James Brooks, r¨¦cord para una '¨®pera prima'

Pocos directores llegan a la fama con un solo t¨ªtulo, y quienes lo consiguen son, por lo general, ni?os prodigio destinados a hacer historia. No es este el caso de James Brooks, el director de La fuerza del cari?o. A sus 45 a?os, tras una larga carrera en la que ha trabajado en casi todos los estratos de la industria, est¨¢ viendo c¨®mo su ¨®pera prima se est¨¢ convirtiendo en uno de los cl¨¢sicos de esta d¨¦cada. Primero fue el n¨²mero r¨¦cord de categor¨ªas en las que el filme fue seleccionado para los oscars. Ahora ha sido el premio que anualmente concede el sindicato de directores. S¨®lo dos veces en los ¨²ltimos 36 a?os el escogido por sus colegas no se ha llevado tambi¨¦n el Oscar.Su carrera, como su pel¨ªcula, se parece a la de los grandes artesanos que cimentaron la fama de la cinematograf¨ªa norteamericana. Desde sus comienzos como redactor de noticias de la cadena de televisi¨®n CBS en Nueva York, hace 20 a?os, hasta su primera pel¨ªcula, ya cuarent¨®n, James Brooks ha tocado casi todas las facetas de la industria. En 1965, cuando se traslad¨® a Los ?ngeles, trabaj¨® como documentalista para varias compa?¨ªas, luego entr¨® en el mundo de la televisi¨®n. Como productor o guionista ha ganado ocho emmys, el equivalente de los oscars para televisi¨®n. El show de Mary Tyler-oore, Lou Grant, Rhoda y Taxi, entre otros, son en parte inventos suyos. Luego lleg¨® su primera experiencia en cine: escribi¨® y coprodujo Starting over, de Alan Pakul. No cree Brooks que este salto entre ambos medios sea algo excepcional hoy d¨ªa en Hollywood. El, por su parte, sigue en el mismo despacho de los estudios Paramount desde el que llevara las riendas de la serie de televisi¨®n Taxi.

"No hay tanta diferencia entre cine y televisi¨®n como mucha gente cree, y la poca que hay est¨¢ desapareciendo. En comedia, especialmente, ha habido siempre una gran transfusi¨®n entre uno y otro medios. Woody Allen, Neil Simon, Mel Brooks, Paddy Chayefski. Muchos escritores y bastantes directores-escritores". Tampoco admite que dirigir fuera su ambici¨®n secreta. "Siempre hab¨ªa pensado que el trabajo de un director era, simplemente, convencer a la actriz de que hiciera lo que uno ten¨ªa escrito y pensado. Despu¨¦s de trabajar con Pakula en Starting over me di cuenta de que no era as¨ª. Se trataba de empezar con una idea e irla adaptando y modificando a trav¨¦s del contacto con los actores y de los imponderables de un rodaje. Un fascinante proceso de acumulaci¨®n de ideas, muy diferente del que se produce en la mente del escritor o de un productor de televisi¨®n". Pero su experiencia televisiva es una de las claves del ¨¦xito de su pel¨ªcula. "El secreto de la televisi¨®n est¨¢ en reducir al m¨¢ximo la importancia del factor t¨¦cnico a cambio de aumentar la del gui¨®n y el trabajo de los actores".

Cuando habla del doloroso parto del gui¨®n se le ilumina la mirada. "Ha sido una de las experiencias m¨¢s dolorosas de mi vida" recuerda; "pero tambi¨¦n de las m¨¢s fruct¨ªferas. Una vez consegu¨ª los derechos de la novela, me fui a Houston, donde se desarrollaba la acci¨®n. Durante seis meses me dediqu¨¦ a hacer un trabajo muy similar al que realic¨¦ para CB S en mis a?os como redactor de noticias: investigaci¨®n period¨ªstica. Habl¨¦ con cientos de personas y grab¨¦ kil¨®metros de v¨ªdeo. Lo peor de escribir el gui¨®n eran los altos y bajos que depend¨ªan de las gestiones que estaba haciendo para conseguir el dinero". Pero cuatro a?os despu¨¦s, y cuatro guiones despu¨¦s, Paramount dio la luz verde para el proyecto, en contra de la opini¨®nde los otros productores, que consideraban su historia demasiado depresiva. Ahora, cierta cr¨ªtica ha preferido calificarla de melodrama. La verdad es que mucha gente llora a lo largo de la proyecci¨®n, pero Brooks se niega a admitirlo: "De ninguna manera creo que sea un melodrama. No he estado a¨²n en ninguna proyecci¨®n en la que el p¨²blico no se r¨ªa a mand¨ªbula batiente en la ¨²ltima escena".

Si una de las claves del ¨¦xito de La fuerza del cari?o est¨¢ en el gui¨®n, la otra, indiscutiblemente, es el reparto. Cuatro candidatos al Oscar as¨ª lo atestiguan. ?C¨®mo hizo un director desconocido para juntar a tantas estrellas?

"Casualidad. Para empezar, conseguir a Nicholson fue un milagro. No hace un papel protagonista, y conseguir que una estrella de su calibre acepte un papel secundario es algo muy raro. Shirley MacLaine estuvo desde el principio, pero para el papel de la hija estuve buscando mucho tiempo; s¨®lo al final encontr¨¦ a Debra, Winger. La verdad es que nunca tuve en mente un reparto concreto. A John Lithgow lo encontr¨¦ el d¨ªa antes de empezar el rodaje y consegu¨ª que aceptara el trabajo a pesar de que ten¨ªa otra pel¨ªcula. Y creo que su papel es clave".