La inercia ha sustituido a las iniciativas

La instauraci¨®n del Estado de las Autonom¨ªas que establece la Constituci¨®n de 1978 tiene como consecuencia m¨¢s inmediata la articulaci¨®n de un nuevo entramado del aparato administrativo que lo sustenta: la ordenaci¨®n, en definitiva, de un nuevo dise?o de las diferentes administraciones p¨²blicas.El modelo te¨®rico del Estado de las Autonom¨ªas dise?ado en la Constituci¨®n presupone una ruptura abierta de la concepci¨®n centralista impuesta a principios del siglo XVIII por Felipe V, y profundizada en la primera mitad del siglo XIX con la influencia jacobina y napole¨®nica. En este contexto, el mapa auton¨®mico se presenta como un superador de las barreras impuestas por las distancias y los obstaculos de la burocratizaci¨®n, para conseguir un mayor grado de cumplimiento de la idea de servicio a la comunidad, que es, en definitiva, lo que ha de presidir las relaciones entre Administraci¨®n y administrados.

A la vista de la obra feta, como le gusta decir al presidente Pujol, se echa en falta una pol¨ªtica con may¨²sculas de Funci¨®n Publica, donde las iniciativas hubieran sustituido a la inercia en las actuaciones, rompiendo la sensaci¨®n que en muchas ocasiones se ha producido entre los ciudadanos de que la Generalitat se limitaba a reproducir a escala catalana los esquemas de funcionamiento del Estado central. Una pol¨ªtica que imprimiera puntualmente los criterios propios del Gobierno catal¨¢n, que ha actuado como si los funcionarios ayer perif¨¦ricos pudieran pasar, sin m¨¢s, a ser funcionarios auton¨®micos, olvidando que la nueva Administraci¨®n catalana deb¨ªa hacerse a partir de un capital humano que en su mayor¨ªa procedentes de la Administraci¨®n central, y que la tarea de integraci¨®n y adaptaci¨®n al proyecto auton¨®mico de este numeroso colectivo no iba a ser nada facil.

En Catalu?a, pese a todo, se ha producido una situaci¨®n de convivencia en el seno de la Administraci¨®n auton¨®mica de un importante n¨²mero de contratados administrativos de nivel superior a los propios funcionarios transferidos, con la particularidad de que los contratados predominan en los servicios centrales, que es el lugar de decisi¨®n y promoci¨®n de los funcionarios.