La elipse
19 lunesLas folkl¨®ricas, nuestras queridas y nacionales folkl¨®ricas, planta de maceta, flor del cuarenta?ismo, andan reunidas/dispersas, estir¨¢ndose la piel de clavel femenil, reagrup¨¢ndose en espect¨¢culos que bajan ya a lo m¨¢s popular de lo nost¨¢lgico, queriendo reencontrar "las esencias", como Zubiri, como Tejero y como los fil¨®sofos de Girona, de qu¨¦ cosa sea Espa?a. Ellas ten¨ªan un p¨²blico al que tanto quer¨ªan y que tanto las quer¨ªa, ellas ten¨ªan un Ces¨¢reo Gonz¨¢lez y una Cifesa, ellas, las folkl¨®ricas, Lolas /C¨¢rmenes/Marujitas/Paquitas, todo lo ten¨ªan, porque eran met¨¢fora y cartel de una Espa?a muy espa?ola. Ahora, las pobres, no entienden nada, por m¨¢s que en Suiza les atiranten la glotis, el p¨®mulo y la neurona. Andan como perdidas, reencontradas en matrimonios de ocasi¨®n, v¨ªrgenes de un Salzillo ap¨®crifo en su propio Rastro interior, a ver si llega el spikinglis que se las lleve de una sant¨ªsima vez. O el jeque. O el bar¨®n. Alguien que se las lleve, que no, que no quiero verlo. S¨®lo una de entre ellas, la m¨¢s peque?ita, se salv¨® a tiempo, por una hoz y una ¨²lcera por un martillo y un martinete Pepa Flores. El pu?ito d¨¦bil y en¨¦rgico que sacaba en el picnic de Gallego, a m¨ª, m¨¢s que una se?a pol¨ªtica, me parec¨ªa el periscopio humano del "estoy aqu¨ª". Pepa Flores, que no se ha portado bien conmigo, y lo sabe, se est¨¢ comportando a tope en la life. Es palabra que les gusta mucho a las folkl¨®ricas. Do?a Lola lo pon¨ªa en la pizarra del Calder¨®n, como mensaje y horario para la compa?¨ªa: "Se ruega al personal que se comporte". Y las pobres no se est¨¢n comportando, ni bien ni mal, sino que se confiesan enamoradas de uno y casadas con otro (tambi¨¦n las no folkl¨®ricas) Se re¨²nen y dispersan, hist¨¦ricamente, comercialmente, como las especies a extinguir, en un solo cuerpo/monstruo del lago Ness con faralaes, en una inmensa Lolacarmenmarujapaquitayeso. Mis queridas falkl¨®ricas, teolog¨ªa sexual de mis a?os de reportero audaz. Ya no hay julio/ 18 ni corren las fuentes de La Granja, ni corren ellas, fuentes femeninas de flamenco ap¨®crifo, como se dice que corr¨ªan.
22 jueves
Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n nos lleva a Mar¨ªa Luisa San Jos¨¦ y a m¨ª al pase privado de su nueva pel¨ªcula, Feroz. En la peque?a sala de proyecciones, casi secreta, Haro-Tecglen y Conchita, Fern¨¢n-G¨®mez y Emma Cohen (esta mujer cada d¨ªa tiene m¨¢s espesor de personalidad), y poca gente m¨¢s, aparte nuestro compa?ero Harguindey. Feroz nos cuenta bellamente la vieja historia del buen salvaje o el ni?o/ lobo (oso, en este caso). Bellamente, pero inadecuadamente, ya que la f¨¢bula con bicho que habla no encaja en el contexto realista de la narraci¨®n. Las consecuencias c¨®micas de la multinacional manifiestan que el humor podr¨ªa haber sido otro camino para este esopismo del gran MGA. Pero su "realismo m¨¢gico" no es suficientemente m¨¢gico como para somatizar este irrealismo, y es demasiado realista para transigir con la f¨¢bula. Hay, pues, un innecesario desajuste entre la historia narrada y la escritura de nuestro primer narrador cinematogr¨¢fico joven.
23 viernes
Cena informal en la Moncloa con el presidente del Gobierno y do?a Carmen Romero. Ops, Ramonc¨ªn, Aute, las se?oras y poco personal m¨¢s. Lo malo de las cenas informales es que obligan a la mayor formalidad informativa, de modo que no se puede contar nada. El presidente aparece taraceado de responsabilidades, y quiz¨¢ por eso nos ha llamado a los fr¨ªvolos de la Corte (o, cuando menos, de la Villa), para que le hagamos de manadero popular y veral. Carmen Romero, todo un compendio de amor y pedagog¨ªa. Ha probado que es la m¨¢s sencilla en la vida espa?ola y la m¨¢s sobriamente elegante en las Canciller¨ªas europeas. Ops, un surrealista; Ramonc¨ªn, un rockero; Aute, un juglar, y uno mismo, que no es carne de horca ni pescado f¨¢cil de pescar. Pienso que el presidente puede haberse hecho una idea rica y varia del pa¨ªs. Que no decaiga, se?or Gonz¨¢lez.
24 s¨¢bado
Almuerzo con Ra¨²l Morodo y con Bobillo para inventar algo con vistas a la Unesco Par¨ªs/ Bruselas. Se lo digo a Ra¨²l, que est¨¢ haciendo una gran labor:-Nuestra ¨²nica manera de ametrallar a los franceses es la pintura. Cuando Guerra les cit¨® a Goya, quiz¨¢ se refer¨ªa m¨¢s al pintor que a los fusilamientos. Baudelaire descubre a Goya antes que nadie, en Europa, y de ¨¦l nace todo el impresionismo franc¨¦s. Pero luego el impresionismo se cierra otra vez con un espa?ol prodigioso y tard¨ªo: Sorolla. Por ah¨ª les tenemos rodeados, o sea, Ra¨²l. Todo lo que hagas por vender Espa?a culturalmente en la Unesco, que se asiente en el suelo firme de nuestra pintura. En la literatura se han negado a leernos. Saltan Cervantes y Lorca. M¨¢s un poco de fascismo/antifascismo, como fruta del tiempo y postre de la casa, porque arrastran la conciencia de los que se entregaron con Petain, y escribieron aquello del "anciano de la espalda limpia". S¨®lo son revolucionarios, ya, en la medida que nosotros no hemos hecho una revoluci¨®n.
Nuestra manera de ametrallarles pesqueros, pintores, escuelas, mercadocomunes y grandeurs es llenarles de pintura espa?ola. Proust degradaba as¨ª a un personaje: "S¨®lo sale ya con grandes de Espa?a". Los grandes de Espa?a son Zurbar¨¢n y Barjola. La pintura es la pizarra de la historia. Aparte la guerra de la merluza, tan socialrealista, la guerra de la Unesco/Espa?a hay que hacerla en la pintura, que hoy los franceses no tienen, por m¨¢s que metan a Picasso en los sellos de Correos. Quedamos en reunirnos con Luis Seara y m¨¢s personal para inventar algo. Al contrario que en Francia, los escritores, en Espa?a, siempre han ido a rastras de los pintores. Ellos, los pl¨¢sticos, nos han remolcado al mundo. Hasta que llega un destructor franc¨¦s y dispara, claro. Estamos en su Louvre jurisdiccional.
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