La vida de Matilde de la Torre, evocada en el centenario del nacimiento de la escritora

El centenario del nacimiento de la escritora c¨¢ntabra Matilde de la Torre, fallecida en el exilio mexicano en 1946, fue conmemorado el pasado s¨¢bado por la Fundaci¨®n Santillana, en Santillana del Mar (Cantabria), con diversos actos que abarcaron las facetas principales de la actividad de quien fuera, adem¨¢s de novelista importante, destacada folklorista e intelectual comprometida con su ¨¦poca desde la militancia socialista y como diputada por Asturias en las Cortes republicanas.

Jes¨²s de la Serna y Eulalio Ferrer fueron los encargados de recordar, mediante testimonios personales, la figura de la escritora nacida en 1884, en la localidad c¨¢ntabra de Cabez¨®n de la Sal. Pedro Crespo de Lara, encargado de introducir a los conferenciantes, situ¨® la trayectoria humana e intelectual de Matilde de la Torre en el Cabez¨®n de la Sal de finales del pasado siglo, donde ¨¦sta, unida familiar e intelectualmente a Concha Espina, Mar¨ªa Blanchard y Consuelo Berg¨¦s, integraron un movimiento cultural a¨²n no superado y de los que "llenan de gloria un pueblo".El periodista Jes¨²s de la Serna, subdirector de EL PA?S, vinculado familiarmente a la escritora c¨¢ntabra, dio marcha atr¨¢s a la historia para rememorar el "vago recuerdo infantil" de Matilde de la Torre en el jard¨ªn de la casa que su abuela Concha Espina ten¨ªa en Mazcuerras. De la Serna recorri¨® ampliamente las ra¨ªces personales de Matilde de la Torre a trav¨¦s de su obra literaria y de la historia familiar.

Para Eulalio Ferrer, c¨¢ntabro afincado en M¨¦xico tras la guerra civil, los recuerdos de Matilde de la Torre pasan, inevitablemente, por la marcha al exilio desde el puerto de Burdeos, donde ambos coinciden en 1940.

Seis a?os antes el joven socialista hab¨ªa conocido a la escritora en los talleres del diario santanderino La Regi¨®n, donde aqu¨¦lla sol¨ªa publicar algunos de sus trabajos.

Ayud¨¢ndose del diario escrito durante la larga traves¨ªa que el buque Cuba realiz¨® desde el puerto franc¨¦s hasta M¨¦xico, pasando por Casablanca y Santo Domingo -destino inicial de la expedici¨®n integrada por 800 exiliados espa?oles-, Eulalio Ferrer fue reflejando el estado de ¨¢nimo y de esperanza de la escritora durante tan largo viaje.