. Nada m¨¢s conocerse el plan, el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Miguel Boyer, envi¨® una carta al titular de Transportes y Comunicaciones (departamento del que depende la compa?¨ªa), Enrique Bar¨®n, argumentando que hab¨ªa que reducir la inversi¨®n en 230.000 millones de pesetas, ya que era "excesivamente ambiciosa". El razonamiento de Econom¨ªa, equivocado en este punto, a juicio de quienes conocen el sector, se basaba en la alt¨ªsima relaci¨®n capital-trabajo que se da en las telecomunicaciones, y que, seg¨²n los hombres de Boyer, supondr¨ªa unos 1.000 millones de inversi¨®n por cada puesto de trabajo en la CTNE.

Otra importante objeci¨®n de Econom¨ªa se refiere a las ampliaciones de capital previstas en el plan de la CTNE, a la que tendr¨ªa que acudir el Estado, con 22.000 millones a lo largo del trienio, para, mantener su porcentaje accionarial en la compa?¨ªa. Los empresarios contestan esta objeci¨®n argumentando que el Estado -v¨ªa impuestos y v¨ªa dividendos- percibir¨¢ unos 340.000 millones en el trienio.

El poder de ITT

De forma paralela a estas objeciones de Econom¨ªa, se produjo durante les ¨²ltimos meses de 1983 y primeros de 1984 una pugna entre los ministerios de Industria y Energ¨ªa y Transportes y Comunicaciones. El enfrentamiento, polarizado en torno a Telef¨®nica, encubr¨ªa un conflicto de competencias sobre la pol¨ªtica industrial en sectores de futuro.El Ministerio de Industria, pese a que Transportes ofreci¨® reducir las inversiones de la CTNE en 30.000 millones para reducir tensiones, logr¨® imponer sus posturas. Telef¨®nica hubo de aceptar unos acuerdos pactados por Industria con la multinacional ITT.

Tras esta, imposici¨®n, Industria pareci¨® aceptar el plan de Telef¨®nica si la compa?¨ªa reduc¨ªa en 50.000 millones sus inversiones y ced¨ªa, protagonismo en posibles acuerdos con multinacionales (ATT, Philips, etc¨¦tera) a su Direcci¨®n General de Electr¨®nica e Inf¨®rm¨¢tica. Econom¨ªa, sin embargo, sigui¨® insistiendo en reducir las inversiones de la CTNE en 130.000 millones, pese a haber impuesto previamente otra fuerte reducci¨®n al presupuesto mediante un recorte sustancial en los incrementos previstos de tarifas telef¨®nicas.

Graves repercusiones

La cifra ¨²ltima de Econom¨ªa, tras cinco meses de reuniones interministeriales y en la Comisi¨®n Delegada del Gobierno para Asuntos Econ¨®micos, se centra en una reducci¨®n de 60.000 millones, que dejar¨ªa en 742.000 millones las inversiones de Telef¨®nica para el cuatrienio 19831986. Dado que en 1983 la citada compa?¨ªa hab¨ªa realizado ya inversiones por valor de 167.000 millones, la inversi¨®n restante para el trienio 1984-1986 se reduce a 635.499 millones.Si se reducen 60.000 millones a esta ¨²ltima cantidad, como pretende Econom¨ªa, las inversiones caen un 9,4%, quedando cifradas en 575.499 millones de pesetas.

Como Telef¨®nica, dado que las inversiones en telecomunicaci¨®n y telem¨¢tica exigen un amplio per¨ªodo de pedido y realizaci¨®n, ha comprometido o efectuado ya inversiones a cuenta del plan por valor de 500.000 millones, la cifra real disponible para inversiones no comprometidas en el per¨ªodo 1984-1986 se reduce a 242.000 millones.

La distribuci¨®n de la minoraci¨®n de 60.000 millones en el Plan supondr¨ªa reducir 28.800 millones en las dotaciones para compras de equipos, 16.600 millones en reducci¨®n de contrataci¨®n de obras y 14.600 millones en menores gastos para el inmovilizado (que repercutir¨¢n en mayores gastos de explotaci¨®n).

Esta reducci¨®n en compra de equipos, si se distribuye de forma proporcional entre los suministradores, supondr¨ªa rebajar en 14.400 millones las compras a Standard; en unos 3.160 millones, las previstas a Intelsa; en unos 2.300 millones, las de Telettra, y entre 575 millones y 720 millones, las previstas para Amper, Elasa, Seco¨ªnsa y CCSA, entre otras firmas.

Si no se hiciera esta reducci¨®n proporcional a los suministradores y se mantienen los compromisos adquiridos con ITT, esta multinacional absorber¨ªa pr¨¢cticamente el 25% de la inversi¨®n de la Compa?¨ªa Telef¨®nica en equipos, incrementando hasta niveles poco aceptables la dependencia de unos servicios estrat¨¦gicos como la telefon¨ªa de un solo proveedor: la multinacional ITT.

Por otra parte, en el terreno laboral, la minoraci¨®n de 60.000 millones en las inversiones de la CTNE repercutir¨ªa en unos 7.000 empleos menos en el sector industrial de telecomunicaciones.