Toreros de relleno
ENVIADO ESPECIALPaco Ojeda se va de vac¨ªo de la feria de Sevilla; ni una vuelta al ruedo ha conseguido dar en tres tardes. Quiz¨¢ es que lleg¨® ya as¨ª: vac¨ªo de arte y de t¨¦cnica torera. Emilio Mu?oz y Espartaco, tampoco mejoran los cr¨¦ditos que tra¨ªan. Quedan los tres como toreros de relleno de cualquier cartel de feria; m¨¢s o menos buen relleno los j¨®venes Mu?oz y Espartaco peor relleno el talludito Ojeda.
"?Es usted uno de tantos!", le grit¨® un espectador a Paco Ojeda. En buena sevillan¨ªa, la gente se trata de usted y con respeto, no importa que haya de decir las verdades del barquero. Ese espectador le dijo las verdades del barquero a Ojeda. As¨ª de sencillo: "Es usted uno de tantos". El bizarro mozall¨®n sanluque?o se pone vertical y debe pensar que no es necesario m¨¢s para alcanzar el ¨¦xito Evidentemente, no le basta. En cuanto el p¨²blico se cura de las sorpresas de la verticalidad, exige toreo, y eso, tan sencillo (a la vez tan dif¨ªcil) es lo que no puede ofrecerle Ojeda, a pesar de sus indudables buenas intenciones y de su verticalidad.
Plaza de Sevilla
3 de mayo. S¨¦ptima corrida de feria. Toros de Torrestrella, tres terciados, resto bien presentados; escasos de fuerza y bravura, manejables. Emilio Mu?oz. Estocada trasera (aplausos). Estocada ca¨ªda (oreja). Paco Ojeda. Tres pinchazos, media atravesad¨ªsima y siete descabellos barrenando (silencio). Estocada ca¨ªda y desenfrenada rueda de peones (algunos pitos). Espartaco. Buena estocada (oreja). Dos pinchazos y estocada ca¨ªda (palmas).
Con la muleta siempre retrasada, y en uve, y adem¨¢s ahogando las embestidas, es dificil¨ªsimo que el toreo se produzca. S¨®lo se produce cuando sale un toro que, para acudir d¨®cil al enga?o y repetir las embestidas, solicita respetuosamente que se le cite delante de las narices, con la muleta retrasada y en uve. Pero de estos a¨²n no fabrican muchos en las dehesas andaluzas. Las que tienen casta N¨²?ez (es decir, casi todas en Andaluc¨ªa) est¨¢n en ello y podr¨¢n sacarlos en serie el a?o que viene.
A Paco Ojeda le aplaud¨ªa todo el p¨²blico, al principio. Cuando largaba tela con ese capotazo que le fabrican en los astilleros de C¨¢diz, parte de la plaza dec¨ªa "ole", sin acento y con jip¨ªo, y se cerraba en restallantes ovaciones, no se sabe muy bien por qu¨¦ motivo concreto. Mas cuando el crecido coletudo sanluque?o, desde su verticalizada anatom¨ªa, largaba tela con ese mulet¨®n que tambi¨¦n le fabrican en los astilleros de C¨¢diz (ya en horas extraordinarias), 3, por a?adidura no lo echaba adelante sino que lo dejaba atr¨¢s, a pesar de que el torito era tardo, nobil¨ªsimo y poquit¨ªn aborregado, empez¨® a considerar que tanto "ole" y tanto esfuerzo de garganta no merec¨ªan la pena.
El quinto era grandote, cornicorto y mans¨®n, y con ¨¦se Ojeda no se confi¨® nada. Ni su decantado valor aflor¨®. Y all¨ª: "?Es usted uno de tantos!". A Ojeda hubo la temporada ¨²ltima quien lo aline¨® con Belmonte, y parec¨ªa que iba en serio tama?a catalogaci¨®n de su figura. Quien lo ha visto en esta feria est¨¢ en su derecho de pensar que, o aquello era una herej¨ªa, o Belmonte no val¨ªa un duro.
Si val¨ªa Belmonte. La pregunta es: ?qu¨¦ har¨ªa el Pasmo de Triana con estos toritos gordos y aborregadetes que salen hoy? Vale que, a lo mejor, se los com¨ªa en estofado tal como salen por el chiquero.
Toros gordos y aborregadetes
Emilio Mu?oz y Espartaco no deber¨ªan haber tenido problemas con estos toritos gordos y aborregadetes, pues se les supone oficio. La oreja que a cada uno le concedi¨® el p¨²blico es enga?osa, porque con ella les premiaba la voluntad y la entrega, y sin embargo esos toritos admit¨ªan mejores faenas.Mu?oz contin¨²a crispado y desigual: acaso no ve clara la lidia. Mucho cuidado con este torero pues tiene casta y a¨²n no ha alcanzado la medida de sus posibilidades. No obstante, su aprendizaje es lento. Junto a muletazos exquisitos, de temple impecable, pegaba otros violentos, que afeaban las suertes. La arruga no es bella en tauromaquia. Desaprovech¨® la nobleza del primero, precisamente por dejarse arrugar la franela, y casi desaprovecha la del cuarto, por perder el norte de los terrenos y las distancias. Dio en este toro una serie de naturales de frente, que resultaron muy toreros, porque citaba de largo. En la siguiente tanda cit¨® en corto y le resultaron embarullados. La cabeza est¨¢ para pensar, tambi¨¦n delante del toro. (Obviamente, si se es torero, principalmente delante del toro).
Espartaco recibi¨® a sus dos toros a porta gayola y procur¨® que su actuaci¨®n fuera bulliciosa y arrolladora. Naturalmente hab¨ªa que torear, mas empe?ado en bullir y arrollar, se produc¨ªa un desfase t¨¦cnico y est¨¦tico que complicaba la lidia. Alguien le ha debido aclarar, con verdad, que no tiene arte y lo suyo es la entrega. Puede ser, si bien un poco m¨¢s de sosiego agradecer¨ªa el aturdido p¨²blico; y, al paso, vendr¨ªa bien a su categor¨ªa profesional, que con tanto desmelenar la nada rala cabellera y tanto perneo albero a trav¨¦s, se deval¨²a. Y acaba en relleno de cartel, como sus compa?eros de tema.
Rechazados los toros de Salvador Domecq
Los toros de El Torero, propiedad de Salvador Domecq, anunciados para esta tarde, han sido rechazados, en su totalidad, en el reconocimiento veterinario. Al parecer, los seis carec¨ªan de trap¨ªo.La empresa tienen serios problemas para sustituirlos, pues los diestros del cartel -Anto?ete, Paquirri y Emilio Mu?oz-, ponen objeciones a diversas ganader¨ªas que les han sido propuestas.
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