Los aviones esp¨ªas norteamericanos AV-1 permiten al Ej¨¦rcito salvadore?o conocer al momento los movimientos guerrilleros
Los aviones esp¨ªas norteamericanos AV-1, estacionados en la base hondure?a de Palmerola, se han convertido en la fuente de informaci¨®n m¨¢s inmediata sobre los movimientos nocturnos de la guerrilla salvadore?a. Equipados con un complejo sistema electr¨®nico capaz de detectar en la oscuridad aun el desplazamiento de hombres a pie, estas aeronaves rastrean diariamente el territorio de El Salvador (21.000 kilometros cuadrados) para informar por radio casi instant¨¢neamente al Estado Mayor.
"Nos est¨¢n ayudando mucho", reconoce el jefe de la tercera brigada, teniente coronel Jos¨¦ Domingo Monterosa, "porque nos permiten conocer los movimientos del enemigo al momento, sobre todo de noche, que es cuando ellos se desplazan". Diplom¨¢ticos estadounidenses confirman esta apreciaci¨®n. Los AV-1 han sido determinantes para la ofensiva lanzada por el ej¨¦rcito durante los ¨²ltimos 15 d¨ªas al norte de Moraz¨¢n y San Miguel.El teniente coronel Monterosa califica como un ¨¦xito esta operaci¨®n, "ya que hemos cumplido los objetivos que nos hab¨ªamos trazado, consistentes en desorganizar el sistema de escuelas de entrenamiento que hab¨ªan creado cerca de la frontera con Honduras. En algunas de ellas hab¨ªa hasta 400 j¨®venes reci¨¦n reclutados, la mayor¨ªa por la fuerza. Sabemos que estos muchachos tratan de escapar en los momentos de confusi¨®n".
Limitaciones propias
El jefe militar considera que en los ¨²ltimos meses se han puesto de manifiesto algunas deficiencias de la guerrilla. "Desde el asalto al cuartel de El Para¨ªso no han hecho nada. El reclutamiento forzoso revela que empiezan a escasearles los combatientes y tienen que lanzar j¨®venes con un entrenamiento muy sumario. Yo sol¨ªa decir hace un a?o que los guerrilleros del ERP (Ej¨¦rcito Revolucionario del Pueblo) eran gente curtida y bien adiestrada. Hoy pienso que las FPL (Fuerzas Populares de Liberaci¨®n) tienen mejores combatientes".No oculta, sin embargo, las limitaciones del propio ej¨¦rcito. "A veces hemos tenido informaci¨®n sobre la guerrilla, que no hemos podido aprovechar por falta de medios de transporte. Yo ni siquiera tengo camiones para mover a mis hombres y tengo que ped¨ªrselos prestados a la poblaci¨®n civil. Hasta hace una semana he tenido que entrenar a mis reclutas con garrotes, porque no ten¨ªa fusiles M-16. Nuestras comunicaciones por radio son a¨²n muy deficientes y la guerrilla las intercepta a menudo".
Aun subsanando estos problemas, Monterosa cree que esta guerra no tendr¨¢ un r¨¢pido final por la v¨ªa militar. "Hacen falta medidas pol¨ªticas. Las reformas han sido un progreso importante; tambi¨¦n las elecciones". Considera que las propuestas de negociaci¨®n presentadas por el FMLN son m¨¢s bien una pantalla propagand¨ªstica. "Ni ellos mismos se ponen de acuerdo. Mientras en M¨¦xico dicen que no van a boicotear las elecciones, aqu¨ª Villalobos anuncia una ofensiva. ?Con qui¨¦n tiene que entenderse uno?". Pese a todo afirma que la decisi¨®n de abrir un espacio electoral a la izquierda corresponde al futuro Gobierno y que el Ej¨¦rcito la acatar¨¢ con disciplina.
Desacuerdo guerrillero
Un aparente desacuerdo entre las dos fuerzas hegem¨®nicas de la guerrilla, ERT y FPL, parece acentuarse en los ¨²ltimos d¨ªas. Mientras las FPL observan una tregua t¨¢cita en Chalatenango y sus responsables pol¨ªticos aseguran en La Palma que no van a impedir la instalaci¨®n de urnas, el ERP moviliza a su brigada de elite, Braz, lanza octavillas contra la farsa electoral, ocupa varias poblaciones, corta el tr¨¢fico en las carreteras y retira a los viajeros sus c¨¦dulas de identidad, ¨²nico instrumento de voto.En medios populares se observa cierto malestar por estas acciones. "Nosotros queremos ir a votar", afirman.
Para hacer frente a los planes del ERT, el teniente coronel Monterosa tiene sobre la mesa de su despacho, donde sobresale una placa del curso de guerra pol¨ªtica que hizo en Taiwan en 1978, un grueso volumen secreto: es el Plan Renacimiento, que el Estado Mayor ha puesto en marcha para salvaguardar las elecciones del domingo.
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