El democristiano Jos¨¦ Napole¨®n Duarte se atribuye la victoria en las elecciones salvadore?as frente al derechista D'Aubuisson

JES?S CEBERIO ENVIADO ESPECIAL El democristiano Jos¨¦ Napole¨®n Duarte proclam¨® su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales salvadore?as en la madrugada de ayer. Seg¨²n la proyecci¨®n realizada por su partido sobre la base de un 40% de las actas, al final del escrutinio debe obtener m¨¢s de 750.000 votos (55%), con una diferencia que no bajar¨¢ en ning¨²n caso de los 100.000. Esto supone que se habr¨ªan emitido 1,3 millones de papeletas. Roberto d'Aubuisson manejaba datos bien diferentes. A su juicio, la participaci¨®n en las urnas se habr¨ªa reducido hasta un mill¨®n, y admiti¨® estar rezagado s¨®lo por 5.000 sufragios, lo que le imped¨ªa reconocer a¨²n la victoria de su adversario.

Quienes esperaban de Duarte la magnanimidad del triunfador encontraron en su primera conferencia de prensa los mismos tics acusatorios utilizados durante una larga campa?a de cinco meses. Lejos de adoptar el tono conciliatorio habitual de los presidentes electos, insisti¨® en sus denuncias contra el l¨ªder derechista y su partido (ARENA), que representan 20 a?os de opresi¨®n y que a¨²n, despu¨¦s de cerrarse las urnas, andan maniobrando para evitar el triunfo leg¨ªtimo del Partido Dem¨®crata Cristiano (PDC)."Los de ARENA son capaces de todo", dijo, "pero el partido va a defender este triunfo, porque es el triunfo del pueblo salvadore?o, que es quien de verdad ha derrotado a estos se?ores, que a¨²n siguen queriendo imponerse a ¨²ltima hora".

Su intervenci¨®n m¨¢s coreada fue el anuncio de que nombrar¨¢ una comisi¨®n presidencial para investigar el asesinato del arzobispo ?scar Arnulfo Romero, cometido hace cuatro a?os. "Les aseguro", dijo, entre grandes aplausos, "que si sale alguien implicado va a ser llevado ante los tribunales". Todos sus seguidores entendieron que se refer¨ªa a D'Aubuisson. La dureza del tono ha extra?ado principalmente porque la diferencia de votos va a estar muy por debajo de lo que pronosticaban las encuestas.Con un 45% de los votos, D'Aubuisson tiene mucha vida pol¨ªtica por delante, aunque la derecha lo considere un fracaso relativo porque se cree mayoritaria en el pa¨ªs. El l¨ªder derechista tiene poderosos resortes en el Ej¨¦rcito y en la empresa privada para hacer la vida imposible a Duarte durante. sus cinco a?os de mandato.

Si Duarte se mostr¨® escasamente generoso con su adversario, no lo fue m¨¢s al referirse a las Fuerzas Armadas, que en buena medida le son hostiles. Despu¨¦s de que el secretario general del PDC, Julio Rey Prendes, manifestara que algunos jefes militares hab¨ªan cre¨ª do las mentiras de ARENA y que acusan de comunistas a los democristianos, Duarte apostill¨®: "Voy a gobernar con la Constituci¨®n, y ¨¦sta me da autoridad para ser comandante en jefe de las fuerzas armadas y nombrar a aquellos oficiales que estime conveniente".

Acerca del tema vertebral de la paz, el dirigente democristiano repiti¨® un esquema perfilado hace meses: "No vamos a negociar con los fusiles sobre la mesa. Vamos, primero, a crear un clima de seguridad, eliminando los abusos de poder y haciendo frente a los escuadrones de la muerte. Una vez obtenido eso, convocaremos un gran di¨¢logo nacional que incluir¨¢ a la izquierda, pero no para discutir qu¨¦ trozo de pastel le toca a cada uno, sino para debatir los grandes problemas del pa¨ªs". "?Qu¨¦ har¨¢ si la guerrilla rechaza su propuesta?", le preguntaron. "Voy a luchar por la paz, y no me conformo con un no de nadie", respondi¨®.

En tomo a las relaciones con Nicaragua, declar¨® que se establecer¨¢n sobre la base de "respetarles y que nos respeten". Duarte considera que las manifestaciones hechas semanas atr¨¢s por Sergio Ram¨ªrez, en p¨²blico, y por Miguel d'Escoto, en el marco del grupo de Contadora -en el sentido de que el Gobierno sandinista estar¨ªa dispuesto a incluir el cese de la ayuda a la guerrilla salvadore?a dentro de una negociaci¨®n global con Washington-, suponen el reconocin¨²ento de que tal ayuda existe. "Eso no lo podemos consentir", dijo.